12. Vergüenza

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A la mañana siguiente tenía un dolor de cabeza horrible, mi habitación apestaba a alcohol, Villa estaba muerto al otro lado de la cama, sonreí, como adoraba a ese idiota. Me dí una ducha rápida para despertar, me vestí y volví a la habitación, Villa recién despertaba y me miró con una cara de sueño que me dió mucha ternura.

- (Julieta): después de anoche, me debes la vida

- (Villamil): no tomo nunca más - me reí - no te rías, es enserio, mi cabeza me va a explotar.

- (Julieta): nadie te obligo a tomarte todo, levántate, tengo que ir a buscar mi llave y le prometí a Susana que la ayudaría con unas cosas.

- (Villamil): anda, yo me quedo aquí, necesito recuperarme un poco más - se volvió a tapar -

- (Julieta): - le tiré una almohada - está bien, no me robes nada - salí del apartamento y me dirigí a casa de mi amiga -

Llegué en menos de 15 minutos, toqué el timbre y espere al menos 5 minutos, estaba apunto de irme cuando la puerta se abrió y me dejó ver a un Juan Pablo despeinado con cara de sueño.

- (Julieta): Hola - dije tímidamente -

- (Isaza): Hola, pasa - me dijo aún medio dormido -

- (Julieta): ¿Está Susana?

- (Isaza): no, anoche se quedó con Diego me parece y aún no llega - bufé y él me miró con sus hermosos ojos cafés - perdón

- (Julieta): ¿Por qué?

- (Isaza): por no acompañarte anoche y no responder a tu mensaje, no tenía batería, lo ví hace un rato, soy un idiota - dijo cabizbajo -

- (Julieta): no te preocupes, Villa me salvó la vida - dije tratando de animarlo pero frunció el ceño -

- (Isaza): ¿A qué te refieres?

- (Julieta): el tenía un llave de respuesto y aunque se tardó cómo dos horas me la llevó y pude entrar.

- (Isaza): que bueno - dijo tajante - ¿Por qué le diste una llave de tu casa?

- (Julieta): porque es mi amigo y se la pasa ahí así que preferí que tenga una llave así no me levanto a abrir la puerta, además sirve para emergencias - estaba molesto, me daba cuenta por sus expresiones -

- (Isaza): ¿Durmió en tu casa?

- (Julieta): si, era muy tarde, no iba a dejar que se fuera en ese estado.

- (Isaza): ¿durmieron juntos?

- (Julieta): o sea técnicamente si, en mi cama pero no pasó nada, ni siquiera estábamos cerca, hacía mucho frío en la sala por eso se quedó en mi habitación.

- (Isaza): que considerada eres - dijo caminando hacia la escalera, lo miré extrañada y lo seguí a su habitación - aquí tienes tus llaves.

- (Julieta): ¿Por qué estás enojado?

- (Isaza): no estoy enojado

- (Julieta): si lo estás, no te enojes - lo abracé - yo solo te quiero a ti - le hice puchero y el sonrió -

- (Isaza): no me enojo, es solo que.. - dudo un poco - sé que lo prefieres a él y me molesta un poco.

- (Julieta): te prefiero mil veces a ti pero si piensas en pedirme que me aleje de el, no lo haré.

- (Isaza): jamás te pediría algo así, por más celoso que estuviera - le sonreí, ¿Por qué era tan lindo? -

- (Julieta): eres un lindo - junte nuestros labios, nos fundimos en un beso tierno que se fue tornando más apasionado, Isaza me recostó en su cama, besaba mi cuello con bastante intensidad, estoy segura que dejará una marca, metió sus manos por debajo de mi camiseta y me estremecí por sentir su tacto, de una me quitó la camiseta, quedé en brassier, seguimos besándonos muy desesperadamente, me senté a horcajadas de él, le quite su camiseta y besé su torso desnudo, juntó nuevamente nuestros labios, sentía tu respiración entrecortada, sabía exactamente a dónde llegaríamos con esto y no me iba a detener porque lo deseaba tanto como el. Sus manos recorrían todo mi cuerpo, sus labios atacaban mi cuello y luego su lengua jugaba con la mía, estábamos muy encendidos, antes de qué pasara a algo más, la puerta se abrió de golpe, nos separamos y nunca había sentía tanta vergüenza, maldito Martín.

- (Martín): parece que llegué en buen momento - dijo riendo - ¿Que hacían?

- (Isaza): cállate - ambos estábamos rojos de vergüenza, nos pusimos las camisetas, Martín no paraba de reír y yo apenas podía mirarlo - ¿Que haces aquí? ¿Cómo entraste?

- (Martín): nos pillamos con Susana y me dejó pasar - se rió - que bueno que los pillé yo y no otra persona.

- (Isaza): ¿Están los chicos?

- (Martín): no, vine con Lauri - nos miró divertido - y yo que pensé que te estabas tirando a Villa.

- (Julieta): te odio - me paré y dirigí a la puerta - voy a ver a las chicas - dije algo avergonzada -

- (Martín): se lo tenían guardadito - Isaza le tiró una almohada, yo bajé -

Fuí hasta la cocina ya que escuche como hablaban Susana y Laura, entre en silencio, me miraron divertidas.

- (Susana): ¿Y tuuuu? - me dijo sonriente - ¿Estabas con mi hermano?

- (Julieta): te estaba esperando mal pensada - trate de disimular pero estaba roja como un tomate y mis labios estaban aún hinchados por el besuqueo con Juan Pablo -

- (Laura): ¿Que hacían solitos en su pieza?

- (Julieta): Nada - dije y entró Martin junto a Isaza, quién aún se reía por habernos pillado -

- (Susana): ¿Marto, acaso los pillaste besándose? - nos miraban divertidos y yo solo estaba avergonzada -

- (Martín): ni te imaginas, yo pensé que Juli estaba con Villa pero al parecer no - se rió aún más -

- (Isaza): no estábamos haciendo nada - dijo sonrojado - solo hablábamos.

- (Susana): si claro - me pegó un codazo - ya me contarás - me dijo en un susurro - 

Luego de esa vergonzosa situación con Martín, nos fuimos a buscar unas cosas que Susana necesitábamos, Lauri se nos unió ya que no quería estar toda la tarde escuchando a los chicos tocar música. Aprovecharon a qué estábamos solas para hacerme un interrogatorio.

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Hola, solo les escribo para avisar que haré algunos capítulos con el punto de vista de Isaza para que sepan cómo se siente y toda esas cosas...

Fuiste una bala perdida. TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora