46

1K 165 11
                                        

Le había tomado por sorpresa saberlo. Dos hijos.

Le había parecido lo suficiente extraño verlo ahí, no siempre te encontrabas con un adulto en un parque.

Ryujin corrió a la resbaladilla y la siguió con la vista.

Cuando preguntó a Jaebum por aquellos niños, realmente pensó que se trataría de sus sobrinos o primos, debido al gran parecido que tenía con ellos. Sin embargo nunca pasó por su cabeza que fueran sus hijos.

Si bien lo preguntó así, era para tomarle el pelo un rato.

El chico no parecía alguien de tener hijos. Cuando mucho un gato.

No lo había visto en semanas. ¿La razón? Era simple. La sensación de haberlo visto en algún otro lugar, no había abandonado su ser desde que su padre los presentó.

Y no tuvo duda alguna. De qué era el chico del restaurante. Ese del cual no le dejó ponerle la atención suficiente a Mark mientras hablaban. Era como si este le hipnotizara.

Jae era guapo. Muy guapo.

Suspiro fuertemente. Su trabajo evitando a ese chico, había terminado ahí.

Debía convivir con más personas según Wang.

Pero no iba a enamorarse o caer por Im.

Su corazón debía quedarse con Jisoo.

¿Aún así por que le molestaba que Jaebum tuviera hijos? ¿Que hubiera posibilidad de que estuviera con alguien más?

—¿Por qué no me dijiste que Jae trabajaba contigo? —Mark discutía en camino a la guardería. Jinyoung no había ido a trabajar, era su día de descanso. Por eso se había dedicado a ayudar a Wang, junto con Ryujin.

—¿Tu por qué no mencionaste que tenía hijos? —Interrogó Park. —Fue un poco incomodo. "¿Esos son tus hijos?" —Arremedo su propia voz.

—Claro que te lo dije. —Bufo el mayor. —¿Acaso estabas tan perdido en el? —Sé burló.

Park mejor prefirió callar.

—Appi rojo. —Dijo Ryujin. Y desatando la carcajada de Wang.
-  -   -

—¡Vamos! Deberías estar feliz. —Hablo el de cabellos castaños a su amigo del alma.

—¿Qué tiene de feliz esto, Chan? —El tema en sí le mataba. No quería ni tocarlo. Pero necesitaba un consejo de su mejor amigo.

—Mirale el lado bueno. Ambos estamos igual, nuestros hijos también podrían ser mejores amigo...

—No compares situaciones. —Interrumpió la ilusión del australiano. —Que tú novio y tu, se hayan matado todo el año para que por fin tengan una familia, no es lo mismo a un error.

—No hables así Bam... —Chan realmente quería tranquilizarlo, dándole un abrazo pero este le empujó con fuerza.

En serio que el Tailandés estaba harto.

Tanto que no pensaba con claridad.

—No es mi culpa que hayas tenido que pasar por estudios de fertilidad para tener esto y para mi haya sido tan fácil como un maldito condon roto.

Le dolió. Le dolio bastante a Chan haber escuchado eso.

Porque siempre que dijo que era un doncel sin funcion, Bam intentaba animarlo pero ahora decía la verdad.

Solo se alejó. Dejando solo a Bam sin decir nada más. Pues bien sabía que sí lo hacía se quebraría.

Home - Bnior [[Editando]] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora