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—No creo que sea buena idea que vayas a trabajar. —Decía mientras bebía lo poco de café que quedaba dentro de la taza.

—¿Tan mal me veo?

No, Jinyoung no se veía mal. Pero si solo le decía que se quedara para calmarse y se relajara después de la situación de la noche anterior.

—Ahmm. —Bueno... Las ojeras y ojos inchados eran... Notables. Muy notables.

—Creo que ya lo capte.

—Iré a despertar a las bestias. —Jae se dirigía hacia la habitación conjunta a la suya más la mano de Park en su dedo índice y su dedo medio.

—Puedo cuidarlos hoy. Además parecían muy cansados. —El había ido a verlos más temprano y le daba un poco de pena arruinar ese profundo sueño.

—¿Tres niños? ¿Estas seguro? —Asintió levemente ante la advertencia. —Si Yeji y Hyunjin se ponen molestos solo diles del monstruo del ropero y...

—¡Jae! —Sonrió mentalmente. Amaba que pese a su estado Jaebum jugará bromas... ¿Eran bromas, cierto?

—Solo digo.

Cuando Park Jinyoung, padre de su pareja y su jefe, le llamó a la oficina no pensó en las consecuencias...

—Entonces Im. ¿Puedo saber por qué mi hijo a faltado?

Pues el hombre podía saber. Más Jaebum no quería que por bocon, Jinyounggie le mandara a la tumba. Pero su suegro también era capaz de matarlo si no hablaba...

—Sólo...

—Jimin me ha dicho que ustedes son muy unidos, ¿Eso no tendrá algo que ver?

—No, claro que no. —El era bueno mintiendo más la mirada del hombre parecía querer matarlo.

—¿Me estas diciendo que no hay nada entre mi hijo y tu? —Inquirió.

—No... Bueno si...

Esa contestación le fue como anillo al dedo. Era un gran fan de la pareja que su hijo y el Im formaban, pero era gracioso ver nervioso a su empleado.

Así que se burlaria de él solo un poco más...

—Solo dejemoslo en que Jinyoung necesita tiemo de reposo.

La mirada fulminante del hombre, era como un poema... Uno que había sido completamente malentendido...

Tal vez no debió expresarse así...

Aún no despertaban. Era raro. Bueno nunca había dejado dormir por completo a Ryujin, siempre debía despertarla ya fuera para llevarla con los Yang o a la guardería.

Ya era algo tarde y comenzaba a ser preocupante para Park que no despertarán a desayunar.

Con cuidado se dirigió hacia arriba. La casa no era la más limpia, lo entendía porque Jaebum no pisaba su casa más que para dormir o estar los fines de semana. Tal vez le ayudaría a limpiar hoy. Después de todo necesitaba distraerse para dejar en su perdida del ayer.

Al abrir la puerta se encontró con la imagen de los tres niños sobre el suelo cada uno con hojas llenas de garabatos.

—¿Qué hacen? —Los seis ojos lo vieron y ante el silencio se dio cuenta de que debió mirarse al espejo y revisar si los rastros de lágrimas se habían ido.

—Mira papá. —Yeji extendió su hoja a Jinyoung con cierta alegría. —Lo hicimos Jinnie, Ryunnie y yo.

En el dibujo se veían seis garabatos de diferentes tamaños y colores. El más grande era azul y abarcaba la mitad de la hoja.

No entendía mucho de lo que se había plasmado.

—¿Te gusta, papá? —Preguntó Hyunjin con su gran sonrisa. —Somos Papá Jaebum, Yeji, Ryujin, tu, yo y nuestra casa.

Explicó cada garabato... Por un momento sintio cierta calidez rodear su corazón, y está le curará por partes con gran eficacia. Sentía como podía respirar con tranquilidad...

—Nuestro hogar es muy lindo ¿no?

Las lágrimas volvían a desprenderse con rapidez.
Y un sollozo que sonaba lastimero salió de sus labios.

—¡Mira Yeji, ya hiciste llorar a papá!

—¡Fuiste tu!

—No pelear. —Reclamaba Ryujin.

—Lo sentimos papá. —Dijeron los tres con la leve diferencia de que la menor lo dijo entrecortado.

—No lloró de tristeza... —Aclaró su garganta y esnifo antes de hablar...

Los niños aún miraban con atención, sintiéndose culapdbles y llenos de miedo por ser algo malo para su papá...

—Es que tienen razón... Hacemos un bonito hogar juntos...

Se sintió completo. Pero recuerden todo lo completo se constituye por piezas y si pierdes una... Estas acabado.