•46•

970 117 18
                                        

Hospital Militar, Estados Unidos.

Durante la siguientes horas Konohamaru volvió, se había cambiado de ropa y estaba recién afeitado, estuvieron hablando un rato y él la actualizo mas detalladamente sobre su estado; al parecer lo peor para ella ya había pasado y por suerte, gracias a la inconsciencia y los médicos que la atendieron en la base militar, ella ni se había enterado.

Salvo que de ahora en adelante tendría que llevar las cosas con calma, no solo había perdido muchísima sangre debido a sus heridas, sino también los huesos de sus caderas y piernas estaban en su mayoría fracturados, no le quedarían secuelas graves salvo algunas terapias para poder caminar y correr con normalidad en el futuro.

—Konohamaru —lo llamó entonces, sabía algo que le rondaba en la cabeza desde que había despertado— ¿Cómo fue que me encontraste?, dijiste que me viste en esas ruinas pero... ¿como sabias tu que había alguien allí?

Konohamaru soltó un suspiro pesado: — Quizás un milagro o mi desgracia, desde donde lo vea, pero por suerte me tope con tu jefe en medio del desierto.

Sakura levanto la mirada de sus manos juntas hasta su hermano, los ojos bien abierto y la sorpresa reflejada en su rostro ante este descubrimiento.

—¿¡Con Naruto?!

—Si, lo encontré a más de medio camino de tu posición, mi equipo y yo pensamos que era un total loco cuando lo encontramos —dijo el muchacho rascándose la mejilla con un dedo, como si el recuerdo de ese momento fuese absurdo— nos lanzó su arma a los pies y uno pensaría que al estar desarmado eso lo pondría sumiso, pero ese tipo tiene un aura bastante potente... no tardó ni un segundo en ladrarnos órdenes.

Sakura soltó un jadeo de sorpresa: —Asi es el.

—Cuando nos dijo que un miembro de su equipo se había quedado atrás y volvía el solo a buscarlo, mi primer pensamiento fue que aquello era una trampa, pero bueno mostró sus placas y resulta que ese cabronazo trabajó muchos años en el ejército —ahora Konohamaru resoplaba con molestia— ¡Es decir, el tipo es cercano al Sargento Jiraiya, ¿¡te lo puedes creer?!

—Bueno.. —no sabia que decir ante tanta información y nombres desconocidos.

—Ah, perdón —se disculpó rápidamente el castaño— el caso es que le prestamos apoyo y lo llevamos hasta esas ruinas, yo no sabía que el miembro de su equipo se trataba de mi propia hermana y cuando te vi allí fue una sorpresa nada agradable.

—Konohamaru, lo siento mucho..

—Entiendo —la cortó el— no podías decírmelo, sé que donde trabajas es una organización que no está demasiado dentro de la ley, al principio no quería entenderlo e incluso golpee a tu jefe.

—¿¡QUE TU QUE?! —chillo Sakura alterada imaginado la escena— Ouch, ouch.

—He he tranquila —se levantó a asistir al ver que hacia muecas de dolor debido al movimiento brusco de su cuerpo— realmente no soy rival para ese tipo, así que solo fui yo dandole un puñetazo y el dejando que lo golpeara. ¿Quieres que busque algunas almohadas para que estés más cómoda?

—¡No, quie–quiero que sigas contándome!

—Vale, vale —con señas de rendición volvió a su asiento— el caso es que por una cosa que me dijo el Sargento decidí acercarme a hablarle, para entonces tu ya estabas en cuidados intensivo fuera de peligro, él me contó acerca de los BIJUU y sobre tu papel en su equipo. Además se mantuvo a tu lado todo el tiempo que estuviste internada en la base militar así que supongo que no puedo odiarlo del todo por lo que hizo.

ÉliteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora