La vida continúa, eso es lo que he aprendido hasta ahora. Incluso si lo pierdo todo, todo aquello que alguna vez deseé tener con locura, la vida continuará y yo tendré que hacerlo también. Al principio dolerá, dolerá terriblemente tanto que querré simplemente desaparecer, pero las cosas cambiarán para bien. Porque siempre hay un arcoíris después de una tormenta. Al menos eso es lo que quiero creer.
***
Las cosas poco a poco están mejorando, incluso mi terrible humor. Poco a poco es más fácil ver a Marco, aunque duele en el fondo. Pero estoy acostumbrándome a simplemente verlo pasar y aceptar que ya no hay vuelta atrás. Fue una difícil situación, pero creo que era necesario. Nunca lo pude ver más que como un amigo, nunca siquiera imaginé algo con él, solo me duele haber perdido a la persona con quien conversaba.
Trato de pasar tiempo con mis amigas, Lola, Valery y Grecia. No he hablado con estas dos últimas en mucho tiempo porque están en el otro salón, pero me dicen que están bien. Grecia tuvo algunos problemas en Matemática, pero sabe que si no estudia, no va a pasar. A Valery honestamente todo le vale un huevo, es parte de su actitud relajada. Creo que tiene nueva novia, pero no le gusta hablar mucho de eso en público.
—¿Ha pasado algo últimamente, pinches? —pregunta Valery desperezándose.
—No mucho —respondo intentando esconder que en realidad han sido tiempos muy difíciles.
—Pensé que había pasado algo emocionante. Una lástima —dice Valery decepcionada.
—Estudiaron para el examen, ¿verdad? Es en un rato —les pregunto y todas callan.
Ha empezado la maldita semana de exámenes parciales. Realmente esperaba haber exonerado algún curso, pero nada. Mi ánimo realmente no me ha servido así que, aunque estoy decepcionada de mí misma, no me sorprende. Pero veo que muy pocos han exonerado así que al menos sufriremos en grupo. En fin, también significa que voy a tener que estudiar más lo que no me agrada.
—Mierda, lo olvidé —chilla Grecia—. ¿Qué era hoy?
—Comunicación —responde Lola sin sorprenderse.
—¿Qué fue? —le pregunto.
—Es que ayer me quedé hasta tarde en la cuenta de RolePlay y se pasó el tiempo —dice ella intentando excusarse—. ¡También es culpa de la pinche abejita!
—¿Ah, yo? —reclama Valery—. ¡Pero si vos eras la que me insistió en jugar! ¡Qué ofensa!
Como siempre, Valery habla con modismos extranjeros y Grecia intenta excusarse. Nada fuera de lo normal, lo usual. Creo que pese a todo me agrada esto. Siento que las cosas pueden volver a ser como antes, tal vez no totalmente, pero al menos puedo conservar parte de mi vida.
***
—¿Tan tarde llegas a casa? —pregunta mi mamá quien por primera vez ha llegado temprano.
Yo me congelo. Ella no sabe que yo suelo llegar a esta hora porque me voy a caminar con Lola para desahogarme. A veces llego un poco más temprano o más temprano. Todo depende de mi humor y de cuánto tiempo Lola resista en estar parada.
—El tráfico —le digo intentando disimular—. Siempre es así, ya sabes.
—Sí claro... En fin, estaba pensando y tenemos que ir viendo todo lo que tu graduación. Así que solo tenemos un mes para terminar todo.
—¿Un mes? ¡Pero si la fiesta es en diciembre! ¿No puede ser después? Todo esto me agota mentalmente. Además, tampoco tengo mucho incentivo.
—¿No has encontrado pareja aún?
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Hilo rojo del destino
Fiksi Remaja¿Alguna vez han oído hablar de él? Cuentan las historias que es un hilo invisible que conecta a las personas que están destinadas a estar juntas y que pase lo que pase no puede romperse. Interesante, ¿verdad? Lamentablemente, no creo en tales cosas...