Élite

•34•

Cerró los ojos por acto reflejo.

Iba a morir.

Iba a morir.

Oyó un ruido sordo más atrás y luego el ruido de un disparo, su cuerpo pegó un salto del susto más no sintió ningún tipo de dolor. Abrió los ojos y miró como el pecho del hombre se llenaba con una mancha de color rojo, al mismo tiempo vio como se tambaleaba hacia atrás sin dejar de apuntarle.

Un segundo disparo se escuchó, este le dio de lleno en la frente y cayó como una muñeca de trapo en menos de un segundo. No conseguía asimilar todo lo que estaba pasando, el cadáver que tenía a sus pies se le salía el tejido cerebral por el agujero que tenía en la parte posterior de la cabeza, pero ella no tenía fuerzas para levantarse y alejarse.

Sakura tomó aire jadeando, levantó la vista e inmediatamente vio como Sasuke estaba parado a unos metros de ella, todavía mantenía la posición que usaba cuando iba a disparar a alguien, más atrás Lee venía corriendo hacia ella. El muchacho tenía una expresión sombría y seria; no quedaba ni rastro del incorregible bromista del equipo.

Miró el cadaver y agarrándolo de un brazo lo alejó de ella.

—¿Estás bien?

No.

Quizá.

No respondió, no podía, lo único que podía hacer era mover los labios como un pez e intentar respirar. Su cerebro le decía que estaba bien, que lo único que le ocurría era que le faltaba el aliento, pero su cuerpo que estaba en shock no aceptaba aquel argumento. No podía respirar y, de repente, eso era lo más importante.

Tuvo la sensación de que todo el equipo se acercaba a ella y la rodeaba, sin bajar las armas. Vio a Sharingan, que estaba vivo e ileso, aunque no estaba segura de cómo había podido suceder.

Naruto apareció en su campo de visión, con una expresión tan salvaje que, de haber podido, ella habría echado a correr. Sin embargo, él se colocó sobre ella como un escudo protector, con su HK MP7 en mano, mirando a su alrededor en busca de posibles amenazas. Wolf se colocó a su lado, pero antes de que pudiera hacer nada, Naruto debió de darse cuenta de lo que le ocurría, porque se inclinó hacia ella y la miro a los ojos profundamente.

—Respira —le susurró suavemente— estamos aquí, nada va a pasarte.

De repente ella pudo inhalar aire y llenarse los pulmones, aún respiraba temblorosamente. Se colocó de costado torpemente Naruto y Wolf no se movieron, estaba rodeada de hombres. A ella le dolía la garganta y el pecho y tenía un pitido en el oído derecho.

—¿Te ha alcanzado alguna bala? -le preguntó Wolf con urgencia, pero todavía no podía hablar, así que hizo un gesto negativo con la cabeza.

—¿Qué demonios ha ocurrido? —preguntó Naruto.

Sakura necesitaba sentarse para poder toser con más eficacia, le dio un golpecito a Naruto en la rodilla. Él no se movió, ella tenía la sensación de que, si no conseguía levantarse, se iba a ahogar.

Miró a Wolf, pero él estaba vigilando la selva, ahora que ya sabía que no había recibido ningún disparo. Le dio un puñetazo a Naruto en la rodilla, con toda la fuerza que pudo y lo empujó. Aquella mirada depredadora se clavó en ella, y lo entendió. Se inclinó y tiró de su brazo para ayudarla a sentarse.

—Gracias —dijo ella, aunque la palabra sonó ininteligible.

—Repito, ¿qué ha pasado? —inquirió Naruto.

Fue Lee quien respondió: —De repente Pink se ha puesto manos a la obra, yo no vi a ese cabrón hasta que ella se lanzó hacia él y le golpeó en el costado. Parecía una tacleadora, una tacleadora pequeña, pero, de todos modos... el tipo le hubiese acertado a Sharingan si ella no llega a embestirlo así, rebotó contra él y cayeron colina abajo, luego se giró hacia ella y  Sharingan le pego un tiro en el pecho y, después, otro en la cabeza.