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—Bebe toda el agua que puedas —le recomendó Kiba— Así no tendrás tantos dolores mañana. 

—No servirá —respondió ella— Mañana no me voy a poder mover, no sé cómo estoy de pie ahora...

—Pues tendrás que hacerlo —le dijo Naruto severamente— No me importa como lo hagas pero cuando estemos en una misión, tenemos que hacer lo imposible por seguir adelante.

Genial, eso significa que no iba a tener ni un día libre para recuperarse.

— Por cierto date un baño de agua caliente también —continuó diciéndole e indicándole Kiba como buen médico— Y después con agua fría, mejor si es en una bañera con hielo.

Sakura lo miro con cara de espanto, jamás había soportado bañarse con agua helada y de solo pensarlo le entraron escalofríos, los demás vieron su reacción y se echaron a reír. Excepto claro Naruto y el tal Sharingan o Sasuke como creía ella que se llamaba, ellos se pusieron más serios aún ante su expresión.

Decidió ignorarlos—Bueno chicos, ha sido fantástico pasar la tarde con ustedes —mintió descaradamente Sakura con una sonrisa— Pero no puedo quedarme a qué sigan torturándome, ya esta oscureciendo y tengo que volver con mi grupo para ir a casa y...

—Buena suerte con eso —dijo Naruto— Se fueron hace una hora.

Sakura se giró y comenzó a ver con horror a su alrededor, vio como el campo estaba totalmente desierto. Incluso el entrenador Gai se habia ido hace mucho tiempo.

En el aparcamiento todavía quedaban algunos coches, eran siete así que seguramente eran de los miembros de su equipo.

—Yo puedo llevarte a casa —se ofreció Lee rápidamente y con entusiasmo.

—No te fies de él —advirtió Neji rápidamente— Conduce como un puto loco, mejor te llevo yo.

Kiba soltó un resoplido— Olvídalo Byakugan tu eres capaz de fingir un choque para asustarla y reírte, yo te llevo Pink.

—¿Y por qué la llevarías tú Wolf? si tú..

—Cállense todos, la llevo yo y se acabo —dijo Naruto mientras se ponía de pie, su voz de mando silenció la disputa entre todos los hombres— De todos modos tengo hablar con ella de algunas cosas.

Luego de eso no hubo más ofrecimientos ni más bromas. El jefe había hablado y nadie pensaba contradecirlo.

—Vamos —le dijo a ella y comenzó a caminar hacia el aparcamiento.

Sakura lo siguió resignada, después de todo no creía que nadie más se atreviera a llevarla luego de la orden de Naruto.

Al acercarse vio que había dos tipos de vehiculos: tres coche deportivos y cuatro todoterrenos. Ella esperaba que el de Naruto fuese de los deportivos, que eran más bajos y así sería más fácil meter su dolorido cuerpo en el asiento del copiloto. Pero por supuesto ese no era el caso, Naruto se dirigía hacia uno de los todoterrenos.

Abrió la puerta del conductor de un todoterreno negro mate, el vehículo era totalmente negro en todas sus partes, no había ningún otro color ni siquiera en los rines o en las manillas de las puertas.

Parecía el coche de Batman.

—¿Como encuentras esta cosa en la oscuridad? —le dijo Sakura— Es demasiado negro.

—Se me da bien conseguir cosas en la oscuridad —respondió él, tan serio como siempre— Está abierto, sube.

Como si fuera tan fácil.

Sakura abrió la puerta del copiloto y miró el interior, el suelo del coche estaba a treinta o cuarenta centímetros por encima de las ruedas lo cual lo hacía más alto que un todoterreno común. Normalmente ella hubiera podido subir sin problemas, pero aquel no era su caso hoy, pues todos los músculos de su cuerpo le temblaban debido al cansancio y subir hasta allí arriba suponía ahora un esfuerzo supremo para ella.

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