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Después de lo que hicimos Sakura y yo, no la volví haber después.

No se presento en clases y tampoco la vi en receso, aun que en receso era de esperarse porque estaría con su hermano claro esta.

Pero aun así, después de eso no la vi. Ahora teníamos hora libre, y decidí venir y sentarme en alguna de las bancas que conformaban en el patio.

Estaba silencioso, y no había nadie.. claro, como ahora están la mayoría en  clase pues era esperarse.

Hace mucho no sentia esta tranquilidad, la libertad de poder sentirme tranquilo sin que nada me preocupara. Realmente se sentía bien estar así.

Cuando todo esto empezó la gente antes no me dejaba tranquilo, cuando Sakura llego y demostró quien mandaba, los demás se sintieron con derecho de poder tratarme como ellos quisieron.

Pero Sakura cambio eso también, es patético para mi que me haya tenido que defender una mujer. Pero también me siento agradecido por que fue valiente y no dudo en hacerlo. En dar su cara por mi, aun que claro fue ella quien lo provoco desde el inicio.

Tuvo sus razones claro, pero a fin de cuentas creo que si no hubiera sido por ella tal vez todos me seguirían tratando como una escoria. Y no hubiera estado mal.. después de todo lo que hice a su hermano, y no solo a su hermano.

También gente dentro y fuera de la escuela hice daño. Maldito monstruo que era.

¿Que pasaba por mi cabeza es ese entonces?.. no lo se. Caca supongo.

Pero me alegro en parte que pude razonar las cosas, por fin me quite esa venda de los ojos y reacciones ante mis acciones. Cosas buenas pasaron, la reconciliación con mi madre y mi hermano por ejemplo.

Tal vez si Sakura no me hubiera dado las putizas que me dio tal vez nunca hubiera cambiado. Ella era hora de que alguien llegara y me bajara de mi nube.

— ¡Hola amigo!.— reconoci esa voz, era Taiki que venía con una bolsita en una mano y otra con dos jugos. — Te vi desde el edificio y vine a saludar.

— ¿No estabas en clase?.

— El maestro se quedo dormido en plena exposición de mis compañeros, no creo que se de cuenta que se le escapo uno.

— ¿Tu hermana lo sabe?.

— ¡No!, ¡y no se lo digas!.— tomo asiento a lado mio. —Porque si no se va a enojar.

— Tu hermana es muy inteligente, dudo que no se de cuenta. Es como si tuviera el ojo en el cielo para cuidarte.

— Me gusta que nee-chan me cuide, pero no creo que sea para tanto.

— Si eso crees.— dije, pero en ese momento él me extendió un jugo. —¿Para mi?.

— Mmm..— volteo a los lados. —¿Acaso vez a alguien mas aquí?.

Sonreí levemente mientras tomaba el jugo. —Gracias.

— ¡No manches!, ¡Si sonríes!.— me dijo asombrado. —¡Choquemos palmas para que me pases la buena suerte!.

No entendia de que hablaba, pero choque palma con él. Me devolvió la sonrisa, realmente él era un niño sorprendente.

Volvió a tomar asiento con su jugo en manos y su notable sonrisa, una aura brillante y magnifica lo rodeaba. A este niño parase hacerle feliz todo.

— Ten, te regalo un onigiri.— dijo sacando uno de la bolsa que traía con el. —Te daría el otro pero yo también tengo hambre.

— Tranquilo, con uno me basta.— acepte su onigiri.

¿Tu eres quien golpea a mi Hermanito?.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora