Capítulo 12

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Estuve muy ansioso en el trabajo todo lo que restó del día, no podía dejar de dar vueltas de una moto a otra intentando arreglarlas, pero no me podía concentrar pensando que en otro lado de la ciudad, mi novia estaba sufriendo por algo.

Cuando dieron las siete, Hurley ya estaba bastante enojado con mi comportamiento.

—¿Podrías irte de una jodida vez y dejar de joderme la jodida noche del jodido trabajo?— me dijo apuntándome con un desarmador. —Lárgate con Hope. Nos vemos en el punto.

No lo pensé dos veces antes de quitarme el oberol azul de trabajo que tenía sobre la ropa y tomar el casco de la pared.

—¿Crees que tenga algo que ver con nosotros?— le pregunté mientras me ponía la chaqueta con protecciones.

—No hemos hecho nada en los últimos días- me quedé quieto un segundo y lo miré mal. —De acuerdo, pero no que ella se haya enterado.

En eso tenía razón.

—Bueno, entonces creo que solo ocurrió algo que no tiene que ver con el club.

La caja de una prueba de embarazo apareció en mi memoria para jugarme una mala pasada y ponerme una vez más nervioso.

—Oh, creo que acabas de resolver el enigma— Hurley se burló de mi. —¿Qué es tan malo como para que Kasaquir River se ponga amarillo? Parece que recordaste haber matado a alguien.

—Seguro es otra cosa, si hubiera sido eso ya me lo habría dicho...

—¿Qué cosa?

Lo dejé con la duda por quitarme las mía lo más pronto posible.
Me puse el casco y subí rápidamente a la moto, que un segundo después ya estaba llevándome a toda velocidad hacia el bar.

Los lunes por la noche, la música era generalmente baja, porque Hope creía que había que respetar a los demás establecimientos al rededor del bar, pero esta noche pude escucharla desde una calle antes.

Estacioné mi moto junto a las de los demás. Los estacionamientos que no estaban reservados para nosotros estaban ocupados todos.
Parecía que Hope estaba sacando una buena hucha esta noche.

—Es una bomba— dijo un hombre que iba saliendo con su amigo.

—Es más que eso, esa chica es toda la explosión- se tambalearon al bajar los escalones de la entrada. —Se viste como una abuela a veces y aun así puedo decir que daría la moto por una noche con ese bombón.

—Que no te escuche River porque te va a meter la moto por el...

Me vieron parado mientras los escuchaba recargado en el barandal y el nivel de alcoholismo que ambos tenían se les bajó del susto.

Les sonreí y ellos también.

—Mi novia es hermosa, ¿verdad?— dije.

Se miraron entre ellos y parecieron relajarse, luego rieron.

—Vaya que lo es. Toda la noche la vimos bailando y...

—Oh, entonces vieron como sus curvas y su cabello encajan perfectamente con el resto de su cuerpo y cuando baila parece una reina, una diosa— señalé.

—No cabe duda, hermano.

—Seguro que notaron esto, vengan aquí... —los tomé de los hombros y los llevé a la puerta principal.

Hope estaba bailando animadamente sobre la barra mientras Tanner cuidaba que no se cayera y mucha gente le aplaudía.
Le encantaba bailar, y a mi me encantaba verla haciendolo, pero generalmente cuando se muestra tan despreocupada es cuando necesita mi apoyo.

—Ese bombón que ven ahí- hablé fuerte para que pudieran escucharme sobre el sonido de la música, —al único que empalaga es a mi. Así que si pretenden comérselo, lo más cerca que llegarán es a admirarlo, porque el día que sus asquerosas manos traten de tocarla, se las verán conmigo, ¿entendieron, compañeros?

Solté sus hombros y luego de insultarme entre dientes siguieron su camino.
Me encantaba hacer eso. Lo único malo es que en realidad después de las amenazas nadie se atrevía a acercarse y no podía cumplirla.

Tomé el casco que la moto y entre al River's para colgarlo en su respectivo lugar en la pared junto al de los demás pero mi lugar de siempre estaba ocupado.

—¡Vamos, bailen conmigo!— se escuchó que Hope gritaba.

Simplemente tiré al suelo el casco desconocido y lo cambié por el mío para después unirme a Joe, quien bebía una cerveza mientras observaba a mi novia con cara de susto.

—¿Bebió demasiado hoy?— le pregunté sentandome.

—Ni una sola gota. Por eso estoy preocupado— la señaló. —A esa mujer le pasa algo, no soy el único que lo sabe.

Suspiré.

—Lo sé, pero no quiere decirme.

—No a nosotros, Tanner la tuvo encerrada en la oficina un rato para sacarle la información luego de que llegara de una cita misteriosa, pero eso solo hizo...

—Que se cerrara más— dije y él asintió. —¿Se puso a bailar en la barra luego de eso?

—No inmediatamente, hizo un recorrido por las mesas para animar el ambiente...

Me froté los ojos y le quité la cerveza para tomar de un trago lo que restaba.

—Voy a probar suerte.

—Oh, joven River, ambos sabemos que no es buena idea— me advirtió pero yo seguí con mi decisión.

Me levanté y abrí camino entre el tumulto que aplaudía a mi novia entre las mesas y la barra.

La música era mucho más alta ahora, así que tuve que gritar para que mi novia me escuchara cuando llegue a sus pies.

—¡Bombón!

¡AGARRALAAA, PEGALA AZOTALA, PEGALA, SACALA A BAILAR...!

—¡Hope!

Me escuchó sobre sus cantos y la música. Sus ojos demostraron primero que estaba asustada y luego vi como trataba de safarse de la situación con lo primero que se le ocurrió.

—¡Cielo!— dijo y extendió los brazos.

Imité su acción y ella se dejó caer en mis brazos. Me pasó un brazo por el cuello y me besó.

—Me gustas mucho.

—Lo sé, pero...

—¡No, Kas! Que me pongan esa canción— dió un salto que la bajó al suelo.

—¿Creés que puedas decirme qué te ocurre? Ni yo ni ninguno de los muchachos tenemos idea de nada.

—Eso es, cariño, porque no pasa nada.

Me palmeo el hombro y se escapó de mi de nuevo.

La situación comenzaba a parecerme muy irritante, pero trataba de mantenerme sereno recordando que ella estaba así porque algo la preocupaba.
Quisiera saber que era ese algo y solucionarlo para ella de una vez por todas.

—¡Me gustas como te vistes y como andas, me gusta tu pelo, tu cuerpo! ¡Me gustaría poderte bañar! ¡También secarte... Y VOLVERTE A ENJUAGAR PORQUE ME GUSTAS MUCHO!

Ay, bombón, bombón.
¿Qué es lo que te atormenta?

¿Soy bueno ahora?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora