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Al recibir a sus pequeños en la casa, la comida estaba lista. Todo estaba preparado para aquel día.

Exceptuando la actitud de Jae... Parecía distante. Como si estuviera atrapado en su propio mundo.
Era raro, Mark no había enviado a los niños a la escuela como para que Hyunjin peleará con Sung, e Im terminará limpiando el desastre.

¿Que habría sucedido?

—Yeji, cielo. —Llamó a la niña de dos moños en su cabeza. —¿Puedes ir a revisar si tu padre está bien?

Ella asintió con desgana.

Veía como se alejaba de la cocina hacia la sala de estar.

—Papá. —Desde su lugar podía escuchar a Yeji a la perfección.

—Mmm. —Respondió.

—¿Puedes darme dulce de esos? —Preguntó Yeji señalando aquella bolsita que Jae llevaba recargada en su estómago.

—Me los ha dado Ryu por el día del padre... —Menciono Im mientras alejaba un poco las golosinas del alcance de su hija.

—¡Eres padre gracias a mi! —Dijo la pequeña al arrebatarle la bolsa entera de una.

Más era raro...

Jae se había quedado inmóvil como si aceptará su destino... Al no cobrarle venganza a Yeji como solía hacerlo.

Y eso no fue dejado pasar por ella.

Quién corrió con dulces en mano hacía la cocina.

—¡PAPÁ JIN! ¡¡ALGO SI LE PASA A PAPÁ JAE!!

Bueno la discreción en la menor no era la mejor.

Salió de la cocina en dirección a Jaebum, quien ya parecía esperarlo venir.
Al estar frente a él, noto que su expresión seguía siendo neutra...

—¿Todo está bien? —Interrogó mientras tomaba asiento al lado del cabecera de los Im.

Jae tardó un poco en contestar.

—Si. Todo está bien. —El mayor deslizó su mano sobre su cabellera para soltar un suspiró. —Sólo que hay muchas cosas que no había pensado.

¿A qué se habría referido?

—¿Como a que?

Los ojos de Jaebum se encontraron con los de Jin por un momento...

—En qué pronto cumpliremos dos años de todo esto y... —Tomo un breve tiempo. —Las cosas han cambiado mucho... Hyunjin y Yeji en un año entrarán a Primaria, Ryujin a prácticamente crecido demasiado... Como lo que siento por ti... —Jaebum mentía en que eso lo tenía distante más no era del todo una falsedad aquello que demostró.

Jinyoung sabía que quería a Jae.... Más aún no conocía el nivel. Era cierto que cada día de su vida había cambiado, que de ser una rutina simple ahora se trataba de diferentes aventuras vividas día a día. Que su corazón no paraba de sonreír al estar junto a Jae... Pero jamás pensó en que en algún momento Jae podría llevarse todo su cariño.

—Todo está bien. Sólo hace tiempo no paro a pensar... —Im enredo en sus brazos al menor para incitarle tranquilidad.

Hasta se había preguntado a quien habría amado más si a Jisoo o Jaebum... Pero la respuesta era clara para el...

—Jinyoung, te amo... —Im encerró su rostro en el cuello de Park, buscando refugio seguro. Un refugio que le escondiera de su peor temor y que cuidara su corazón.