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59

Al llegar al apartamento Wang, fueron recibidos por Jackson. Hoy era no sólo el último día de Yugyeom si no también del castaño. Después de pasar una espectacular semana al lado de sus hijos y pareja llegaba el tiempo de marcharse de nuevo.

Dentro ya se encontraba Yugyeom y la familia. Jinyoung le había arrastrado ahí después de que Mark les viera en Halloween y les comentara acerca de la llegada de Jackson y la marcha de Kim.

—¿Tu eres el chico de finanzas de la clase uno no es así? —Preguntó Jack al verlo. A Wang le pareció conocido después de todo estaban en la misma facultad. —¿El de las ojeras?

—Si. En ese tiempo se veían bonitas. —Con cuidado se asomo a ver a sus hijos, ellos fueron a jugar con los mellizos Wang y la pequeña Park.

—Hyung. —Llamó Yug a su mejor amigo ahí.

—¿Y tu chico no le has traído? —Preguntó Young al menor y este negó con la cabeza.

—No sabe controlarse ante el alcohol.

—Pero no habrá... —No terminó la oración pues el guiño que le brindó Kim significa solo que el había sido el patrocinador del alcohol.

Jinyoung se dirigió a la cocina con tal de buscar a Mark.
El pelirrojo preparaba Kimchi junto con ramen.

—¿Necesitas ayuda? —El mayor asintió ante la pregunta de Park. Y ambos se pusieron manos a la obra. —No sabía qué Jaebum fue a nuestra misma universidad...

—¡Por favor! Se que estabas embobado con Jisoo pero todos se enteraron de Im Jaebum.

La cara del contrario indicaba que seguía sin entender nada.

—¡Dios! ¿El chico que de la nada tuvo hijos? —Su cara era un poema pareciera que por fin había tenido sentido alguno lo dicho por Wang.

—¿En serio hubo alguien así?

—Olvidalo. —Mark se rindió.

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Dadas las diez de la noche los niños habían caído profundamente dormidos y los padres de los cinco debían aprovechar. Y por decreto del anfitrión comenzó el juego de la botella.

Habían terminado bebiendo una que otra cerveza solo para volver más entretenido el juego. Ya si no podían volver a casa, Mark y Jackson habían decidido prestar su casa para que descansaran.

Al principio Jaebum se sentía incomodo. A las únicas personas con las que realmente hablaba eran Jinyoung y Mark. Pero con unos tragos Yugyeom y Jackson ya eran como sus amigos de toda la vida.

—¿No crees que es un poco tonto? —Preguntó Park al ver que Yugyeom cumplía el rato de bailarle como striptease a Jackson y a Jaebum. El reto fue impuesto por cierto pelirrojo... Que grababa en vivo y a todo color.

—Algún día nos reiremos de esto.

Los siguientes retos y verdades iban aumentando en humillación uno tras otro.

Hasta este punto. Jinyoung no sabía lo que hacía, el alcohol ya había poseído cada neurona viviente en el.

No sabía que hacía sobre el regazo de Jaebum en la sala de los Wang.

No sabía porque sus labios estaban más y más cerca a los de Im.

No sabía porque las fuertes manos de Jae estaban en su espalda baja y las de él estaban en el cuello del contrario.

No sabía porque ha ía aceptado ese estúpido reto por parte del imbécil Yugyeom.

Pero sin duda alguna los labios del alto eran la gloria.

Suaves y acolchonados

Húmedos y calientes.

Dulces y agrios a la vez.

Unos profesionales al besar.

Un perfecto sabor y textura.

En algún momento sus labios dieron paso a una intrusa lengua en su cavidad que inició una danza única junto a la suya.

—Vayan ya a un hotel. —Comentarios así eran ignorados, sus otros sentidos estaban cegados por el del gusto.

No se separaron hasta que el oxígeno abandono por completo sus pulmones.

Y ambos deseando más el uno del otro se tuvieron que separar...

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Que comience el desmadre... Juas Juas