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—¡Esto es una estafa! —Grito Hyunjin al abrir su caja.

—¡Ustedes pidieron un cachorro jamás dijeron si tenía que estar vivo!

—¿Pensabas darles uno muerto? —Exagero en su voz Jinyoung.

—¡Claro que no!

Jaebum era alérgico al pelo de perro, por ello no iba a comprarles un perro. Y aún si no lo fuera, no lo haría, Hyunjin Y Yeji no tenían la edad para ello, ni mucho menos la responsabilidad para cuidarlo.

Hace no mucho el pobre cactus que compró murió ahogado, por dejarlo a cargo de esos dos.

—Solo será un perrito, por favor papá. —Yeji se tomó del pantalón de su padre con tal de que el cediera, aunque en el fondo sabía que no valía mucho hacerse esas esperanzas.

—¡Sólo uno! —Imitó la acción Hyunjin.

—No.

Jinyoung seguía rodando los ojos desde su lugar. Cuando Jae sacó varias cajas de regalos de una maleta, veía venir los regalos. Pero jamás pensó que terminaría en una discusión.

—¡Gato! —Exclamó Ryujin al sacarse su biberon, al ver su peluche. A diferencia de los mellizos ella añoraba un felino.

—Si creo que deberíamos tener uno. —Hablo Jae, ilusionado a sus dos hijos. Llenándolos de vacías esperanzas.

—¿En serio?

—Si, creo que ustedes ya son lo suficientemente mayores para que yo pueda adoptar un gato.

Hyunjin y Yeji comenzaron a renegar. Estaban hartos de que su deseo de tener un perro se fuera por el caño.

La casa de los menores había sido invadida por los Park, era el día después de la llegada de China. Y si el pobre Hyunjin no escucho mal, también iría Jisung.

—Ryujin debería dejar el biberon. —Dijo la pequeña Yeji resignada con su perrito de felpa, ahora llamado Hongsam.

—¿Eh?

Jinyoung aun no veía mal que Ryujin siguiera bebiendo desde un biberon, pese a que esta sabia tomar en vaso prefería el primero.

—Los niños que toman en biberón después de los dos años se les caen los dientes. —Hyunjin agarro una cordón viejo y lo ato al cuello de su cachorro de felpa correspondiente al cual le pondría Kkami. —Solo los bebés pueden tomar en eso.

Los ojitos de Ryujin se comenzaron a abrir de poco a poco al igual que a humedecer, quería sus dientes. ¿Si se caían con que comeria después?

—¿Quién les dijo eso?

El dúo imparable señaló a Jaebum. Obviamente Im se había cansado de comprar leche en fórmula y biberones nuevos después de que sus hijos acabarán con los chupones de estos.
Por ello había dicho eso.

—No se caerán tus dientes Ryu. —Jinyoung debía comprobar eso después, mientras eso calamria a su hija. —¿Como puedes decirles eso?

No estaba enojado, sin embargo esas amenazas le causaban un poco de descontento pero gracia a la vez.

—Ingenioso, ¿No? —Sorio con sorna.

—No quierras saber qué nos dijo para dejar el pañal.

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Vuelven los capítulos cortos, esta historia inició para esto. Capítulos cortos y muy seguidos.
Últimamente haciendo los anteriores que pasaban de 900 palabras creía que era lo indicado para ustedes, pero siento que solo frustra la historia y una parte de mi.

Lamento que sea así, pero con mi regreso a clases y otra historia en curso es lo indicado. Lo siento si se decepcionan :'(

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