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Venía de con Mark. Pues este le había pedido una mano con eso de cambiar uns cosas de lugar en el hogar Wang.

Mark seguía con esa ilusión en sus ojos de que Jackson por fin consigue el cambio a Seúl, y por la promesa de que en cuanto volviese se mudarian a una casa más grande a una donde sus hijos pudieran crecer y no tener que seguir durmiendo en la misma habitación por siempre.

Casi se veía lejano pero el pelirrojo no perdía la esperanza.
Las cosas con los Wang eran las mismas, felicidad y alegría, por la excepción de que Jack no estaba. Hacía unos meses Chaewon había dejado de ser sólo una hija temporal, si no que los papeles de adopción real ya habían sido cumplidos, por lo que la hacía perteneciente completa al clan Wang.

Seguía su camino a casa, donde su propio clan se encontraba seguramente intentando animar a Jaebum, estaba preocupado. Ya era una semana la que había pasado y su actitud de muerto no lograba cambiar.

En las noches lo tomaba con fuerza y le pedía jamás dejarlo...

En su charla con Mark, este le había dicho algo curioso.

"Tal vez cree que lo dejaras... Así como la madre de los mellizos..."

"Madre" Jaebum había tenido una novia que le había dejado. Más no supo nada más que ello, y por alguna razón le inquietaba no tener idea de lo que pasaba con su pareja. ¿Por qué lo ocultaba? ¿Por qué no debía saber?

Su mirada volvió en su cuando la calle cambió el color del semaforo para que los peatones lograrán pasar.

Pero la reconocida figura se posó ante el...

—¿Jennie?

La de cabellera castaña de largos cabellos giró. Y ahí Jinyoung aseguró en su totalidad de quiene se trataba...

Hacía años que no la veía, siendo exactos desde el funeral de Jisoo...

Ella y Jisoo habían sido tal uña y mugre, ellas habían sido las mejores amigas dentro de la universidad, casi inseparables.

—¡Hey! Jinyoung. —Slaudo con alegría. —¿Cuanto tiempo, no?

Más la castaña había emprendido su vida fuera del país. Ella no había accedido a ver a Ryujin, mucho menos sostenerla debido al gran sentimiento que la bebita irradiaba. Aquella vibra similar a la de Jisoo.

Seguia igual a simple vista, todo el sueño masculino encarnado.

—Ya bastantes años... —Decía con la gran sonrisa de encontrarla. Y ella correspondió, pues pese a todo el seguía siendo su amigo...

Con la caminata, ambos se ponían al día. Park le hablaba de la pequeña Ryu y de una tal Yennie y Jinnie, quienes por el apodo debían ser cercanos a él, de cómo habían crecido y cuan orgulloso estaba de ellos...

Ella por otro lado hablaba de sus grandes experiencias por todo el mundo, y de cómo había terminado casada por obligación de su familia.

—¿Algún día podría cuidar de Ryunnie? Digo suena a una niña excelente. —Debía conocerla...

Para Jinyoung escuchar esas palabras eran como miel para sus oídos. Debido a que siempre había creído que Jennie odiaba a su bebita por el hecho de Jisoo...

—Claro. No hay ningún problema.

Debía conocerla... Antes de arruinar la vida de esa pequeñita...