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Aquel dulce sabor en los labios de Jaebum lo consumía...

Ninguno quería separarse del otro y cada vez las manos del otro llegaban a partes que hacían que el otro se retorciera en medio del beso.

En algún punto sus dedos llegaron al nacimiento del cabello de Jae. Sus orcuros cabellos eran tan suaves...

Ambos se separaron con cuidado.

—Quiero hacerlo.

No había vuelta atras.

Jaebum lo cargo por los muslos y los llevó hasta el auto.
De todas formas Hyunwoo ya le debía mucho a ambos...

Ambos embriagados de deseo.

Subiendo con rapidez al puesto del conductor Jaebum bajo Jinyoung.

Los jadeos son desesperados al igual que sus manos.

En un abrir y cerrar de ojos la camisa de Im desaparece de su vista dejando ver que piel es tan lechosa que se vuelve apetecible...

Entre sus dos proporciones puede sentir que no es el único al que las neuronas no sirven en este momento. Las hormonas están a la orden del día...

Por iniciativa comienza a dejar caer su chaqueta junto a su camisa... El frío corre por su espina dorsal pero no es momento para ello.

Los ojos inyectados en lujuria de Im no le quitan la vista. A los segundos de corta tranquilidad el pelinegro arremete contra el plano pecho.

¡Dios! Sus pezones están congelados por la temperatura pero la vucalidad de Jae se encarga de que se relajen.

El primer gemido lleva con el dos consecuencias, el vapor que sale de sus labios y una vaivén más fuerte, no. Posesivo. En el cual Jae no deja de hacerle sentir más que bien.

—Lo siento... —Dice en un jadeo al desprenderse de uno de los pechos.

—¿D-De qué habl-as? —Es un manojo de nervios y gemidos al sentir como Im va subiendo de poco a poco dejando un camino de chupetes por su cuello.

—En esta posición no creo ser yo el que lleve las riendas del asunto, precioso... —Su voz es ronca, y el solo soltar aquello en el odio del contrario hace que este se estremezca.

Im podía hacerlo. Claro que podía, pero quería que Jinyoung fuese a un ritmo que no fuera tan fuerte para el...

El menor no sabía cómo sentirse con la declaración. No iba a negar que le exitaba. Pero jamás lo había hecho...

Por un momento el pelinegro creía dada por perdida aquella situación al ver como Jin bajaba su cabeza e intentaba salir del auto.

"La había cagado..."

Suspiró en rendición. No sería el día feliz de mini JB.

Oh eso hasta que vio cómo un desesperado castaño bajaba sus pantalones frente a la naturaleza, llevando consigo sus boxers de un tiron.

Continuamente volvió a las caderas del alto dejándole sin palabras.
Pero al ver el sonrojo se dio cuenta que el chico seguía avergonzado... Y volvió a bajar la cabeza.

—No haremos nada que no deses... —Dijo Im levantando su rostro...

Gran sorpresa que se llevó el padre de los dos engendros al ver como tres dedos lubricados salían de los acolchonados labios.

La vista era fenomenal...

Uno a uno los dedos fueron incertados en su punto... Preparándose para lo que venía.

Se sentia bien... Pero era insuficiente...

Aún con los tres dentro no llenaba sus espectativas... Era desesperante hasta el punto de que sus caderas saltarán por más placer.

—Te quiero... Ya... —Aquello sonó más como un gemido inentendible para muchos. Sin embargo para aquel que comprendía todo el sabía su significado a la perfección...

El también llevaba rato con una mano dentro de su pantalón sintiendo los saltitos sobre su regazo, cada vez las prendas inferiores estorbaban más. No supo en que momento su bragueta estaba abierta.

Mucho menos en el cual su mano bombeaba de arriba hacia abajo con fuerza.

Al oír las palabras mágicas lo soltó y dejó el trabajo a Jinyoung...

Aún en debate mental lo hizo.

Tomó el largo falo de su acompañante bajo su atenta mirada. Sus caderas bajaban de poco a poco, podía sentir como algo dentro de él se llenaba... La breve exitacion nublaba el dolor...

Ambos gruñeron al sentir como el recorrido entre los glúteos de Young llegaba a su fin.

Pasaron pocos segundos cuando Jinyoung comenzó con movimientos leves... Las manos en los fuertes hombros de Jae eran de gran ayuda... Inclusive las manos acariciando su culo...

Era el cielo mismo....

Oh ello pensaba hasta que la fuerza del mayor se apropió de las embestidas aferrándose a sus caderas...

—Si.. Si... —Era de las pocas cosas legibles que el castaño podía comunicar. El calor llenaba el interior del coche de vapor y se empeñaba en empañar las ventanas...

Los besos volvieron y las lenguas se unieron en una danza digna de la luz lunar...

La luna había sido la única presencia que necesitaban, la única conocedora de la noche en que dos amantes se habían unido más que nunca.

—Te quiero Jaebum.

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Lo prometido es deuda, ahí esta su Lemmon. Lamento mucho que no sea lo que esperaban, es mi primer Lemmon al fin y al cabo.

Y yo quería hacer de esto bien inocente xd

P. D. Deberían agradecer a @X18 chiasa-sama Excalibaaar y a Kanzaki_Ao quienes me ayudaron a lo que se podría decir escribir esto.

Maratón 2/?