Capítulo 34

1.1K 100 9
                                    

Ambos nos quedamos callados.
Había levantado la voz y eso estaba mal, pero no me arrepentí de lo que había dicho.

Ella tragó saliva y miró el piso.

—Yo también los amo, Kas— su voz se había quebrado. —Pero ella también nos amaba.

—Basta, Hope— le supliqué. —Yo también amo la moto y beber con los muchachos hasta el amanecer, pero estoy seguro que me gustará más estar en casa una vez que los tenga en mis brazos. ¡Aún no nacen y ya dejé arreglado todo en el trabajo para estar contigo durante el embarazo!

—¿Y si yo no quiero dejarlo? ¿Y si no quiero dejar mi vida como la tengo ahora por los bebés?

Me acerqué y la tomé de las manos.

—No tienes porque hacerlo, bombón, el club es nuestra familia, y nuestros hijos serán parte de ella— cerré los ojos. —Dime, por favor, que no estás dudando.

Cuando la miré de nuevo, me observaba con expresión triste, como si no quisiera contestarme por temor a lo que fuera a sentir.

Yo juré hacerla sentir segura y cuidarla. Juré que siempre la apoyaría a sentirse mejor cuando no estaba bien, pero en momentos como este yo mismo estaba herido.
No podía imaginar un mundo donde dentro de unos meses Hope no estuviera cargando conmigo a los dos frijolitos que vivieron dentro de ella, y me dolía imaginar que mi novia no estuviera pensando igual que yo.

—Date cuenta de que vuelves lo mejor que nos ha pasado en un "no estoy segura"— dije tranquilo pero soltando sus manos.

—Cualquier cosa que diga ahora sonaría mal— contestó.

—¡Pero no estás diciendo nada! Simplemente tu silencio me da respuestas y la respuesta es que dudas de ellos.

—¡Dudo de mi capacidad para cuidarlos!

—¿¡Y qué hay de mi!? ¿Crees que sería capaz de dejar que te sientas tan mal al grado de querer dejarnos?

Cerré la boca por miedo a lastimarla.
No debo decir nada que pueda herirla, no debo decir nada que pueda herirla, no debo decir nada que pueda herirla, no debo decir nada que pueda herirla.

Me di la vuelta y me cubrí el rostro.

—Kas...

—Lo siento— dije de espaldas a ella. —Te amo, muchísimo. De una forma que no tiene medidas y no tiene fin, pero me pone mal esto. El que pienses que de una forma descuidaria tu estabilidad emocional y dejaría que la maravillosa mujer que tengo a mi lado se marchite hasta ser una persona fría que dejaría a sus hijos.

Suspiré, y aún sin verla caminé hacia la puerta donde estaban colgadas la llaves de la moto en un clavo.

—¿A dónde vas?

—No haré nada loco, te lo prometo. Quizá vaya a ver a los chicos o al idiota, estaré bien— me giré hacia ella. —Necesitamos calmarnos y pensar con cuidado lo que queremos decir pero no podremos si estamos juntos discutiendo.

Se abrazó a si misma y me hizo dudar. No quería dejarla sola. No quería que se sintiera sola.

—Tienes razón, me gustaría un momento sola— dijo. —No vayas muy lejos, ¿si?

Asentí.

—No me esperes, volveré antes de que despiertes. Te lo prometo.

Abrí la puerta y salí de casa.
Cómo dije, no haría locuras, solo quería pensar y conducir sin dirección con la cabeza en otro lado no era seguro tratándose de una moto. Mientras me ponía el casco medité a dónde quería ir.

El River's estaba cerrado y los chicos apenas se habían ido, no quería molestarlos en sus casas.
Estaba preguntándome que hacer antes de encender la moto cuando escuché pasos acercarse a mi.

Cuando me giré y vi a la mujer que había vuelto la cena de mi novia en un desastre, me volví loco.

—Buenas noches...

Me bajé de un salto de la moto y me quité el casco para dejarlo caer al suelo en el camino hacia ella.

La tomé de la muñeca y me alejé de la casa lo más rápido que pude.

—La verdad no me esperaba está bienvenida...

La solté una vez que estuvimos detrás de la camioneta de los vecinos de enfrente y exploté.

—¡Usted hizo todo esto! Logró que mi novia enloqueciera y que discutieramos y que su padre tuviera una crisis psicótica...

—Disculpame, muchachito, pero ese hombre ya estaba loco desde que lo conocí— me señaló. —En cuanto a mis hijos, todo es culpa de Dereck.

La rabia me salía a borbotones por la boca.

—Y el que abandonaras a tus "hijos" no les hizo ningún daño, ¿verdad?— era tan fácil olvidarse de la persona con la que estaba hablando que dejé de llamarla por "usted". —Te pidieron que te fueras y al ver que nadie quería hablar contigo debiste de saber que se referían a que te fueras de la ciudad de nuevo.

—No me iré de la ciudad hasta hablar con ellos...

—¡Hope ya te dijo que no quería hacerlo! ¿Qué es tan importante?

—¡Los extraño! ¡Tu no tienes idea de lo que es querer ver a tus hijos y que te lo impidan!

Con esa simple frase bastó para quedarme callado.
Por supuesto que lo sabía, quería ver a mis hijos crecer y las inseguridades que esta mujer le había metido en la cabeza a Hope me estaba poniendo trabas en el camino.

—No te proyectes, esos bebés aún no nacen. Mis chicos sos mayores y aún no puedo tener nada estable con ellos— dijo como si me leyera la mente.

Sus palabras solo me hacían enojar. Era simplemente increíble.

—Lo que pasa es que tú no sabes cuánto se puede amar a alguien desde antes que nazca, a ti no te alcanzó el amor para abandonar tu familia.

Miré sobre la camioneta hacia mi casa donde se habían apagado las luces de la sala y se encendió la del cuarto.
Podía decirle cualquier cosa a su madre, pero la mujer dentro de esa casa quería tratar de entenderla por más daño que le hiciera.
Necesitaba convencerse de que no tenía nada parecido a quien la había abandonado además de los gustos en tipos con moto.

—Ella necesita a su mamá.

Me reí irónicamente.

—No tienes idea de lo que dices. No tienes idea de la maravillosa persona que es tu hija sin necesidad de que intervengas— la miré de nuevo. —Pero claro que necesita hablar contigo, solo que no ahora. Está muy afectada por todo.

Ella asintió y pareció concederme el hecho.

—Me lo imagino, no era mi intención.

—Haremos esto: irás a donde trabaja, hablaras con ella y luego, si mi novia decide que no te quiere volver a ver, la dejarás en paz.

Se tocó el pecho aliviada y sonrió.

—Ya verás que será bueno para ella.

No sabía en qué problema me estaba metiendo. Solo esperaba que saliera todo bien.
Esta mujer no iba a hacer que mi vida futura con Hope y los bebés se borrara. Solo era una prueba más antes del "felices para siempre" y lo superaríamos como todo lo anterior.

¿Soy bueno ahora?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora