94

783 129 9
                                        

Ver como tu hogar había sido desalojado no era la vista más bonita, en lo absoluto.

No entendía como las cosas habían llegado a tal punto... Estaba seguro de haber pagado el alquiler, en efecto lo había hecho por adelantado.
¿Que había pasado?

Su hogar había sido desalojado en su ausencia, por "Incumplimientos". ¿Que era lo que había hecho? ¿Por qué nadie le decía nada?

Sus muebles ahora estaban en una bodega del mismo dueño del apartamento, donde debía recogerlos antes de que este los vendiera.

El portero del edificio había guardado algunas de sus pertenencias, más no le había permitido entrar. Según el hombre, "Eran órdenes superiores".

¿Cómo era posible que esto sucediera de aquella forma?

Su corazón sentía un vacío extendiéndose bajo la cálida brisa veraniega. Había perdido su apartamento, había perdido aquello que compartió años junto a su hermosa Jisoo.

Dolía. Dolía cómo el infierno.

Quería llorar, destruiste ahí mismo en la calle.

Pero temía a que su pequeña despertarse de sus brazos y le viera llorar. De las pocas veces que había visto llorar a sus padres, era un pavor y dolor inimaginable, y temía que su hija sintiera ello.

La cajita de pocas cosas que no le fueron arrebatadas, y su maleta con una que otra prenda, estaban a su lado haciendo la compañía a él junto a la durmiente Ryujin en sus brazos.

Llamar a Jae fue casi involuntario. No lo pensó dos veces.
Pero ahora que lo pensaba era el más fiable en esos momentos, si hubiese llamado a su padre, este le hubiera reprendido, y la pareja Wang ni siquiera estaba en el continente.

Era su única opción.

Su dedo paseo por la carita de su hija. Jugó un rato con la nariz de botón de la niña, con su dedo de lado a lado, haciéndola que ella se removiera de molestia.

Ella era su pedacito de felicidad...

A los minutos un auto, que reconoció fácilmente, se estacionó frente a él. Y un hombre desesperado bajo de él. No pudo asimilar nada de los que decía, más podía apostar que era lo típico "¿Estas bien?" "¿Que sucedió?", sólo podía sentir las frías manos tocar su rostro con preocupación, para luego besar su frente.

Pero quien no lo haría cuando las lágrimas florecian de su rostro como margaritas y crecían hasta el punto en que estas se secaban en medio de sus mejillas.

Jaebum seguía preguntándole cosas a la vez que le abrazaba. Im creía que el no quería hablar del tema. Pero en realidad era que ni Jinyoung sabía el porque su hogar había sido arrebatado o porque había sido betado del edificio.

Al no ver a los chicles del zapato de Jae optó por preguntar por ellos.

—¿Donde están Hyunjin y Yeji? —Ellos también formaban parte de su familia ahora, y tampoco deseaba que le viesen llorar.

—Los he dejado en casa, los está cuidando una amiga. —Dudo si decirlo pues aún debatia su dejarlos a cargo de Seulgi era buena idea.

El asintió. ¿Y ahora qué? No tenía donde quedarse.

—Sube al auto. Te quedaras conmigo. —Era oportuno. Pero al hacer la llamada no era con aquella intención si era sincero.

—Jae... —Estaba a punto de montar todo ese discurso de razones por las cuales no era buena idea, pero Im se interpuso.

—Sin peros. —Dijo mientras tomaba a Ryujin en brazos, para luego extender su mano para levantarle. —Es tarde. No hay otro lugar en el que te puedas quedar, ¿O si?— El silencio le confirmó que tenía razón. —Además dudo que quieras pescar un resfriado junto a Ryu por dormir en la interperie.

Con un suspiró asintió. El tenía razón.

Toamndo las pocas cosas salvadas y subiendolas al auto, partieron camino hacia el hogar Im.

—¿Qué pasó con Papá Jin? —Susurro Yeji al ser arropada junto a su hermano y Ryujin

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Qué pasó con Papá Jin? —Susurro Yeji al ser arropada junto a su hermano y Ryujin.

—¿Por qué lloraba?

Cuando los niños vieron a Jinyoung en ese estado, se preocuparon más no recibían respuesta alguna más que "Es hora de dormir."

—Solo se golpeó el dedo pequeño con el mueble. —Más bien al que le había sucedido eso era a él. —Va a estar bien.

Jaebum intentaba tranquilizarlos a susurros pues la menor aún dormía.

—¿Lo prometes?

—Lo hago.

Y con ello,  dejo un beso en la frente de cada uno para marcharse.

—Hyunjin.

—¿Si?

—¿Papá mintió?

—Si. —Vio como su hermana decaia al escucharlo afirmar. —Pero el prometió que estará bien. Y debemos confiar en papá.

Ambos se regalaron sonrisas para poder depender de ello y soñar.

_-_-_-_-_-_-_-

Si trueno cálculo les pido paciencia en subir capítulos :'(

Home - Bnior [[Editando]] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora