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Jinyoung miraba a los niños ahora dormidos.

Aún no podía creer que todo su esfuerzo se fue a la mierda en un parpadear... Las bendas de ilusión en que podría recuperar lo que perdió fueron retiradas al escuchar a Im...

Pero el que su corazón se partiera en mil gajos no era de Jaebum, porque como fue dicho antes, el había sido quien inició todo ese infierno y ahora en adelante debía vivir con ello. Con ese vacío consumiendolo por dentro.

No sólo perdió a la persona que amaba, si no también a sus dos pequeños que añoraba como al primero. Por los cuales daría su vida por verlos felices...

Pero Jaebum tenía razón. No había nada que lo comprobará más que su palabra, y sus palabras ya ni siquiera eran creíbles.

Jinyoung quito el mechón que salía hacia la cara de Hyunjin de la banda de cabello con la cual dormía. Lo hizo con cuidado y delicadeza para no jalarlo o lastimarlo. Después bajó la mano que Yeji extendía sobre su cabeza, puesto que si la dejaba así a la mañana siguiente esta quedaría entumecida...

—¿Despidiendo te de ellos?

La voz femenina le puso la piel de gallina del la impresión.
Al verla Jennie le hizo la señal para dejar la habitación para hablar, y dando un beso en las frentes de los tres niños salió.

—Te daré esta noche con ellos, Jaebum y yo saldremos un rato. —Jin apretó sus puños con tal de retener sus sentimientos más tiempo... Intentando retener el que su corazón se rompía más y más... —. Después de esto no dejaré que vuelvas a verlos.

De repente esas solas palabras fue como soltar los pocos cristales que había acogido en sus manos, sólo para partirse en más piezas.

—Vamos Jin, ¿A quien quieres engañar? No los amas... Tu solo estas aquí porque odias la idea de que Jaebum este ahora por encima de ti. —Río cínicamente.

Jin mordió sus labios con fuerza conteniendo sus lágrimas.

—No es cierto, yo lo amo. Yo los amo... —Susurró sintiéndose inferior... Sintiéndose como lo que era un doncel sumiso... Uno que no tenía palabra, uno que siempre debía estar aferrado a la perdición. —Ellos son mi vida...

—¿Y donde estabas cuando más te necesitaron?

Su garganta se secaba, como si los nudos absorbieran toda humedad...

—No quería meterlos en problemas...

—No querías meterlos en tu vida.

—¡No sabía lo que quería! No sabía que alejarme de ellos iba a sentirse como morir día a día lenta y dolorosa... No quería lastimarlos. Creí que si los dejaba ir nos mantendría fuera problemas a todos... Que si no sabía lo que quería no tendría porque mantenerlos en una mentira... —Pará ese entonces la acidez que caía por sus ojos quemaba las mejillas de Jin— No sabía que si los amaba...

Mientras Park se hacía a la idea de que sus palabras ya no servirían de nada, Jennie no dejaba de mirarlo... De ver como la desesperación lo carcomia... Aún no era tiempo.

De alguna manera se sentía humillado... Pero era lo que merecía por haber causado todo ese daño. Merecía ello y mucho más...

—No te preocupes. Ellos tendrán una buena crianza después de que te vayas de su vida.

Si... Jennie iba a criarlos y ella ahora sería como su mamá...

—En cuanto Jae y yo comencemos a salir, yo misma los enviare a algún internado...

Las alarmas en Park se encendieron. No podía hacer eso. Eso era separar a los Im... Eso iba a ser un detonante...

—T-Tu no puedes... —Sollozo. No podía hacerle eso a sus niños... Ni siquiera a Jaebum.