Al llegar a casa, miro mi celular y me pregunto si debo mandar el mensaje. Si lo hago voy a dar pie a que podamos ser amigos y si no, sé que me va a detestar aún más. Respiro hondo y le respondo que llegué bien, que no tiene por qué preocuparse. Él me responde rápidamente con un simple "OK".
Su respuesta es seca comparada con las de antes, pero lo entiendo. Acabamos de hacer las paces, o algo así, y aún todo es muy pronto como para que vuelva a ser como antes. Sé que él debe de estar pensando si fue conveniente disculparme o si no debió haberlo hecho. Supongo que intenta convencerse de que fue lo correcto, así como yo intento hacer lo mismo conmigo.
Por otro lado, no puedo dejar de pensar en el asunto de Lola y Bruno. La traté muy mal solo por un chico que ni siquiera me interesaba en realidad. ¿Eso me hace un ser horrible? Y aunque lo que hizo tampoco estuvo del todo bien, lo que pasó con Augusto me hace entender que tal vez exageré. Eso siempre me dice Marco, pero nunca le he creído, hasta ahora al menos. Tal vez debería hablar con ella y solucionar esto.
¿Pero cómo? ¿Quién debe dar su brazo a torcer? Yo aún me siento algo ofendida y no creo que pueda hacerlo. Pero si ella se me acerca para hablar sobre el tema yo no pienso negarme. Aunque yo sé en el fondo, conociéndola como la conozco, ella jamás tomará la iniciativa. Ella solo lo hizo una vez, y fue cuando la jodió totalmente el día de mi cumpleaños al olvidar saludarme, pero no sé si pueda hacer lo mismo.
De cualquier manera, esto no parece tener un final a corto plazo.
Y, por otro lado, ya falta muy poco para que sea la inscripción de los exámenes de admisión de las distintas universidades. Aún no estoy totalmente segura de mi decisión y toda esta situación con Augusto y Lola no ha hecho más que distraerme. ¡Mierda, ni siquiera sé en qué universidad quiero estudiar!
Los exámenes de admisión son en noviembre por lo que aún tengo mucho tiempo para estudiar, pero debo tomar una decisión ya. Traducción parece una bonita carrera y podría ayudar a traducir documentos y aprender otros idiomas. ¿Pero cuáles serían? ¿Hay coreano en alguna de las mallas curriculares? Oh, lo dudo mucho.
Con todos estos confusos pensamientos, me acuesto y espero que mis ideas se vuelvan más claras con el pasar de los días.
***
El lunes en la mañana, en vez de pensar en las practicas que ya están por venir, empiezo a analizar mi situación. Aún no sé si esa sea la carrera para mí, pero algo me dice que siga adelante, que yo puedo lograr lo que me propongo. Eso me hace sentir apoyada y feliz, como si tuviera todo a mi favor. Aunque tal vez sea simplemente una forma de engañarme a mí misma para no caer en la desesperación.
Estuve también averiguando sobre las ganancias de esa carrera en el país. Muchos dicen que ganas una miseria (igual que cuando quería ser escritora) y que no vale la pena. Otros dicen que es mejor estudiar esta carrera en un instituto y que incluso ganas más y pierdes menos tiempo. Todo eso me desanima y me hace preguntarme qué he hecho mal como para elegir carreras que no me van a ayudar a sobrevivir en este triste mundo.
Durante la noche investigo más y me doy cuenta de que también está la interpretación. Esta carrera es diferente a la otra ya que se enfoca en el lenguaje oral y en pasar el mensaje de una lengua a otra para que ambos hablantes puedan comunicarse. Parece muy difícil, pero veo que la paga es buena. Aun así, solo aparecen institutos en donde puedo estudiarla.
***
El martes, después de ignorar a todos, me doy cuenta de cuán perdida estoy. Me encanta la idea de estudiar en la universidad y de dejar a todos los de la escuela atrás, pero al mismo tiempo me aterra escoger una carrera. No quiero arrepentirme a medio camino ni que mi vida profesional sea digna de pena. Quiero tener un trabajo estable y poder vivir mi juventud al máximo.
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Hilo rojo del destino
Teen Fiction¿Alguna vez han oído hablar de él? Cuentan las historias que es un hilo invisible que conecta a las personas que están destinadas a estar juntas y que pase lo que pase no puede romperse. Interesante, ¿verdad? Lamentablemente, no creo en tales cosas...