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Jaebum y Mark, al encontrarse en la entrada de la guardería al ir por los niños, decidieron que sería buena idea el que fueran a comer juntos, después de todo Im no podría llevar a los tres mocosos al hospital junto a Jinyoung.

Y si Park no estaba en la oficina podría tomarse el día. Ambos se hicieron buenos amigos después de tantos alborotos en la guardería por parte de sus queridos Hyunjin y Jisung.

—¿Trabajaste aquí? — Mark pregunto al contar su anécdota de cómo había terminado trabajando en aquel restaurante de comida rápida...

—En situaciones desesperadas se requieren medidas desesperadas...—Dramatizo al ver como los seis niños iban de allá para acá por todo el espacio infantil.

Los seis retoños, corrieron hasta los juegos un poco después de ordenar. Era de esperarse.
Jaebum bebía de su vaso de refresco, el gas raspando su garganta.

—Entonces... ¿Ya indagaste en el durazno, no? —Habló Mark sin vergüenza, haciendo que Jaebum devolviera el refresco bebido al vaso... El pelinegro parecía sorprendido ante la declaración aún si el aire no era fácil de respirar.

—¿De qué estas hablando? —La tos aún no se iba del todo. Y por ello articulaba su habla entre ella.

—No es difícil de adivinar viendo el cuello de Jinyoung y el tuyo. —Con sus dedos en el popote y sus ojos en Im. —¿O me equivoco?

Las orejas y mejillas vueltas en carmesí confirmaron sus sospechas... La sonrisa del gato chesire se postró en el rostro del rubio.

—Lo sabía, Jackson debería ir ahorrando.

—¿Ah?

—Jackson apostó qué no se a costarían hasta Halloween, a por cómo iban Jinnie y tú. Y yo que sería antes de verano. —Después el sonido del popote sorber.

—No se como sentirme... —Dijo incomodado al tema de su vida sexual.

—Yo diría que halagado por la fe que tuve en ti. —Guiño el ojo en juego el bajo.

—¿Quieres sentarte? sólo me pones mas nervioso. —Exaspero Jinyoung quien seguía inerte en el sofá de sala de espera con su revista de salud en manos. —Todo saldrá bien.

Aún diciendo eso sabía por experiencia que en un minuto todo podía cambiar. Que todo podría romper al titan.

—Hyung, ¿Y si me tarde mucho en traerlo y...? — Aquella ya era la vigésima vez que lo preguntan. Daba vueltas por el pasillo cada tres grandes pizadas de lado a lado.

El hospital estaba tranquilo en aquella estancia, que hasta raro le parecía.

—¡Deja de pensar en eso! Sólo tranquilizante. —Exclamó a la vez que golpeó al futuro padre con la revista.

Yugyeom no paraba de ver a su Hyung... Y Jinyoung ya estaba harto.. Hasta en algún punto pensó si fue buena idea haberlo llamado a él

El Kim no paraba de pensar, si no fuera tan tonto en disimular o si no fuese tan transparente le hubiera dolido menos al mayor...

—Escucha, se en lo que estas pensando, pero no será lo mismo que paso conmigo. No te puedo asegurar que nada malo pasará, lo único que puedo hacer es brindarte mi apoyo... Y estaré ahí para ti, por algo somos mejores amigos...

Yugyeom quería llorar. Tenía uno de los mejores Hyungs del mundo. El mayor lo abrazo con fuerza.

—Vamos Gyeomie, el que debe llorar es tu bebé no tú...

—Fue buena idea no hacer venir a Jungkook desde Bussan... —Los hipidos en su garganta le impedían hablar bien.

—¡Idiota!

—Tal vez Jinyoung no debía ir...  —Pesé a que el Tuan lo decía para sí mismo... Jaebum alcanzó a escuchar.

—¿De qué hablas? — ¿Mark estaba delirando por la abstinencia? ¿Por qué Jin no debía ir? Yugyeom era su mejor amigo al final.

La mirada sombría que mostraba el mayor le dejó pensando. Pareció pensarlo unos momentos, no quería arruinar nada cuando todo iba tan bien...

—La mamá de Ryujin. Ella murió al darla a luz... —Oh... —Jinyoung odia los hospitales desde esa vez...

Por un momento sus ojos viajaron hasta la pequeña...