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— ¿Eh? —miraba confundido al chofer— ¿Y Sakura?, ¿no regresarias con ella?

— Oh no Joven.. —le dijo dandole las llaves— Ella se quedo en el Bar y dijo que probablemente su Novio la traería a casa.

— ¿El Bar?.. ah si lo recuerdo.. creo que Sakura mensiono algo como eso..

— Me ha dado el día, —dijo contento— así que yo me paso a retirar.

Le hizo una reverencia mientras se iba de ahí, Taiki no dijo nada más y se metió a su casa aventando las llaves del carro al mueble de la entrada.

Iba ir a dormir un rato, aun faltaba un poco para que Itachi y Mikoto se aparecieran, estaba dispuesto a subir las escaleras para dirigirse a su cuarto pero el timbre sono otra vez.

Con pereza y arrastrando los pies se dirigió a la puerta. Cuando la abrió fue su sorpresa al ver a su antigua compañera, Karin.

— Realmente eres tú.. —la escucho decir mientras se cubría la boca y de sus ojos amenazaban cubrirse se lágrimas— ¡Taiki eres tú!

Se abalanzo a él abrazandolo, no sabia que decir, solo opto por abrazarla por la cintura y cerrar la puerta tras de ella mientras la escuchaba llorar.

— Eres tú Taiki. —le decía mientras se aferraba a su espalda— Te he extrañado mucho.. pense en ir a Ámsterdam muchas veces pero no se me presentaba la oportunidad.

— Oye calmate rojita.. —le dijo mientras le acariciaba su cabello— ya estoy de vuelta.

Ella se separo un poco de él y lo tomo por el rostro, lo tomo por sorpresa por su cercania.. estaban solo a unos cuantos centimetros, podía sentir casi su aliento combinarse con el de ella.

— Oye Karin.. estas muy...

Lo interrumpio cuando ella lo abrazo por la cintura, aun seguía sin saber que decir o que hacer, nisiquiera sabia donde poner sus manos.

El contacto que alguna vez tuvo con unas mujeres en Ámsterdam no se comparaba al de Karin, ella era una conocida, una buena chica que no se rebajaba al nivel de las demás.

— Has cambiado.. —le escucho decir.

— ¿Perdón...?

Vio como ella se separaba de él un poco mientras se limpiaba sus rastros de lágrimas, instintibamente el alzo su brazo y sus dedos rosaban sus mejillas limpiando los rastros de sus lagrimas— No llores rojita.. —le dijo con ternura— No dejes que tu lindo rostro se arruine por llorar.

Vio como ella se sonrojo un poco y él también lo sintió, retiro la mano de su mejilla y opto por cubrirle toda la cara con su mano toda la mano agitandola un poco— ¡Oye!

La escucho quejarse, sonrio al ver como ella intentaba quitarse su mano de su rostro, la empujo un poco para alejarse un poco de ella.. ahora que lo notaba.. tambien la miraba desde abajo, y siendo él menor que ella.

— Cambiaste.. —la escucho decir mientras lo seguía— Ya no estas chiquito.. recuerdo que antes eras incluso más bajito que yo.

— Eso fue antes Karin..

— Y recuerdo que eras más adorable —le hizo un puchero.

La miro sobre su hombre y sonrió a escondidas para que no lo viera, ese gesto en parte se le hizo lindo, pero borro su sonrisa para no ser descubierto.

— ¿A que has venido? —le pregunto adentrandose a la cocina.

— Tu pregunta me ofende.. vine porque escuche que regresarias, quería estar aquí a primera hora pero no pude.. así que en cuanto pude vine corriendo aquí.

¿Tu eres quien golpea a mi Hermanito?.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora