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—Los odio, los odio a todos.

Aquella frase se había repetido en su cabeza durante las semanas siguientes, los entrenamientos la dejaban tan cansada que los días se confundían unos con otros. No sabía qué día de la semana era así que se levantó de madrugada como siempre, se preparó y se marchó al punto de encuentro con la camioneta.

Sin embargo cuando miró su teléfono móvil se dio cuenta de que era domingo y entendió por qué era la única que estaba en el aparcamiento a esas horas.

Volvió a casa y se tiró de cara sobre la cama.

Durmió hasta mediodía y se despertó a causa de una llamada en su teléfono móvil proveniente de su madre, la cual empezó a regañarla por no haber llamado durante días.

—Mamá tranquilízate —contestó ella aún medio dormida— te envíe un mensaje diciéndote que estaba bien.

—¡Eso fue hace dos semanas! —reclamó— Y yo te envíe uno hace dos días y no me has respondido.

— Ah —dijo ella en medio de un bostezó, trató de sentarse sin éxito — lo siento mucho, he estado tan ocupada que no he podido ni mirar los mensajes.

—¿Cuántas horas estás trabajando?, Sakura no es nada sano perder horas de sueño recuérdalo —el tono maternal se hizo presente— ¿estás comiendo bien?.

—Si mamá, estoy comiendo —respondió ella aunque no recordaba qué había cenado la noche anterior, o si había cenado.

Debía de haber cenado, por supuesto que si, pero había tantas cosas que ahora hacía en automático que tenía que esforzarse para recordar que estaba comiendo últimamente. Bueno.. al menos recordaba que había desayunado aquella mañana.

—¿Qué estás comiendo?.

—Esta mañana me he tomado cuatro croissant con mermelada y mantequilla —había desayunado de manera apurada y ahora le daba mucha rabia no haberse dado cuenta de que era domingo y de que podía haber desayunado sentada a la mesa, con un tenedor y un cuchillo.

—Necesitas unas vacaciones.

Su madre no comentó nada del extraño gran apetito que tenía ahora su hija, por otro lado lo que le decía era cierto pero...

—No puedo tener vacaciones hasta que termine el periodo de formación.

—Hace meses que no te vemos —recalcó molesta— ¿cuánto se supone que va a durar esa formación?.

¿Meses?, no podía ser cierto... hace nada ella había estado en casa por Navidad y ahora estaban en... miró el teléfono.

—¡Septiembre, es imposible!.

¿Cómo había pasado tan rápidamente el tiempo?, había empezado el entrenamiento en Junio y ya se le habían pasado tres meses en un abrir y cerrar de ojos.

—Es un programa de seis meses mamá, pero pueden prolongarlo si instalan tecnologías o programas nuevos.

Todo era cierto, salvo la parte de los seis meses, todo dependía del tiempo que pasara en el ordenador, aprendiendo a manejar el dron, más la suma del tiempo que tomaría su formación física.. era imposible calcular cuánto tardaría en completar el programa.

Lo cierto era que aunque quisiera saber un estimado de tiempo aquel periodo de entrenamiento iba a durar lo que fuera necesario, porque no iban a permitirles dejar el campo de ejercicios hasta que estuvieran preparados.

—¿Y no vas a poder tomarte unos días libres para venir?, todos queremos que estés aquí.

—Lo dudo —respondió Sakura.

—Pero... te deben muchas vacaciones.

Podían seguir así todo el día, aquel era el tipo de persona que era su madre, para ella la familia era siempre lo primero.

—Puedes reincorporarte a la formación luego de un fin de semana de descanso ¿no?.

—No mamá, me despedirían —dijo ella— en estos programas de formación no hay días libres, a no ser por el fallecimiento de un familiar y no quiero que eso suceda.

—No está bien.

—Yo conocía las condiciones cuando firmé el contrato —con resignación explicó— ¿quieres que lo deje todo?.

—No, pero sí quiero verte más de una vez al año —se quejó— puede que hagamos un viaje allí, ya que tú no puedes venir aquí.

—Eso sería genial —respondió Sakura aunque enseguida sintió pánico al pensar en que sus padres pudieran ver cómo llegaba a casa al final del día.

No iba a poder convencerles de que el sudor, la suciedad y los moretones eran resultado de un programa de formación informática.

—Pero acuérdate de que solo tengo un día libre a la semana y de que estoy trabajando como mínimo diez horas al día —rápidamente intento tumbar la idea—papá y tú estarían solos la mayor parte del tiempo, aunque sería una buena oportunidad para visitar museos y edificios históricos.

Odiaba tener que evitar esa visita, a ella le encantaría ver a sus padres y por eso iba a tener que preguntarles a los miembros del equipo que estaban casados cómo se las arreglaban para conciliar el trabajo con la vida familiar. No podían mantener en secreto todo, eso no podía funcionar y sobre todo teniendo en cuenta que los miembros de BIJUU podían pasarse días o semanas fuera de casa durante las misiones.

— No lo sé —dijo su madre no muy convencida, eso significaba que no iban a aparecer por allí muy pronto— ¿seguro que estás feliz con un trabajo que te exige tanto tiempo?.

—Es interesante —dijo Sakura— es intenso pero estoy aprendiendo mucho y, aunque no me quede en este trabajo más que unos pocos años, el aprendizaje sí me lo quedaré para siempre.

Todo era cierto y más cierto a cada día que pasaba, a ella le encantaba trabajar con el simulador de drones y aunque ni sus compañeros ni ella habían visto aún el verdadero dron que usarían en las misiones, tal vez se los mostraran pronto y estaba impaciente por verlo. Su jefe la había asignado a un equipo y supo desde el principio que aquello era lo último que quería, pues todavía detestaba el ejercicio fisico... pero luego de un tiempo estaba empezando a sentirse como pez en el agua dentro de aquel mundo.

Demonios estaba loca.

Continuará

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Holaa♥️
Ha pasado un tiempo desde que no actualizo y pues para no dejarles tan en el aire he hecho este pequeño corto.

¡Voten y comenten para más!♥️

(Puede que hoy hagamos un especial👀)

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