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Naruto

Sus pasos eran como los de un león enjaulado, iba de un lado a otros por el pequeño pasillo blanco, la impaciencia estaba haciendo mella en él desde hace horas y la única forma que encontraba de tranquilizarse era moviéndose y quemando energía. Levantó la vista hasta el letrero que decía quirófano, el cual aún encontraba encendido en rojo indicando que dentro aún estaban operando. Suspirando se pasó la mano por el cabello, en un gesto desesperante.

—Ouch —susurro al sentir como se había rozado sin querer la herida que tenía en el pómulo izquierdo, producto del golpe que había recibido horas antes.

Como si aquel ardor fuera un recordatorio se giró a mirar al causante de tal herida, pues allí a unos metros de donde se encontraba estaba Konohamaru, recostado contra la pared del fondo sin siquiera dirigirle una mirada. Estaba pálido e incluso desde la distancia Naruto pudo ver como el chico temblaba.

Se giró de nuevo hacia las puertas del quirófano, el mismo podía sentir como sus manos también temblaban ligeramente.

••••••

5 HORAS ANTES

—Es mi hermana... es mi hermana... ¡ES MI HERMANA, SAKURAAA!

Después del shock inicial que le había supuesto ver como Konohamaru se lanzaba prácticamente al cuerpo de Sakura gritando como un loco, Naruto no pudo más que desear que aquello fuese una broma. Cual era la posibilidad de que cualquier persona del equipo se topase con un familiar en una misión, se suponía que nula.

Pero aquel no era su caso.

La cabeza del rubio iba a mil por hora, aún no se había recuperado siquiera de la impresión de ver el pequeño cuerpo de la chica a la que quería prácticamente aplastado y con un charco de sangre debajo, todo iba demasiado rápido y aun así no era momento de dudar; tenía que actuar.

Antes de darse cuenta sintió como un puño impactó rápidamente en su mejilla izquierda, casi lanzándolo a un lado, desorientado por el repentino impacto no vio venir cuando después dos manos lo sujetaron del cuello de su uniforme.

—¡Sargento! —se escuchó la alterada voz del cadete de lentes que los había acompañado.

—¡TU HIJO DE PUTA! —esta vez la voz era de Konohamaru, quien había comenzado a apretar su agarre en la ropa del rubio.

Naruto en acto reflejo también le puso el antebrazo en el cuello del castaño, intentando alejarlo de sí mismo, pero controlandose para no hacerle una llave que lo pusiese en el suelo en menos de un segundo. Aún necesitaba su ayuda para sacar a Sakura de aquel lugar y dejarlo inconsciente no era una opción que pudiese tomar.

—¿¡QUE DEMONIOS ES LO QUE PASA AQUÍ, PORQUE MI HERMANA ESTA EN ESTE LUGAR Y EN ESE ESTADO?! —le había vuelto a gritar Konohamaru con absoluta rabia, ambos estaban forcejeando por ver quien se hacía con el control— ¡Sabia que algo raro estaba pasando, lo sabia pero esto...!

—¡Sargento por favor tranquilícese! -
—hablo Udon alterado, quería interponerse entre esos dos, pero sería como meterse en una pelea de leones furiosos.

—¡No, esto es su culpa! —rugió el castaño furico- ¡Voy a destrozarte como no me digas..!

—¿¡Quieres culparme?! —esta vez respondió Naruto aumentando la presión un poco, haciendo que Konohamaru retrocediera unos pasos— ¡BIEN, PUEDES CULPARME! ¡ACEPTARE TODA LA CULPA!

Ambos soldados guardaron silencio sorprendidos del arrebato.

—¡ESTO ES MI CULPA, LO SE MEJOR QUE NADIE! —grito una vez más para después bajar la voz diciendo lo siguiente: — No supe ser un líder... ¿Que clase de líder soy si no puedo garantizar la seguridad de todos mis compañeros?, peor aún.. ¿Que clase de hombre soy si no soy capaz de proteger a alguien que me importa? —de repente las manos que alejaban a Konohamaru de si mismo cayeron derrotadas a los costados de su cuerpo, los ojos comenzaron a picarle en deseos de llorar y su voz se había vuelto un lamento— incluso si muero en el intento lo único que quiero es salvar a Sakura... por favor, por favor solo ayúdame a lograrlo y después podrás golpear todo lo que quieras.

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