-Ahí estás, mujer, te estábamos esperando- dijo Bob cuando entramos Hope y yo al bar.
-¿Por qué no hay gente? ¿No han abierto?
-No queríamos que estuviera lleno de gente cuando nos pusiéramos cursis- respondió acercándose a abrazarla.
Me reí y me aparté dejándoles espacio.
-Ay, Bob. Gracias- estrechó al enorme hombre en sus brazos diminutos.
-Es intervención en grupo, no solo de Bob- Tanner también de acercó y la abrazó.
Uno a uno se fueron uniendo al abrazo grupal hasta que no pude ver dónde estaba mi novia.
La escena era demasiado sentimental para unirme.-Van a sacarme el aire- dijo. -O los bebés.
-Sabemos que anoche no fue lo que esperabas y te pones dramática si no te consentimos luego de una escena como la de ayer.
Se separaron y la dejaron libre.
-Te dejamos en la oficina un pastel de zanahoria cortesía de Marcus y un montón de chucherías comestibles y no comestibles.
-Mi esposa me dio todas las uvas de la casa para que te las trajera porque sabe que te encantan.
Hurley se puso a un lado de mi mientras los demás le contaban a Hope todo lo que le habían dejado en la oficina para que se relajara porque no era sano para los bebés que guardara tensión.
-No necesitarás niñeras, ¿eh?- me dijo.
-Para nada, te tengo a ti- le di una palmada en el hombro.
-Oh, no, hermano. Espero que para cuando quieras dejar a tus hijos con otra persona yo ya tenga a los míos también.
Esperaba que si.
Hope subió las escaleras junto con todos para ir a ver si oficina y nos quedamos solos Hurley y yo abajo.-¿Cómo van las cosas en el taller?
-Nada que necesite tu presencia, puedes seguir disfrutando de cuidar a tu prometida embarazada.
Prometida.
-Maldita sea- solté y asusté a Hurley.
-Yo pensé que querías seguir con ella...
-No, hermano. Es que aún no es mi prometida- recordé como habían pasado las cosas anoche y en qué momento había llegado su madre a la cena. -No pude pedirle que se casara conmigo.
Busqué a mi alrededor como si fuera a encontrar la solución a mi problema. Ni siquiera recordaba qué había hecho con el anillo.
-El anillo, ¿¡dónde está el anillo!?
Hurley me tomó de la camiseta y me sacudió.
-¡Controlate!- me gritó. -Lo tiene el enfermero. Anoche lo dejaste sobre la mesa cuando todo se volvió un caos y él lo tomó.
Perfecto, ¿qué se supone que haga ahora?
-Necesito pedirle matrimonio, Hurley, lo más pronto posible- ahora lo tomé yo de la camiseta. -¿¡Qué si no quiere casarse con la barriga enorme por los gemelos y me dice que hasta que hayan nacido!?
Me dio una bofetada y me señaló.
-Piensa con la cabeza fría, hombre, sé creativo.
-¿¡Por qué carajo me golpeas!?
-¡Porque tenía muchas ganas de hacerlo y punto!
Le di un golpe con el puño en el abdomen y se dobló por el dolor.
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¿Soy bueno ahora?
Teen FictionUn niño rebelde que perdió a su madre en una moto, un adolescente descarriados que una hermosa chica metió en cintura, un joven asustado que perdió también a su padre y por pensar que era mejor estar solo, casi pierde al amor de su vida. Fui todos y...