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—¿A que hora volverás por ellos? —Pregunto Nayeon. Ella esperaba que su hermano dijera un tiempo cortó.

—Solo cuidalos. —Dijo sin ganas.

Nayeon había abierto las puertas de la casa Im al escuchar el llamado de su hermano. No pensó que este le dejaría a esos dos mucho menos a esas altas horas nocturnas.

Por milagro la madre de ambos se encontraba fuera de Seúl en ese momento.

—¿Estas bien?

No...

Más no contestó.

Le había dolido como la mierda. Tomar en brazos a Hyunjin y a Yeji para colocarlos en el auto.

Mucho más no haberse despedido de Ryu... Quería dejarle un beso en la frente como todas las noches pero no... Ya no tenía derecho para hacer eso...

Nayeon sabía a la perfección que algo no andaba bien, Jaebum tenía esa perfecta pinta memorable de años atrás.

—¿Seguro que estas bien? —Volvió a insistir la menor.

Sin embargo no hubo repuesta más que el azote de la puerta del auto... Eso indicaba que habría problemas...

Jinyoung no tuvo mejoría en el paso de la noche la jaqueca lo mataba. En algún punto de la oscuridad sus sentidos fueron nublados hasta caer dormido...

Más sus sueños no lo ayudaban... Cada uno le recordaba como había echado a perder todo.

Park había estado rodando por la cama intentando acallar todos los pensamientos.

"Pareja de un hombre..."

"Adulterio..."

"Pruebas antes de la muerte de su prometida..."

"Perder custodia..."

Esas palabras seguían ahí. Y aunque sabía que esas no debían meterse en su relación con Jaebum, lo habían hecho abrir los ojos. Lo habían hecho volver a sus veinte años.

A esa edad antes de la muerte de Jisoo, en aquella en la que no necesitaba sus malditos órganos reproductivos representativos de un doncel.

No.

El era hetero.

El amaba a Jisoo.

No iba a dejar de amarla sobre nadie, aun si ella ya no seguía a su lado.

Y si tenía que demostrarlo alejando a Jae, lo haría.

Jaebum, no lo entendía... Parecia que para el todo era un juego.

El no era como Jisoo. Y jamás lo sería.

Entre sus pensamientos y sus debates, el estúpido sonido de su teléfono anunciando que alguien quería comunicarse con él se escuchó.