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Nuevamente empiezo con la rutina. Me levanto después de soñar cosas raras (la costumbre) que involucran sueños sin sentido que mezclan mi realidad con fantasías estúpidas y voy a lavarme la cara. Apenas termino de arreglarme, salgo de mi casa y me dirijo a estudiar inglés a la academia. Es increíble que incluso en vacaciones tenga que ir a estudiar, pero lo que me alegra es que voy a estar una semana sin ver a los idiotas de mis compañeros de colegio y sobre todo a Marco.

¡Vacaciones, mierda!

Como de costumbre, las clases con igual de aburridas y no pasa nada mínimamente interesante en este lugar. Lo único que encuentro ligeramente gracioso es que el profesor parece resfriado y su nariz está tan roja como un tomate. Y como su nariz es larga y gruesa, pues se ve realmente cómico.

Aparte de eso, me pongo a pensar en cualquier cosa que me saque de este lugar y de los verbos irregulares. Pienso en el caballero y en que ya va a ser un año desde que nos conocimos. Me pregunto qué tal estará y si habrá pensado en mí. Ja, qué va, ¿por qué lo haría? No he sido tan impactante en su vida. A menos que su vida sea igual de aburrida que la mía y el que una desconocida lo besara en una fiesta de disfraces tenga algo de relevancia en su vida. De cualquier manera, lo dudo: él debe tener miles de chicas a sus pies. Un tipo tan atractivo (no vi exactamente su rostro, pero tenía agradables facciones), caballeroso y galante no puede no tener a alguien a su lado. Fue simplemente suerte haberlo encontrado.

¿Y si le hubiera dado mi número? ¡Pero qué cosa tan ridícula! Creo que se hubiera decepcionado totalmente al verme. No suelo maquillarme ni arreglarme, tampoco tengo un buen cuerpo ni una personalidad atractiva. Debería ser femenina y delicada como la mayoría de chicas, pero no puedo. Lo he intentado y admito que cuando me gusta alguien suelo volverme un poco así, pero esa no soy yo.

¿Por qué es tan difícil gustarle a alguien que me guste siendo yo misma?

Suspiro, frustrada, y pienso en cuán diferentes serían las cosas si tuviera un poco de suerte. No busco un amor para siempre, ni siquiera sé qué es el amor para empezar, pero me gustaría tener una buena experiencia, no terribles como las que ya he tenido.

Después de pensar un buen rato en tonterías y de intercambiar unas palabras con mi partner, la clase al fin termina y salgo volando. Necesito distraerme un poco y tal vez Augusto sea la solución. Voy a visitarlo y molestarlo un rato. Debe estar en el trabajo así me subo en el bus que sé que me va a dejar cerca y me siento después de un rato de estar parada. Me pongo mis audífonos y veo el paisaje. Suena Creep de Radiohead. Es una de las canciones favoritas de Marco. Mierda, no debería pensar en él, pero es difícil cuando los recuerdos vienen a mí. Suspiro y simplemente intento pensar en algo más.

Paso un buen rato atorada por el tráfico, pensando en todo lo que podría hacer, pero nunca me he atrevido, hasta que al fin llego al centro de Lima. Me bajo en Paseo Colón y empiezo a caminar para llegar al trabajo de Augusto. Paso por un parque muy agradable en donde veo a muchas parejas acarameladas. Miro hacia otro lado porque me recuerda lo que no puedo tener. Y ahora que lo pienso, ¿no seré nuevamente el mal tercio entre Augusto y Kendra? El solo recordar lo que pasó ayer me hace temer que pueda volverme una molestia. Pero a Kendra no pareció importarle mucho, aunque tal vez sea porque ella es muy amable para decir algo.

Entro a la tienda de relojes apenas llego a la puerta y busco con la mirada a Augusto y Kendra. Nada, veo a otros vendedores, pero ellos parecen haber desaparecido. Con cautela y sin vergüenza, camino lentamente por el local buscando a mis amigos. ¿Dónde pueden estar? Doy vueltas en círculo intentando ver alguna pista y entonces recuerdo que una vez Augusto y yo estuvimos en un almacén de la tienda. El recuerdo es agridulce ya que le dije cosas muy hirientes y terminé diciéndole cuánto significó para mí pese a que lo lastimé mucho. Recuerdo que me sentí tan vulnerable que no pude hacer más que huir como siempre después de eso y que él fue a buscarme.

Hilo rojo del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora