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—Appa—. Jae, apenas comenzaba a conciliar el sueño después de haber ido al baño. Escuchar la voz de un niño pequeño al principio le asustó, tanto así que terminó dando un agudo grito.

Logrando asustar a su pequeño hijo al punto de hacerlo llorar. Por siguiente, el Im mayor tomó al menor con tal de consolarlo.

—Ya, ya todo está bien...— Im dudo, no sabía de cuál de ellos mellizos se trataba, y el estar medio dormido no ayudaba, ¿Era Yeji? ¿O era Hyunjin?. Seguramente era Yeji, si. Las niñas tenían el cabello largo.

Jaebum continuó dando golpes en la espalda de la menor, mientras esta se aferraba a la camisa de su padre a la misma vez de que se calmaba.

—¿Todo bien?

No pudo escuchar una contestación concreta, pero pudo sentir un asentimiento sobre su hombro. —¿Appi?

—¿Si? —. De cierta forma amaba que ambos de sus hijos le llamaran así, le hacía sentir mucho más querido y respetado.

—No puedo dormir—. El mayor separó con sumo cuidado el cuerpo de su descendiente del suyo, para así verlo a la cara… cosa que no resultó lograda pues los despeinado cabellos de Yeji se lo impedían.

—¿Alguna idea del por qué? —. Quiso soltar una carcajada al ver la razón, Yeji tomaba todos los cabellos de su frente y los paso hacia atrás, con tal de intentar los apartar de su cara, más que risa le daba ternura ver a su hija así.

—Mis cabellos pican a mis ojos.

El mayor del hogar extendió su brazo para buscar algo en su cajón y al tenerlo ya entre sus dedos lo acercó a su hija.

El mayor recogió el cabello de enfrente de Yeji, para luego pasar la banda.

—Con esta banda el cabello se mantendrá hacia atrás y no pícara tus ojos. —Hablo mientras la ajustaba. —Pero aún así mañana te llevaré a cortar tu cabello, ¿Bien?

Su hija le dio una sonrisa llena de alegría…

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—Jinnie.

—¿Si? —Contestó a su abuela el pequeño niño.

—¿Por qué estás tan feliz? —La mujer había visto a su pequeño nieto con una gran sonrisa de lado a lado. No era que el niño no sonriera, pero mayormente la tenía cuando algo salía a su favor.

Justo cuando el menor iba a contestar su padre entró a la casa de Yeeun. Con una abrigada Yeji llorando.

Lo último pareció extraño, sin embargo no le dio mucha preocupación a Hyunjin, quien corrió hacia su padre con la felicidad en su máximo esplendor.

—Papá, —A Jae le causaba ternura que su hijo le recibiera así. Eso le ayudaba después del berrinche de Yeji en la peluquería. ¿Acaso quería seguir durmiendo con los cabellos en su cara? — ¿Ya iremos a cortar mi cabello?

Un escalofrío recorrió la espalda de Im… Confundió a los mellizos.

Ahora Yeji debía esperar para cumplir su sueño de convertirse en la nueva Rapunzel.

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