Fuiste una bala perdida. TERMINADA

9. Te extrañé

- (Isaza): perdón - susurro en mi oído, me estremecí, no podía hablar - es solo que me molesta un poco que estés todo el día pegada a villa.

Sonriente me di vuelta, aún me abrazaba por la cintura, sentir su voz tan cerca me provocaba escalofríos, desearía estar así de cerca con el para siempre. Me sentía muy nerviosa, mi corazón se iba a salir, acaso me había confesado que estaba ¿Celoso?

- (Julieta): ¿Por qué te molesta? Somos amigos.

- (Isaza): ¿Segura? - se rió - más vale que se lo hagas saber, estoy seguro que piensa que son algo más, no quiero verlo sufrir. 

- (Julieta): el lo sabe perfectamente, no respondiste a mi pregunta 

- (Isaza): tu nunca respondes a las mías - fruncí el ceño - ya, no te enojes, es solo que entiendo que sean "amigos" pero el no es el único que quiere pasar tiempo contigo - es un hermoso, pensé - 

- (Julieta): tengo amor suficiente para todos ustedes - me reí - pero si te deja tranquilo, cuando quieras estar conmigo, me dices y echo a Villa. 

- (Isaza): que linda eres - dijo con sus mejillas rojas, me acercó a el y pude sentir su perfume, esto no podía ser real, de seguro estaba soñando - 

- (Julieta): ¿me vas a contar por que te fuiste hace un rato? - estábamos tan cerca que sentía su respiración en mi cara, un poco mas y nuestras narices se tocaban.

- (Isaza): No me sentía bien, pero ya estoy mucho mejor - se acercó - no hablemos de eso, no fue nada importante.

- (Julieta): dejaste a tu novia sola - soy estúpida, lo sé - 

- (Isaza): no es mi novia - sus labios rozaban los míos - 

- (Julieta): parecía que s.. - me calló con sus labios, estaban tibios, mi corazón latía como loco, al principio no reaccione pero trate de seguir el ritmo, pensé que no podía ser mas perfecto, sentí como su lengua tocaba mis labios,  nos fundimos en un beso desesperado, me acercó mas a el, no podía creer que esto estaba pasando, puse mis manos en su cuello para acercarlo a mi, podía notar su respiración entrecortada, nos separamos por falta de aire, me miro y sonrió como un niño pequeño, el maldito me había enamorado. Nos dimos un par de besos mas para luego dormir abrazados, le ofrecí que se quedara porque ya era muy tarde, sin dudarlo acepto, esa noche no pase frío y dormí con una sonrisa enorme, no recordaba la ultima vez que me había sentido tan feliz. 

# A la mañana siguiente #

El sonido insistente de mi teléfono me despertó, traté de alcanzarlo pero el brazo de Isaza me tenía inmovilizada, sonreí al recordar lo que había pasado la noche anterior, la verdad no tenía esperanzas de que algo así pasara tan pronto o que pasara en algún momento. Se veía tan hermoso durmiendo, con su pelo revuelto, sus ojeras y su boca un poco abierta.  

- (Isaza): No te cansas de mirarme - dijo abriendo apenas sus ojos con su voz aun media dormida - 

- (Julieta): no te estaba mirando - me reí, intente levantarme pero no me soltaba -

- (Isaza): no te levantes, es sábado, podemos quedarnos aquí todo el día - es un lindo -

- (Julieta): me encantaría pero tengo hambre  - hice puchero - porfis 

- (Isaza): esta bien, tu te lo pierdes, después te vas a arrepentir - se levantó - 

Probablemente  si me iba a arrepentir pero ayer por todo lo que paso, mis celos incluidos no había comido casi nada, villa se termino mi comida y ahora lo estaba lamentando. Comimos unas ricas tostadas con café y unos dulces, el era increíble. Estábamos hablando de cosas sin sentido cuando alguien tocó la puerta.