54

1K 180 14
                                        

Sabía que no era fácil su situación, aunque no por ello daría mala cara a sus hijos

Jisung y Felix no debían estar fuera de sí, cuando debían estar felices jugando como cualquier otro niño de tres años.

Iba a mantenerse fuerte frente a ellos, como si todo fuera normal.

—Felix ven aquí. —El obediente de los Wang fue hasta su padre con una blanca sonrisa.

—¿Si?

Mark logró vestirlos de última hora para pedir dulces, pues al final le habían hecho caso en recoger su cuarto. La única idea que se le ocurrió a escaso tiempo fue vestirlos de los hermanos pato, y junto con el se completarán los tres. Por ello cada quien llevaba básicamente la misma ropa en diferente color.

Ya poniéndole su gorrita verde al pecoso, Mark llamó a Jisung por tercera vez.
Pesé a que ambos niños lograban caminar perfectamente, el ex Tuan adoraba cargarlos aún sin importancia a que estos cada vez pensaran más día tras día.

Iba tomando a Lix en brazos para buscar al mayor de los mellizos, sin embargo el sonido del timbre repetidas veces le alertó.

Iría a abrir y de ahí a por Sung.

Pero... ¿Y si era un asesino en serie, a lo Michael Myers?

Le estaba afectando ver tantas películas suspenso.

Cuando por fin iba a salir del cuarto...

El timbre dejó de sonar de repente.

Y el sonido de la manija abriéndose se escuchó.

Jisung.

Un frío escalofrío corrió por su espalda y un breve nudo en su estómago se formó.

-  -   -

Sung estaba viendo la tele de la sala de estar cuando pasaron un anuncio de varios chicos rapeando, aquel anuncio era constante y el menor ya había memorizado varias líneas de aquel rap.

Estaba preparado para seguirles en la canción, su collar de caramelos, una gorra enorme de su papá y unos lentes oscuros.

Si era sincero necesitaba un programa de rap, eso era necesario para el mundo telvisisvo y tal vez hasta el participaría.

Concentrado en la letra lleno de inspiración al rapear el timbre de la puerta sono.
Y tonto sonido no le dejaba estar a gusto.

Sabía que sus padres le regañaban por atender la puerta, pero su papá Mark no iba y realmente era molesto el pillido.

El cacheton estiró su brazo y tomó la manija para darle vuelta lentamente.

Por la pequeña abertura que había hecho se asomo con delicadeza.

—¿Quién es? —Preguntó con deje molesto.

Fue levantando la cabeza al ver solo un par de zapatos bien boleados.

Sus ojitos brillaron al ver quien se encontraba frente a él.

—Te he dicho mil veces que no debes abrir la puerta, Sung. —El menor salto a lo brazos del hombre.

Jisung era terco y se merecía una lección, pero simplemente Jackson no podía hacerlo. Por lo menos no ahora que después de meses por fin lo tenía junto a él.

Los pasos de alguien corriendo se escucharon por toda la residencia.

—¡Jisung!

Y fue en cámara lenta.

Los ojos de ambos adultos se encontraron y como la primera vez ambos se dejaron caer el unl por el otro.

—¡Papi Mark! ¡Mira a quien encontré!

Home - Bnior [[Editando]] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora