Capítulo 9

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Cuando Marcus y Hope creyeron que era suficiente por una noche, recogimos las cosas de la mesa y las reemplazamos por un montón de cervezas junto con los bocadillos especiales de Tanner.
Está vez Hope no tuvo que cocinar, así que se sentó en mis piernas y me robó unos tragos de mi cerveza mientras los River's charlaba animosamente.

—Entonces le dije a la chica que la llamaría para vernos de nuevo, pero se fue con mi camisa puerta donde había guardado la nota con el número. Así me perdí de repetir una de las mejores noches de mi vida— contó Joe y todos nos reímos. —Si, muy gracioso. Ríanse... ¿qué hay de tí, enfermero?

—¿De mi?— preguntó desentendido. —¿qué conmigo?

—De tus conquistas, cuéntanos algo interesante— dijo Tanner. —Las enfermeras deben ser muy sensuales.

Marcus hizo una cara de asco y mientras él contaba como una mujer de treinta años que trabajaba con él lo había encerrado en un armario para toquetearle el trasero, mi novia me hacía remolinos en la nuca con sus dedos y mi cabello.

La acerqué un poco más a mí y con la nariz hice cosquillas en su cuello.

—Quieto— susurró divertida.

—Tu comenzaste, bombón— respiré hondo llenandome los pulmones del perfume característico de mi novia. Ese que a partir de que supe que era su favorito, no dejé de comprarle cada vez que lo terminaba. —Vamos a casa.

—La estamos pasando bien, no estamos todos juntos mucho tiempo...

Le besé cariñosamente el cuello.

—Entonces vamos arriba y regresamos en un momento— me miró y yo sonreí como niño pequeño. —¿Mala idea?

Sonrió también ella ahora.

—No— me besó en los labios. —Hay que decirles...

—¿Decirnos qué?— con la pregunta de Marcus, todos en la mesa guardaron silencio y nos miraron.

Su piel de niña pasó del blanco al amarillo en un segundo. Sus ojos me observaban como queriendo hacerme rayos x ahí mismo, o a Hope, para ver su sus sospechas eran más que eso.
Con un leve movimiento de cabeza le dije que no se trataba de eso y pareció tranquilizarse.

—Yo...— le sonreí a mi novia y la apreté contra mí. —Nosotros, viviremos juntos.

Marcus se tranquilizó. Pero el resto del grupo comenzó a hacer muchísimas preguntas.

No me importaba todo lo que estaba diciendo, pero me hizo soltar una carcajada y prestar más atención cuando Hope le lanzó una salchicha frita a Tanner.

—¡¿Qué dijiste?!— le preguntó escandalizada.

—Yo solo dije que...

—Por supuesto que no estoy embarazada, Tanner.

Oh, mierda.
El enfermero me miró de nuevo como diciéndome que me diera cuenta que no era el único que lo creyó.

—Era una suposición— levantó las manos alegando por su inocencia. —No es que me importe pero generalmente cuando dos jóvenes se mudan juntos antes de una boda es porque...

—Estas volviendo esto peor con cada palabra, será mejor que cambiemos el tema— lo interrumpí.

Él sabía que estaba en planes de proponerle matrimonio, si seguía en ese camino podría arruinar la sorpresa.

—¡Bueno!— Bob dio un aplauso distrayendonos a todos de la tensión producida de esa escena incómoda. —Hay que celebrar. Unos tragos por la nueva etapa de nuestra presi y nuestro amigo.

Todos tomamos nuestra cerveza y yo sonreí al ver a mi novia en mis brazos de nuevo alegre antes de decir salud y brindar por vivir con la persona que amas.

Cuando calló la noche ella y yo regresamos a casa.
A esa casa que fue de mis padres y que ahora sería nuestra, por lo menos el tiempo que Hope quisiera vivir en ella.
Desde luego no podría vivir toda la vida con mi hermano. Mientras abría la puerta y la mantenía abierta para que ella entrara le conté esto.

—Adoro esta casa y, ¿qué tiene de malo que Hurley viva con nosotros? Quiero decir que técnicamente yo soy la intrusa.

—Exacto, hermano, ella es la intrusa— Hurley entro detrás de nosotros y me dio una palmada en el hombro. Yo lo miré enfadado. —Es una broma. Ya sabes que te adoro, linda, eres mi familia también.

Lo último iba para mi novia y ella le dedicó una sonrisa dulce.

—Gracias.

—No sé qué tan cómodo esté con el hecho de que mi novia vea a mi hermano salir de la ducha y bailar en el pasillo solo con la ropa interior...

—Prometo ser discreto— Hurley me guiño un ojo. —Y solo es por un tiempo. Sé que tienes algo mejor para ella que la casa de tus padres.

—Claro que si— le pasé un brazo por los hombros y la besé en el cabello. —Planeo darle el mundo entero, pero por ahora esto es todo.

—Es todo lo que quiero— dijo Hope.

Hurley nos miro a ambos un momento, pero conforme pasaban los segundos él mismo se daba cuenta de que su presencia era innecesaria.

—Bueno, creo que iré a dormir— dijo.

—Mañana me voy al taller en cuanto deje a Hope en el bar— le anuncié.

—De acuerdo, estaré ahí antes que tú para abrir. Algunas motos se entregan mañana y necesitan un par de arreglos más.

—Creí que las del club de Los Novatos ya había quedado...

Mientras hablabamos, bombón subió las escaleras para cambiarse.
Mentalmente me castigue por no acompañarla y ver el proceso, pero seguí poniéndome de acuerdo con Hurley para el trabajo de mañana.
Sin duda esto valía la pena para la sorpresa que quiero darle.

—Has estado ganando mucho dinero, hermano, pero no veo a donde se va todo— me dijo en un momento. —No siquiera has arreglado tu propia moto.

—La Yamaha está bien, solo un poco vieja y estoy ahorrando todo lo que puedo.

Soltó una carcajada.

—¿Todo? No bromees, es demasiado, ¿acaso harás una fiesta a lo grande? ¿Una de borracheras destructivas?

—Quisiera que no fuera destructiva pero si es una fiesta— sonreí.

—Una fiesta a lo grande, con todo el dinero que supuestamente has ahorrado pareciera que vas a casar... —se detuvo en medio de la frase y me miró a los ojos. Su carcajada quedó congelada.

Esa cara me decía que Tanner no le había dicho nada aún.

—Te vas a casar, maldito desgraciado. Le vas a pedir a Hope que se case contigo y por eso tantos ahorros...

—Habla más bajo, ¿quieres?

—¿Más bajo? ¡Quisiera gritarte por no haberle contado antes esto a tu hermano! Tuve que adivinarlo...



¿Soy bueno ahora?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora