13. Privacidad

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Isaza

Luego de que las chicas se fueran, me di una ducha rápida mientras Martín se quedó en mi habitación escuchando música, estaba feliz de estar con Julieta y aunque no éramos novios me la pasaba de maravilla junto a ella. Sabía que Marto me haría mil preguntas que no quería responder pero que lamentablemente tenía que, de otra manera le contaría a los demás y de verdad no quiero todavía.

- (Martín): ¿Te quitaste las ganas perro? - lo miré mal -

- (Isaza): eres un idiota - le dije mientras me vestía -

- (Martín): así que... Tú y Julieta - me miraba sonriente -

- (Isaza): no sé de qué hablas

- (Martín): ay perro no se haga, casi los pillé desnudos dándose bueno y me lo vienes a negar descarado.

- (Isaza): está bien, tu ganas, te contaré pero promete que no dirás nada a nadie, ni a Laura ni a los perros.

- (Martín): lo prometo

- (Isaza): bueno, hace un tiempo que siento cosas por Julieta,creo. Desde que la conocí me volvió un poco loco, traté de evitar esos pensamientos pero fue inútil, quería estar cerca de ella todo el tiempo y me ponía muy celoso de su amistad con Villa, bueno aun siento un poco de celos, ¿Recuerdas el día que fuimos a su casa y yo me fui de la nada? Bueno, fue por las constantes bromas que había entre ellos dos, me volvía loco. Esa noche volví a su casa más tarde y nos besamos, desde ese día no puedo alejarme de ella y estamos en algo, creo, aunque solo lo sabemos nosotros dos y tú, claro.

- (Martín): ay mi perro, yo pensaba que estaban tirando nada más, ya veo que la cosa va sería - me abrazó por la espalda - ¿Acaso te estás enamorando?

- (Isaza): no claro que no, solo estamos viendo qué pasa pero no estoy enamorado, me gusta un poco pero ya sabes todo lo que sufrí y no quisiera pasar por lo mismo.

- (Martín): Julieta no es Camila mi perro, ella no va a irse.

- (Isaza): no lo sé, prefiero no pensar en qué va a pasar después, solo disfrutar el momento - le sonreí, tocaron el timbre - deben ser los chicos, acuérdate que no les puedes decir nada.

- (Martín): lo sé, igual te voy a molestar, eso sí no me lo puedes quitar - ambos reímos -

Bajamos a abrir la puerta, era Simón y Villa, habíamos quedado para ensayar un par de temas, aunque por ahora la banda no iba enserio la pasábamos bien haciendo música.

- (Villamil): les juro que no voy a tomar nunca más - todos lo miramos, es obvio que eso no lo podía cumplir - ¿Qué? Es verdad

- (Simón): si claro, oye perro al final no contaste que pasó con Julieta anoche - Martín me miró -

- (Villamil): solo fui a dejarle su llave y me quedé a dormir, era muy tarde, nos quedamos hablando un buen rato y dormimos - dijo sin importancia -

- (Martín): ¿Dormiste con ella perro?

- (Villamil): si y no me mires con esa cara, siempre dormimos juntos así que no es gran cosa.

- (Simón): yo me refería a cuando se fueron al baño pero ya veo que la siguieron en su casa - se rió

- (Villamil): prefiero no contarles sobre eso, es personal y no sería de caballero contarles - todos lo empezaron a molestar, a mí solo me consumían los celos, sé que Julieta dijo que no pasó nada entre ellos dos pero villa hacia parecer que sí y me hacía enojar, tampoco lo culpo, el no sabe lo que yo siento por ella y definitivamente no sé si a él en verdad le gusta.

Fuiste una bala perdida. TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora