Capítulo 15

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Mis piernas tiemblan, mis manos sudan y el hollín hace que me ardan los ojos.
Estuve a punto de perder al amor de mi vida, si hubiera llegado un poco antes y no me hubiera quedado con Marcus a pelear, hubiera seguido buscándola y no estaría en el hospital.

Llevo una maldita hora aquí y nadie puede salir a decirme nada sobre ella. La espera es insoportable, quisiera correr ahí dentro y supervisar todo lo que planeen hacerle. 
Tienen que salvarla, si no lo hacen voy a entrar a matarlos a ellos. No puedo vivir sin ella. No puedo...

—Hermano— los chicos del club se acercaron por el pasillo.

Me levanté de la silla y recibí el fuerte abrazo de apoyo de Hurley a quien no le importó que mi ropa estuviera cubierta de tizne negro.

—¿Dónde está? ¿No nos dejaran entrar a verla?...

—Dicen que deben seguir haciéndole pruebas, inhaló demasiado humo. No ha despertado.

—Mi niña— Bob miró preocupado la puerta de urgencias. 

Todos tenían una cara horrible de preocupación, pero la mía... debía parecer un muerto en vida.

—Tuve que sacarla de ahí desmayada— murmuré. —Tenía sus ojos cerrados y no se movía su pecho, no podía escuchar su corazón por más que la pegaba a mi...

—Todo va a salir bien— Tanner me dio un abrazo junto con unas fuertes palmadas en la espalda. —Es demasiado terca para dejar que esto la mate.

—Si algo le pasa..., será mi culpa.

Hurley había tomado mi lugar en la silla y se limpiaba las lagrimas antes de que las viéramos.
Al otro lado del pasillo, lejos, muy lejos de nosotros estaba Marcus con la mirada perdida en el vacío. Estaba igualmente lleno de hollín y se notaba la culpa que sentía.
No sentí compasión por él.

—No digas eso. Es fuerte, tu la conoces. No nos va a dejar.

—¿¡Pero quién demonios la dejó irse sola!?— Joe golpeó la pared. —Esto es culpa nuestra. Todos los malditos fines de semana bebemos hasta perder la conciencia. Sabíamos que Hope estaba mal y aún así lo dejamos pasar.

—Hermano, tranquilízate, no es momento de buscar culpables...

—¡Es que se supone que nosotros debemos cuidarla y mira donde está!— le gritó a Bob. —¿¡Qué diablos hacía metida en esas viejas carcachas?!

Estaba recordando.
Eran las misma casas rodantes que desde hace años habían dejado ahí los clubes para quedarse cuando estaban muy borrachos para irse en moto y no tenían de otra más que quedarse.
En la casa rodante que se incendió primero ella me había dado uno de los mejores momentos de mi vida y ahora estaba hecha cenizas.

Caminé lejos de los muchachos hacia la salida. No planeaba irme, pero necesitaba aire, si no salía a respirar.

—Kas...— el enfermero se levantó del suelo del pasillo y me siguió.

—No colmes mi paciencia, Marcus— abrí la puerta y el aire frío de la noche me golpeó el rostro.

Marcus salió detrás de mi.

—Lamento mucho no haberte dicho pero ella misma me lo pidió.

—Lamente haberte partido la cara— hace mucho que no fumaba, pero estaba tan molesto y preocupado a la vez que le pedí uno a un hombre junto a nosotros y le di una calada. —En realidad no lo lamento. Y cada vez que pienso en ti con ella de esa forma me entran ganas de arrancarme un ojo con los dedos, pero quiero que ella despierte primero para poder matarte sin culpa.

Levantó ambas cejas sorprendido.

—¿De qué forma?— levantó las manos. —Solo la acompañé a hacerce pruebas hoy al hospital. Estaba muy nerviosa como para pedirte a ti que la acompañaras.

Exhale el humo mentolado.

—¿Estaban en el hospital?— pregunté. —En mi baño había un test de embarazo.

—Lo hizo pero para estar segura me pidió que la llevara con mis colegas a hacer un examen— me frote los ojos. —Pensé que me habías golpeado porque estuve con ella en eso en vez de decirte.

No puede ser, soy un completo idiota.
¿Cómo siquiera pude pensar que me había engañado? ¿¡Y con el enfermero!?
Hope definitivamente tiene mejor gusto que eso.

—Ahora me siento estúpido.

Fijé los ojos en los moretones y la sangre de la cara de Marcus y me volví a contradecir a mi mismo. Hace mucho tenía ganas de hacerle eso.

—Cuando me llamaste me dijiste que yo tenía la culpa por no ponerle atención— murmuré.

—Lo dije porque estaba preocupado por ella. Me refería a que no lo sospechaste antes y le preguntaste para que no llegara a sentirse así sola— explicó. —Dije que debiste saber que me buscaría a mi para que la acompañara a las pruebas, no por otra cosa, neandertal imbécil.

Me mordí los labios luchando contra mi para no golpearlo, ya que esta vez si me sentiría culpable.

—Me diste a entender que estabas con ella— lo señalé. —Me dijo que lo que le pasaba me rompería el corazón, ¿eso por qué...?

El ruido en el pasillo de la sala de espera me hizo girar. El doctor había salido de nuevo y esta vez se miraba más relajado.
Marcus y yo prácticamente corrimos adentro de nuevo. 

—Familiares de Esperanza Julian...— él no había dicho ni media frase cuando todos estábamos atentos. —¿Ustedes?

—Somos su familia— di un paso al frente. —¿Cómo está Hope?

El tipo de la bata blanca nos inspeccionó de pies a cabeza y me dieron ganas de estrangularlo, pero para bien suyo comenzó a hablar.
Tenía que calmarme, el día de hoy me puse demasiado violento y si ella despertó no puedo dejar que me vea así.

—Bueno, inhaló muchos gases tóxicos como dije antes pero ya están recibiendo la atención adecuada y casi comenzó a respirar se manera normal, van a estar bien. Cuando despierte podrán entrar a verla de uno por uno...

—Espere un segundo, doctor— lo detuve a media explicación, —¿ya "están" recibiendo la atención? ¿Hay más de uno...?

Y por fin estaba a punto de saber la verdad, en mi cabeza no estaba seguro de si quería una negativa o si la idea de tener un bebé con Hope me había enamorado.

Su rostro se cambió completamente. Cambió de color y sus ojos se ensancharon como si hubiera dicho una muy mala broma.

—¿Está jugando?— preguntó.

—Juego con muchas cosas menos con los que se refiere a la chica que amo. Dígame a qué se refiere.

—Joven...— me miró a mi y luego le dio una mirada a cada uno de los muchachos hasta volver a mi, —su novia está esperando un bebé.

¿Soy bueno ahora?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora