55. Cumpleaños no tan feliz

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Isaza

Julieta se fue a casa de sus padre y ya la estaba extrañando. Me agobiaba un poco saber que no iría con nosotros pero conocía a Ana y le gustaba tener todo controlado y si le preguntaba si podía ir, se molestaría y no quería lidiar con eso. Nos fuimos en el auto de Villa hasta la casa de Ana, quedaba a treinta minutos del centro de Bogotá y era bastante complicado de llegar. Nos íbamos acercando y la música se escuchaba desde lejos, un gran portón negro nos retuvo por 5 minutos hasta que Ana salió sonriente a saludarnos.

(Ana): Qué bueno que llegaron! - dijo emocionada.

(María): feliz cumpleaños amiga! - se abrazaron por unos segundos.

(Villamil): felicidades - le dijo Villa sonriente y dándole un corto abrazo.

(Ana): gracias Villita, adelante pasen.

(Isaza): feliz cumpleaños - dije sonriendo.

(Ana): ¿No merezco un abrazo? - dijo riendo.

(Isaza): perdón - la abracé - solo por ser tú cumpleaños.

(Ana): vamos! Quiero que conozcas a mis padres.

Me llevo hasta su enorme casa, había una cantidad excesiva de personas, entre adultos y jóvenes, nos acercamos a un grupo de adultos que hablaban animadamente.

(Ana): Papá, Mamá, el es Juan Pablo.

(Isaza): hola.

(Papá de Ana): al fin tenemos el placer de conocerte, nuestra pequeña no deja de hablar de usted.

(Ana): papá.. - le reprochó.

(Mamá de Ana): eres más guapo en persona, estamos felices de que estén juntos.

(Isaza): s..solo somos amigos - dije incómodo, ambos me miraron extrañados y nos alejamos.

(Ana): perdón por eso...mis padres son un poco impertinentes.

(Isaza): no pasa nada.

Nos reunimos con los chicos y Ana nos presento a algunos de sus amigos, el ambiente era muy bueno, la música acompañaba y la comida estaba exista aunque solo pude comer cosas saludables. Martín se acercó sonriente y me ofreció una cerveza, dude en aceptar pero lo hice ya que una no me haría daño. Junto a Simón nos reíamos de uno de los tíos de Ana ya que iba un tanto borracho y su mujer lo regañaba a más no poder. Note que ella se sintió avergonzada pero trató de disimular, se acercó a mí con una mirada acusadora.

(Ana): no deberías estar bebiendo cerveza.

(Isaza): pero es tu cumpleaños, hay que celebrar - me excusé y ella rió.

(Ana): supongo que nos podemos saltar las reglas por un dia - dijo acariciando mi brazo.

(Isaza): totalmente - sonreí.

(Ana): ¿Cómo la estás pasando? - pregunto mientras tocaba mi mano.

(Isaza): muy bien - dije sin saber cómo reaccionar - pero lo importante es como la estás pasando tu.

(Ana): no podría ser mejor - dijo aún tocando mi mano - tengo a mi familia, mis amigos y a ti.

(Isaza): ¿A mí?

(Ana): claro, si tú eres súper genial.

(Isaza): eso lo acepto - dije riendo - un placer hacerte feliz con mi presencia. 

(Laura): ¿Podemos hablar? - dijo interrumpiendo.

(Ana): claro - dijo animada.

(Laura): le decía a Isaza.

Fuiste una bala perdida. TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora