¿Soy bueno ahora?

Capítulo 1

Cuando abro los ojos estoy cubierto de  aceite con un pedazo de mi almuerzo en la ropa y el otro en el suelo.
Debí quedarme dormido en mi descanso.

Las luces estaban apagadas y no se escuchaba nadie además de Maquina de Matar.

Me limpié la comida y me sacudí un poco de la mucha suciedad que traía encima.
Es temprano, apenas las nueve y media, no habrá mucho tráfico.

Máquina de Matar entró dando saltitos a la oficina del taller y comenzó a comerse mis sobras del piso con su diminuto hocico.

—¿Qué haces? Tu no estás descansando. Ve a cuidar el frente— lo empuje con el pie delicadamente pero el pequeño chihuahua no soltaba el sándwich del suelo. —Está bien, pero cuando termines vuelve a tu puesto.

El perro me ladro como afirmando mi orden y yo le sonreí.
Era tan tierno y a la vez tan irritante como la chica que me lo regaló...

Un momento, ¡Hope!.

—¡Carajo, Kas, es viernes!— me dije a mi mismo mientras corría a la pared para tomar mis llaves.

Me puse la chaqueta, el casco y los guantes antes de subir a la moto y luego salí disparado del taller hacia el bar.

Desde hace unas semanas, todos los viernes a las ocho pasaba por Hope al River's y se quedaba en mi casa después de que la ayudará a cerrar.
Su padre aún me miraba mal cada vez que la entregaba el domingo o incluso el lunes por la tarde, pero en el fondo sabía que no faltaba mucho para que su hija pequeña saliera del nido para no volver igual que había pasado con Sky.

Acelere lo más que pude hasta llegar al bar, donde frene con un chirrido de la llanta trasera que dejó marcas en el asfalto.

Hope me estaba esperando sentada en las escaleras de la entrada del River's con su chaqueta puesta y el casco entre las rodillas.
Bajé que y me quité el mío.

—Bombón, perdóname. Soy un idiota...

—Ya lo sé— se levantó y se acercó a mi sonriendo.

No puede ser que con una sola sonrisa me tenga contra las cuerdas.

—Yo...— me puso en dedo en los labios y después me besó.

—Tranquilo, no llevo tanto afuera, me quedé revisando las facturas una hora.

—Deben ser muchos papeles.

—No tantos como las ganancias.

Aún me sorprendía como Hope había llevado el bar después de terminar la Universidad.
Cuando estaba estudiando su carrera en contabilidad, llegaba todos los días al lugar revisando papeles y cambiando cosas, arreglando otras más. Hoy por hoy el River's era su mayor proyecto y orgullo. Nunca había estado en mejor estado ni dado mejores ganancias.

—Debiste haberte quedado adentro, las calles no son seguras— le dije recogiendo un par de mechones de su cabello detrás de su oreja.

—No pasa nada— se encogió de hombros. —Te quedaste dormido de nuevo.

—Si, lo lamento. Maquina de Matar debió despertarme pero estaba entretenido con la camiseta sucia de Hurley.

Se puso sobre la cabeza su casco y me rodeó para subir a la moto, ya ni siquiera esperaba a que yo subiera para montarse.

—Bueno, mañana es tu día libre y el River's cierra temprano, podemos relajarnos, ir al punto y luego escaparnos a donde quieras.

—Bombón, no creo que pueda. Tengo que trabajar, me llevaron más motos hoy y...