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Jaebum revoloteaba en la oficina de Jinyoung como si el realmente fuera el superior de Park.
Con su cuerpo acostado en el escritorio de Jin y sus piernas colgando jugaba a lanzar y atrapar una pequeña pelota que fue arrebatada a Hyunjin y a Yeji por haberle puesto pinturas en sus pantuflas.

Aún tenía los pies arcoiris...

Su trabajo había sido terminado minutos antes y ahora no tenía que hacer, aún faltaba tiempo para recoger a los niños.
La idea era infiltrarse en la oficina de Jin con tal de besarlo hasta el cansancio, pero este estaba más entrado en el nuevo proyecto de la empresa.

No había duda alguna de que Park eligió su carrera como anillo al dedo, sus ojitos brillaban al tener en mente su proyección de un nuevo edificio.
Se trataba de una pequeña plaza comercial y Jinyoung con cada nueva idea no dejaba de ponerla en práctica con dibujos.

—¿No deberías descansar? —Habló un poco después de que la dichosa pelota golpeara su rostro por un error al atraparla.

—Solo un minuto más..

La expresión de Jinyoung era realmente tierna, sus dientes mordiendo levemente su labio inferior y sus ojos intentando enfocarse más en su dibujo.

Jaebum sólo pensaba que era perfecto. Y de que ya era hora de dar el siguiente paso...

—Este sábado, ¿Estas libre?

Park subió la cabeza para encontrarse con la mirada firme de Im.

—Claro, ¿Ya no das tutorias cierto?

—No. —Jae arrugó la nariz en el proceso, aquellos vagabundos casi hacían fiesta porque ya no le volverían a ver. Lo que no sabían es pronto vendrían cosas peores. —¿Quieres salir?

—Claro. Ryujin estará encantada de ver también a los mellizos y... —Jinyoung había malentendido lo que Jae quería decir.

Im adoraba a Ryu, pero después de sólo estar con Jin por trabajo a solas, quería verlo desenvuelto. No encerrado solo en la oficina, que tampoco le desagrada la idea pero quería nuevos aires con el menor.

—No... Me refiero tu y yo... Solos.

La cara de Jinyoung fue un arcoiris prácticamente, de palidecer se volvió rosada y posteriormente roja.

—Claro...

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—Favor Abuelo. —Ryujin hacia ademanes para que su abuelo bajara aquel peluche del estante, que anteriormente había sido de su madre.

—No. —Hyunsuk era frío a comparación de su abuelo Jinyoung.
Aquella era una de las razones por las que odiaba los días en que era el turno de los Yang cuidar de ella.

—Papá Jae mejor que tú. —Balbuceo Ryu antes de irse corriendo hacia sus primos.

Sin embargo el comentario se quedó grabado en la mente del hombre.

"Papá Jae..."

Interesante...

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