Capítulo 17

1.6K 120 10
                                    

Salí al pasillo de nuevo y miré a los muchachos, quienes no se habían movido ni un momento de ahí. Algunos cargaban globos y peluches de la tienda de regalos del hospital para animar a Hope y cuando me vieron salir se quedaron expectantes.

Suspiré como si estuviera a punto de decir una mala noticia.

—¿Está bien?

—¿Qué fue lo que te dijo?

—¿Es verdad lo que dijo el doctor?

Los miré uno por uno y luego bajé la cabeza.

—Pues yo...— levanté las manos y sonreí tomándolos por sorpresa, —¡voy a ser papá!

El pasillo se convirtió en un verdadero escándalo cuando los chicos se enteraron. Tuve mucho abrazos, algunos golpes y muchas palmadas.
Al final de todos estaba el enfermero esperándome también para felicitarme.

—Te lo dije, Kas— me estrechó la mano, —pero nunca quieres escucharme.

—Por lo menos pude hacer que tuviéramos una excusa para pelear— me atrajo hacia él y me dio un abrazo seguido de dos fuertes palmadas en la espalda.  

Todos estábamos muy contentos por la noticia.
Yo tendría un hijo de la mujer que amo y los muchachos tendrían un niño o una niña para malcriar y tratar como si fuera su sobrino.

—No puede ser— dijo Hurley distrayendo a todos del festejo. —¿Alguien más se da cuenta de que si antes parecíamos los súbditos de Hope ahora que sabemos que está embarazada seremos sus esclavos?

Cuando hicieron las observaciones correspondientes a Hope y se aseguraron de que todo fuera bien con el bebé, pude sacarla del hospital. Había despedido a varios de los muchachos ya y solo estábamos Marcus, Tanner y yo.

—¿Puedes saber qué es?— me preguntó Tanner.

—No lo sé. El doctor solo me dijo que tenía cuatro semanas...

—Puedes saberlo con una prueba de sangre cuando cumpla las ocho— dijo Marcus.

—Bueno, por lo menos ahora no serás un inútil en nuestras vidas, enfermero— lo golpee en el hombro.

Hope salió caminando como si nada hubiera pasado de la sala de emergencias. Me acerqué de inmediato para besarla.  
Y ella me apartó un momento después.

—Tranquilo, no estaba al borde de la muerte. Solo una ligera intoxicación— sonrió desganadamente.

—Me asustaste mucho.

—A todos— Tanner se acercó y abrazo a Hope. —Niña, deja de darnos esos sustos.

—Perdoname, amigo— le dijo ella frotando su enorme espalda.

—Así que por eso no aceptaste mis tragos. Ya sabía que debía ocurrir algo extraño para que estuvieras así de alocada y sobria. ¿Por qué no nos dijiste nada? Te hubiéramos apoyado...

—No estaba segura y no quería preocupar a nadie— Hope me miró y luego a alguien sobre mi hombro.

Me di la vuelta y me encontré con el oficial Julian bajando de la patruya y mirando a su hija preocupado.
Apenas hace un momento se me había ocurrido que tenía que decirle lo que había pasado antes de que se enterara por los reportes de incendio y había llegado relativamente rápido.

—No le diré nada aún a él— murmuró mi novia. —Aún no sé cómo lo estoy tomando yo, no tengo la menor idea de como lo vaya a tomar él.

Y nos dejó a los tres mientras se iba con su padre.

Suspiré cuando vi que se lanzaba a sus brazos.

—Ella piensa que lo del bebé es una mala noticia para nosotros— dije.

—¿Estás seguro de que no lo es para ella?— el enfermero fue rápidamente contradecido por Tanner.

—No, la conozco. Tiene miedo de lo que vaya a pasar y de no poder con eso, le asusta ser igual que su madre— lo miré asombrado. Prácticamente me había leído la mente. —Pero está pensando como si no tuviera a nadie para ayudarla. Cuando se de cuenta de esa parte va a estar tan feliz por esto como nosotros.

—Estoy seguro de que lo hará— dije. —Ustedes no la vieron ahí dentro... Cuando me sacaron de urgencias ella se quedó acariciando su vientre. Quiere hacerlo pero no está segura.

—Muy bien, papá— Marcus me dio una palmada fuerte en el hombro. —Ahora viene la parte en la que le das la seguridad.

Yo no despegue los ojos de Hope mientras hablaba con su padre.
Aún no creía que dentro de ella hubiera un frijol diminuto que se convertirá en un bebé de carne y hueso, pero cada que lo pensaba me daban ganas de abrazarla y hacerla girar en el aire.

Por supuesto que le daría la seguridad.

—Bueno, creo que nos vemos mañana — dijo Tanner. —Trataré de calmar a los muchachos para que no la vuelvan loca con lo del embarazo. Estaban auforicos hace un momento.

Que si no.
Varios de ellos incluso dijeron que comenzarían a comprarle cosas que Hope necesitaría en unos meses. Tuve que pedirles que esperaran por lo menos a saber que era lo que ella decidía hacer o podría sentirse abrumada.

—Gracias— le dije y se apartó de nosotros hacia su moto. —También gracias a ti, enfermero. Lo digo de un idiota a otro: gracias por ser el mejor amigo de mi novia.

Soltó una carcajada

—Ya sabía que dentro de ti notabas mi importancia en este círculo social— hizo un círculo imaginario con las manos. —Por nada, es un placer apoyarla.

Me abrazo por los hombros y lo miré mal.

—De acuerdo pero si en el futuro esto vuelve a repetirse, no me llames por teléfono hablando en doble sentido porque esta vez te rompere un hueso.

¿Soy bueno ahora?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora