¿Tu eres quien golpea a mi Hermanito?.

34

Todos estaban en la casa de Sakura, esperando a que llegara el cumplañero, que por alguna extraña razón no llegaba.

— Bueno, ¿y ahora que hacemos?.— pregunto Deidara. —¿Nos comemos el pastel?.

— No podemos hacer eso, — añadió Konan. —El pastel es de Taiki no tuyo.

— ¡Pero es que ya se tardaron!, y además ya hace hambre.

— Venga hombre, — hablo Itachi. —Ya debe estar por llegar, no desesperes.

— Pensé que vendrías con tu hermano Itachi, — comento Sasori.

— No, yo también creí que vendría con él.— contesto. —Se puso sus moños y no mas no vino.

— Cha.. Bueno, mas pastel para nosotros.

— ¡Sasori!.— regaño Konan.

— ¡¿Que?!, ¡pues si no quiso venir pues ni modo de obligarlo!.

— Tiene razón, — dijo el Uchiha. —Quise convencerlo pero no quiso, ni modo de obligarlo hacer algo que no quiera.

— Ya tendrá sus motivos.— añadió Konan. —Por cierto Nagato...

— ¿Que quieres?, — contestó el nombrado quien estaba sentado en la mesa tonteando con su celular.

— ¿Como te va en tu nueva casa?.— pregunto.

— ¡Nos va de maravilla!, — contesto Deidara por él. —Nos la pasamos muy bien, no hay nada mejor que noche de hombres.

— Iuhg, — dijo Yahiko. —Hombre, eso sonó bieeeen gay.

— Mira quien lo dice, — añadió Sasori. —Señor que se deja que le metan un dildo por el trasero.

— ¡Eso no es cierto!.— dijo Yahiko defendiéndose.

— Tiene razón, no es cierto.— comento Konan. —Todavía no se deja.

— ¡Konan callateeeeee, en vez de ayudarme solo lo empeoras!.

Todos rieron ante la acción de la pareja, pero su risa fue interrumpida por el llamado a la puerta de la casa.

No podía ser Sakura, es su casa, no podía tocar ella en su propia casa, a menos que se le olvidaran las llaves.

Lo cual no era el caso ahora.

— No es nuestra casa, — dijo Sasori. —¿No deberíamos abrir, o si?.

— ¿Y si es alguien importante?, — añadió Konan.

— Importante o no, la visita es de Sakura no nuestra.— contesto Itachi. —No tenemos necesidad de abrir, Sakura me hubiera mandado un mensaje si alguien mas hubiera llegado, por el momento quien sea quien toque la puerta, se queda afuera.

— ¿Y si es quien cobra la renta?, — pregunto Nagato.

— Eh dicho, que se queda a fuera!.— recalco Itachi.

— ¡Como que afuera!, — grito una voz femenina del otro lado de la puerta. —¡Itachi Uchiha, abreme la puerta ahora!.

— ¡¿Ma.. Madre?!, — Itachi rápidamente fue abrir la puerta para dejarle el paso. —¿Jefesita, que haces aquí?.

— Nada de jefesita, — entro a la casa con su notable ceño fruncido, —Así que pensabas dejarme a fuera eh.

— No, madre.. no es lo que crees.— Itachi estaba asustado, solo había dos mujeres que le podían causar miedo y eran Sakura.. y su Madre.