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Faltaba poco para que el reloj en su muñeca diera las cinco. Sería más temprano si Sung no hubiera hecho todo un numerito por quedarse en casa en lugar de ir por la nueva integrante de la familia. Por lo que tuvo que llamar a su primo Young para que cuidase un rato de él.

Junto a él en el taxi iba su lindo pecoso, el en cambio a su hermano estaba más entusiasmado por su hermanita, hasta le había pedido a su padre que le ayudara en su coreano durante el trayecto.

Si pensaba las cosas había sido una gran idea que Jisung se quedara, el recorrido de vuelta sería más pesado con tres niños, que con dos.

-Papi. -La dulce vocecilla de Felix le llamó. -¿Crees que le gusten a mi hermanita?

Mark llevo su mirada hacia el castañito, las pequeñas manitas le extendían un pedazo de chocolate.

-Serían dos, uno mío y uno de Sung pero me comí el mio. -Lix hizo un puchero con sus labios y sus mejoñillas ardientes de vergüenza.

Mark rió un poco por la hazaña de su pequeñito.

-Creo que le gustará.

Wang no podía contener su felicidad de que hasta sus niños ya aceptarán a la nueva integrante de la familia aún sin conocerla.

De pronto el taxi se detuvo dando por entendido que habían llegado al lugar, las oficinas estaban frente a él. Ambos Wang bajaron del auto al haber pagado la cuota de viaje.

Al entrar el fresco aire les recibió, pasando por el pasillo el menor se encontraba nervioso con muchas interrogantes en su cabeza, todo acerca de su hermanita. Para lo poco que escucho el nombre de ella era raro para su poco coreano.

Su papá se encontraba hablando con una señora ya de una edad mayor, lo primero que pensó al verla era si está habría conocido los dinosaurios.

Iba a preguntarle justo en el momento en que su padre fue llamado por otra puerta...

-Señor Wang, ella es.

Tanto Mark como el pequeño Lix se quedaron petrificados con la apariencia de la niña frente a sus ojos.

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-¡No estoy gordo! -Alegó Jaebum a sus hijos.

-¿Y esos seis rollos de tu panza que son? -Contraataco Yeji en una pregunta capciosa.

-Sé llaman... -Im no pudo terminar pues su hijo contestó antes que el.

-Son grasa.

-¡Eso quisieran!

Jaebum iba a colgar a sus hijos del árbol que estaba plantado en el jardín de su mamá. Pero por salvación de ambos su abuela pasó por donde los tres peleaban.

-¡Mamá, diles que no soy gordo!

-¡Abuela dile la verdad!

Yeeun quería reírse de sus sucesores, pero el hecho de que su hijo se rebajara para pelear con un par de niños era inaudito.

-Niños, -La mayor se puso a la altura de los niños. -No peleen por cosas insignificantes, mucho menos con el. Saben que los ama pero el como adulto no puede tomarse en juego todo. -Con las sabías palabras de su abuela ambos retoños tomaron una postura seria. -No deberían sentirse mal porque su padre es gordo o delgado. Deberían preocuparse si fuera un estúpido. -El momento serio y lleno de sentimientos era significativo para los presentes pero una voz se escuchó.

-Yo que ustedes estuviera llorando ya. -Hablo Nayeon saliendo del baño.

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-Tío Brian, ¿Puedes dejar ese bajo y cocinar algo? -En momentos como ese odiaba haber dado a Felix su último chocolate para que se lo diera a la nueva niña.

Brian chasqueo la lengua antes de contestar.
-Te he dicho que no me llames Brian. Soy Younghyun.

-Papá se está tardando. ¡Tengo hambre!

-Acabas de comer, Sung... -Suspiro Kang ante la actitud de su sobrino.

-Estoy en crecimiento hyung, necesito comida.

-¿Qué es lo que quieres?

Jisung no iba a desaprovechar el tener a su merced a su querido tío.

-Chocolate.

-Denegado, tu padre dijo que no te diera chocolate. -Recordó el mayor, si de por sí ya era hiperactivo no quería imaginarlo con el azúcar.

-Eres un aburrido Hyung. -Sabía que mentía, había pasado una buena tarde con su tío enseñándole las nuevas canciones de la banda que este tenía.

Subiendo hacia su habitación Sung comenzó a buscar algun dulce que quitara su hambre, de seguro Felix tenía alguno y no le había dicho nada.

Busco por debajo de las almohadas, las camas, los cajones pero nada.

Con su gran sentido auditivo logró escu har la voz de su papá en la planta de abajo, había llegado. También pudo sentir como alguien subía y se dirija a su cuarto. Y por los pasos aseguraba de que se trataba de su hermano.

Cuando la puerta se abrió, daba la espalda en su dirección, aún en busca de dulces en alguna parte de la recamara.

-¿Felix, sabes donde hay más dulces? Creo que nos hemos terminado los del mes.

No hubo respuesta.

Raro. Felix no hablaba mucho, pero que no le contestara era raro...

Por ello decidió voltear en aquella dirección. Quiso reír ante la imagen, su hermano vestido así...

-Lix, quítate eso. Dijimos que sólo era un juego lo de vestirnos de niña. -Bufo al terminar.

Se sorprendió aún más cuando los ojitos de su hermano mostraron miedo y sus mejillas estaban rojas tal manzanas.

-¿Felix?

-¿Si? -Hablo una voz fuera de la habitación, y de pronto el verdadero Wang Felix se asomo por la puerta de su cuarto.

Los ojos de Jisung estaban por salir de sus cuencas, pues frente a ellos ¡Había dos Felix!

Uno disfrazado con peluca y vestido, y otro normal.

-Oh, veo que ya conoces a Chaewon, ella es nuestra hermanita. -El pecoso sonreía en grande, aunque quería reírse por la reacción de Sung. Reacción casi idéntica a la que el había tenido.

-Es un gusto... -La vocecilla aún más chillona se presentó al de enormes mejillas.

Wang Jisung, más conocido por ser parlanchin, por fin le habian dejado sin palabras. Y claro que el adulto encargado de esos tres se reía por la abertura de la puerta.

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Un edit de Felix y Chaewon. Créditos a su respectivo.