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Jaebum ya se encontraba recostado en la cama, con su cabeza recargada en sus brazos.
Im pudo sentir aun con sus ojos cerrados el como la luz era apagada, y como una fuerza se acercaba sobre su cuerpo.

—¿Puedo suponer que ya estas bien? —Cuestionó el hombre que mantenía sus piernas enredadas a las suyas y sus brazos posados sobre su desnudo pecho.

—Ya te dije que sólo estaba pensando.

Por un momento no hubo respuesta. Más Jinyoung había aprendido que para ese tipo de momentos sólo había una salida.

—¿Tu piensas?

Por más insulto que fuera rió. Rió de alegría al saber que Park tenía la suficiente confianza para ser el mismo con el.

Abrió lo ojos sólo para encontrarse con esos acolchinados labio de cereza, que pese a la oscuridad de la habitación no dejaban de relucir.

—Pensaba en cuanto te amo, Park Jinyoung. —Declaró Jae tomándolo de la cabeza para depositar un beso en su sien.

—Yo también... Yo también me amo. —Dijo al notar como el pelinegro le dejaba.

—¡Dios! Te he convertido en un monstruo. —Dramatizó. Jinyoung reía sin control al escucharlo. —¿Donde quedó el chico que solo gustaba de burlarse de Yugyeom?

—Sé convirtió en la pareja de un payaso. —Reía al decirlo. Y simplemente Jaebum no podía enojarse con la burla causante de esa bella melodía.

Ambos volvieron a acomodarse con Jinyoung ladeado en el pecho de Im. Le gustaba ese cálido lugar, donde podía escuchar los fuertes y rítmicos latidos.
De repente su tranquilidad se vio afectada al sentir los pequeños saltitos en el pecho de quien carcajeaba bajo el.

—¿Que te sucede? —Levantó su rostro solo para verlo.

—Recordé cuando Hyunjin y Yeji eran pequeños.

Esperaba a que Im le contase más este no lo hizo hasta que esté le afirmó quererlo oír.
—Una vez mamá me obligó a ir con ellos a visitar a sus amigas. —Sentía gran curiosidad de poder conocer la razón de las risas nostalgicas. —En ese entonces no tenía claras las diferencias de ellos.

—¿Y los confundiste?

—Digamos que no me di cuenta hasta que le cambie el pañal a "Hyunjin" y me asuste al pensar que algo se había desaparecido. —Jinyoung rio y golpeó sin esfuerzo el pectoral contrario al lado do de se recargaba.

—¿Como sabes ahora la diferencia?

El pelinegro tomó la mano con delicadeza del Park, en específico su dedo mediano e índice, y los coloco en su párpado izquierdo.

—Ellos los heredaron. —Sé refería a sus lunares. Aquellas dos estrellas oscuras que podía apreciar sobre la lechosa cara de Jae. —Yeji tiene un par parecidos detrás de su oreja izquierda. Y Hyunjin tiene uno bajo su ojo izquierdo.... Además parece que se ha metido botox en los labios...

—Idiota.

Todo parecía tranquilo. Lleno de risas al Jae contar sus múltiples historias junto a los mocosos. El como con el pasar de los años ambos parecían heredar su actitud diablilla.

—Jamás viví algo asi con Ryu... —Soltó Jinyoung.

Frunció el ceño al escucharlo. —¿Ni una travesura?

—Ni una sola. —El suspiró. —Muchos padres lo considerarían como una bendición tener hijos educados y obedientes. —Mira a quien se lo venía a decir.

—Y que lo digas.

—Me refiero a que, siento... Siento que ella no ha tenido una infancia llena de risas y diversión, como un niño normal. Puedo verte a ti y a los mellizos hacerse reír y molestarse ellos a tu y tu a ellos. Y es divertido. Pero Ryu...

—Ryujin también se divierte.

Si... Ella reía junto a ellos, junto a él. Junto a todos.

—Pero... ¿y si no hubieran entrado a nuestra vida?

Hubo un pequeño silencio en el que ninguno supo que decir... Uno en el que rompían aquella frase que hablaba de jamás hablar de un "Hubiera".

—Si eso no hubiera pasado... —Comenzó Jae. Obteniendo la atención completa del de cabellos castaños. —Hyunjin y Yeji ya estarían en eBay con envío gratuito.

—¡JAEBUM!

Eran lindas ese tipo de noches. Noches en las que podías ser tu mismo con alguien que tuviera un enorme grado de confianza y cariño.
Era hermoso tenerlas a diario...

Que gran pena que fuese la última en la casa Im...

La mañana siguiente era domingo, el día perfecto para despertar tarde. Uno en que pasarías en tu cama hasta tarde, o eso era común en los Im y eventualmente los Park.

Hasta que muy temprano el timbre de casa dio luz verde en reacción a Jinyoung. Y por casi obvio que Jaebum no despertaría tuvo que ir a abrir.

Sus ojos inchados en sueño fue lo que recibió al cartero. Quien después de entregar varios sobre se marchó.

Comenzó a ver todos y cada uno de ellos, cada vez Jaebum intentaba dejarle pagar cada vez menos en servicios domésticos, así que revisaría primero.

Sin embargo fue peculiar. Fue tan peculiar encontrar una folder de papel a su nombre. La mayoría de su correspondencia siempre llegaba a la oficina, o a la casa de su padre.

"Para: Park Jinyoung"
"Asunto: Demanda"

Eso le hizo un escalofrío correr por su espina dorsal, uno que erizo su piel.

Y sin mucho cuidado y un tanto desesperación rompió el sobre...

Sus ojos se empaparon al leerlo...

Y el miedo comenzaba a crecer.

¿Por qué los papeles siempre eran los encargado de ser los jinetes anunciantes de sus desgracias?

¿Por qué cuando su vida comenzaba a tomar sentido?

¿Por qué...?

"Yang Hyunsuk"

"Le demanda al señor Park Jinyoung por contraer la custodia de su nieta, Park Ryujin."

"Como acuerdo se le pide al Padre legal de la niña, entregar la custodia de la menor. Si este se niega, el caso procedera a juicio..."

No podía leer más... No...

El cuerpo de Park iba cayendo al recargarse contra la pared. El sentir el suelo le hizo comprimirse en una bolita.

Una llena de miedo. Una que deseaba que todo fuese una mentira.

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Llevo horas intentado subir esto.

¿A ustedes también les está fallando o es solo a mi?