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Naruto

—¿A qué distancia está el paquete? —preguntó Naruto.

—A la suficiente como para sentirse seguro —respondió Kisame con sequedad, no tenía una mirada amistosa, pero él no esperaba amistad, sino cooperación.

A Naruto no le importaba si Kisame era simpático o no, lo único que quería era su colaboración.

—¿Cuánto tiempo se tarda en llegar?

Kisame se encogió de hombros— Quince minutos, un kilómetro y medio más o menos.

Eso estaba dentro del radio de acción de Blue Bird, Naruto miró a su alrededor, no le gustaba dejar allí a Sakura, pero su trabajo era permanecer en una situación segura y proporcionarle una vigilancia extra al equipo. Si se la llevaba, no cumpliría ese propósito, porque no podía caminar y dirigir el dron al mismo tiempo. Eso le planteaba una decisión: o separar al equipo y dejar a un par de miembros con ella o llevárselos a todos para maximizar las posibilidades de éxito de la misión.

Lo más importante era el éxito de la misión.

Si el informador tenía tanto miedo que se estaba escondiendo incluso de sus rescatadores, seguramente tenía sus motivos, lo cual significaba que otros también podían estar buscándolo. Podía resultar que aquello se quedara en una sencilla misión de rescate y salida del país, pero la experiencia y el instinto le decía algo distinto.

—Voy a dejar aquí a un miembro de mi equipo —dijo él— para que se encargue de las comunicaciones.

No iba a contarle a nadie lo de Blue Bird y que estaba en manos de Pink hacer volar al dron sin que nadie se diera cuenta. Seguramente ya lo estaba haciendo. Miró a su alrededor y vio a Byakugan y a Lee hablando con Deidara, lo cual significaba que ella estaba a solas en las ruinas, haciendo su trabajo con el dron. Blue era tan silencioso que nadie notaría su presencia por la noche.

—Ah —dijo Kisame— eso está bien, entonces puedo dejar a Deidara con él.

—Voy a hablar con él y ahora mismo vuelvo —dijo y entró en las ruinas, cuando él apartó la cortina negra ella alzó la vista.

Ya tenía preparado el ordenador, como él había pensado. La única iluminación era la que provenía de la pantalla, y su cara tenía un aspecto macabro. Se había quitado el casco, y tenía el pelo húmedo de sudor, como la piel. A él le gustó aquel aspecto suyo, pero en realidad siempre le gustaba. Además había sacado la pistola de la funda y la tenía en la mano, para ahorrar tiempo si la necesitaba.

—¿Si? —ella lo miró y después volvió a mirar la pantalla, nunca mantenía el contacto visual más de lo necesario.

Él entendía aquel límite y lo respetaba, le habría gustado traspasarlo, pero lo respetaba... por el momento. Lo que no sabía era cuánto tiempo podría seguir haciéndolo.

—El tipo rubio se va a quedar aquí contigo, para que estés atenta.

—Muy bien —dijo ella— ¿Sucedió algo con el otro tipo?

—Aun no lose pero esto puede ponerse complicado, alguien debe de estar persiguiendo al informador o no estaría tan asustado —tomo más fuerte su fusil de asalto M16A1— no se lo que podemos encontrarnos allí cuando lleguemos a recogerlo y eso si no se arrepiente y sale corriendo.

—No podemos hacer nada al respecto, o el informante está allí o no está y si hay alguien por esa zona, Blue lo verá.

Naruto miró la pantalla que ella estaba operando, en efecto el dron ya estaba volando. Sakura lo tenía flotando silenciosamente sobre las ruinas, rotando lentamente por encima de cada uno de los miembros del equipo, podía ver cómo Deidara y Kisame estaban juntos, parecía que tenían una conversación muy importante.

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