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Im no se había equivocado en lo absoluto. Debían quedarse un tiempo extra.

Pero no sólo el.

Al llegar la docente les dijo que otro niño y Hyunjin habían sido los inciantes de una guerra de comida. Y no hubo sorpresa al enterarse que el otro niño había sido nada más que Wang Jisung.

Por ello Mark también se tuvo que quedar a limpiar junto con Jaebum, y ahora Jinyoung se quedó al cuidado de cuatro infantes.
Aún en la guardería los cuatro jugaban en la zona de juegos bajo la atenta mirada del mayor.

Jinyoung además de cuidarlos de vez en cuando mandaba miradas al salón donde sus amigos se encontraban.

Sin duda alguna algo sucedió con respecto a Mark, no por nada estaría abrazando a Jae con fuerza.

Una pequeña opresión se sintió en su pecho.

No le parecía agradable la escena.

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—Iugh. —Juraba que le esconderla sus juguetes a Hyunjin, al menos unos días.

El lugar estaba del asco, había todo tipo de comida impregnado en las paredes y el suelo.

—¿Quién pone pollo frito como desayuno?

Había todo tipo de comida tirada, huevo, panqueques, yogurt, arroz, pan, pescado... Era asqueroso.

Jae dio una mirada a Mark quien no se había quejado en ningún momento.

—¿Estas bien? —Le preguntó al mayor mientras le ayudaba a limpiar el suelo.

Parecía muerto viviente. Las manchas oscuras debajo de sus ojos delataban la falta de sueño.

—No... —Soltó un sollozo bajo.

Tal vez debió quedarse callado en vez de hacerlo llorar.

—¿Qué ha pasado? —Mark se debatía en sí contestar o no. —La última vez te dije podías confiar en mí. Vamos tenemos tiempo, esta mierda puede esperar.

Wang soltó un suspiró antes de hablar.

—Jack... Jackson, mi esposo. Fue transferido de su trabajo a China. —Jaebum realmente no le veía lo malo, hasta el momento. —El se fue hace ya casi tres meses, el ha llamado una vez a la semana desde que se fue.

Para ese entonces el delgado ya tenía lágrimas corriendo por sus ojos.

—Ayer hicimos una videollamada... Y el se ve feliz, digo eso esta bien es su ciudad natal pero... —Por fin Im entendía por donde iba el asunto y tomó en sus brazos a Mark para darle apoyo. —Ayer accidentalmente escuche otra voz en la transmisión... Y entonces el me explico que se encontro con su ex... Y el le brindaba asilo desde que se fue... —Los hipidos y sollozos sonaban sin control.

La carita del pelirrojo se hundió en el pecho del alto buscando un refugio.

Mark no merecía estar así.

Nadie lo merecía.

—Si te sirve, realmente si te ama pese haga lo que haga en estos momentos... Se va a arrepentir de saber que hizo de tu cara un desastre.

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—¿Entonces? —Preguntó cierto Australiano.

—Haré la pasantia en China, ambos ya hemos quedado de acuerdo en irnos ahí. —Bambam bebía su malteada con cuidado. —Después de que nazca el bebé será su responsabilidad.

De alguna manera Chan no pudo evitar sentirse mal por Yugyeom, iba a dejar ir al chico que amaba solo porque este era un cobarde.