Porque cualquier padre quiere ser el hogar de su hijo.
Dos padres solteros.
Dos diferentes situaciones.
Pero son sin duda los mejores para sus retoños.
Y... ¿También los mejores el uno para el otro?
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💎Capítulos cortos
💎Aparición de otros gru...
Un día jugaba con todas su energía y felicidad junto a sus hermanos, y a la mañana siguiente... Todo se desmoronó.
Ryujin se sentía como si todo hubiera sido un sueño. ¿Dónde estaban su padre? ¿Dónde estaban Hyunjin y Yeji?
Ella quería pensar que sería algo así como el trabajo. Sus padres se iban a trabajar y volvían. Ellos iban a volver solo era cuestión de tiempo... Aunque este ser aumentará con el pasar de los días tenía la esperanza de que todo sería igual.
Aún recordaba ese día, su papá Jin le había pedido esperarlo. Tenía la gran ilusión de que se tratara de traer de regreso a su familia, las mariposas de ansias de verlos la llenaron.
Aun sí su padre no había confirmado nada de ello...
Su padre se había ido con el papá de Yuna, y la habían dejado en casa de su tío Yeol. Le había presumido como si no hubiera un mañana a sus primos que sus hermanos regresarían para jugar.
Pero... No fue así.
En lo absoluto.
Sintió que todo comenzó a ir mal, desde que sus tíos recibieron una llamada de su abuelo. Alertados encendieron el televisor...
Obviamente no dejaron que lo niños vieran.
Sin embargo por una leve esquina logró ver con claridad el rostro de su padre, parecía que una multitud le seguía. Se veía triste...
A partir de ahí las cosas para Ryu habían parecido empeorar.
Su padre había dejado de sonreírle con su característica sonrisa de cariño. Parecía que era un robot.
¿Por qué habían cambiado a su padre?
No era justo. Ya había perdido a su otro papá y a sus hermanos, y ahora habían cambiado al que le quedaba, por alguien que con solo mirarla lloraba. Ese no era su papá, su papá no era un llorón.
—¡Sung! —Grito desde lo más alto de la resbaladilla de la guardería.
El de grandes mejillas la vio bajar hasta donde el estaba. Jisung esperaba que ella le diera alguna buena nueva de sus amigos.
—¿Han venido Yeji y Hyunjin? —Preguntó matando las esperanzas del menor...
El solo alcanzó a negar. —Tu eres su hermana. Creí que sabrías algo.
Ryujin ya no podía ni verlos. Ellos siempre sabían que hacer en esos momentos, siempre. Si tan solo no se hubieran ido.
—Sung, ¿Que pasa con una persona cuando es cambiada?
—¿Cambiada?
—¡Si! Cuando alguien grande se porta diferente.
El castaño recordó ciertos inicios de cuando su Padre Jackson se marchó de casa, dejando a Mark muy regalón con él.
—No ha sido cambiado. Solo su humor es el que cambia, Ryu. —Dijo con ternura a la hermanita de su enemigo. —Los adultos sonríen pero también lloran. Papá lloraba mucho cuando papá Jack se fue, pero ahora es muy feliz porque sabe que volverá.
La pequeña Park ahora tenía una idea de lo que pasaba con su appa Jin...
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Ese día había pasado con Bambam buscando y firmando papeles y permisos para todo los requerido para el juicio. En dos días el estudio sanguíneo comenzaría.
Las cosas sólo iban de mal en peor. Porque sentía que en algún momento terminaría por romperse en su totalidad. En qué en cualquier segundo la cascada de sus lágrimas abundaria por sus mejillas y no habría como parar.
Extrañaba... Extrañaba a su fiel y amado hombro para llorar y ser escuchado. Los brazos que lo habían protegido de todo, el mismo se había deshacecho de ellos por buscar amor en lo que ahora parecía una mentira...
Sentía que ni siquiera podía mirar a Ryujin sin sentirse engañado...
Si tan solo no fuera tan tonto.
Entró a la casa. Jimin le había dicho que ella pasaría por su... Por Ryujin. Y ella misma la cuidaría hasta que él llegara.
Al abrir la puerta su hermana menor le dijo que debía marchase. Pero la pequeña le esperaba para que le contará un cuento.
Suspiró. Debería hacerlo, le dolería pero tenía un compromiso.
Al subir la puerta estaba entreabierta. Había muchas luces por el cuarto...
—¡Papi!
Los ojos de Jinyoung se desbordaron...
El cuarto estaba iluminado por una guía de luces blancas, enredada entre los barandales de las vacías literas. Varios cojines y cobijas en el suelo. La camita de Ryujin había muchos libros y colores.
La pequeña Park lo esperaba que se sentase junto a ella, y lo hizo aún impresionado.
—¿Que es est-
—Mira papá Hyunjin y Yeji también quieren un cuento. —Ryu extendió dos almohadas con una cara dibujada... No los llevaré a sus camas, porque quieren estar contigo.
Su garganta se tenso y comenzó a desquebrajarse.
¿Cómo estarían sus dos...?
—Papá Jae también te ha extrañado.
Ryu le mostró la almohada más grande con una cara y dos puntos sobre una de las rayas que asimilan uno de los ojos de Jae.
El también lo había estado añorando...
—Se que también extrañas a papá, a Yeji y Hyunjin. Pero ellos van a volver y seremos más felices que antes...
Jinyoung tomó en brazos a su hija junto a las tres almohadas.
Era suya. Era totalmente suya, ella no tenía culpa de nada. Y aunque se dijera que ellos no tuvieran la misma sangre, el la había criado como tal. Ellos habían sido padre e hija.
No podía seguir lastimandola así...
—Todo estará bien.
El debía hacer que las cosas estuvieran en paz.
Todo por el bien de su niña.
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Jinyoung encaja perfectamente con "Amiga date cuenta"