22. ¿Qué nos pasó?

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¿Cómo es posible que las cosas se derrumben de un día para otro? intentaba ver cuál fue mi error, que hice mal, acaso no era suficiente el amor que le había entregado? esas preguntas me invadían mientras caminaba sin rumbo por la ciudad. Todo había comenzado el miércoles o a mí parecer fue ahí cuando empezó lo malo. Estábamos junto a Susana en su habitación terminando los últimos detalles del proyecto final, su madre me había obligado a quedarme a cenar y fue imposible negarme. Apenas nos sentamos a la mesa me di cuenta que Juan Pablo estaba extraño, estábamos frente a frente pero no me miraba, a diferencia de el, sus padres estaban muy felices y no paraban de hacerme preguntas.

- (Elena): Julieta, estoy muy feliz de que estés con mi Juani, hacen linda pareja - le di una sonrisa tímida - ¿Cuánto tiempo llevan juntos? Cómo se dieron cuenta que se gustaban?

- (Isaza): mamá - dijo en un tono cabreado -

- (Elena): ¿Que? Yo solo quiero saber, a Julieta no le molesta ¿Cierto? - dijo mirándome -

- (Julieta): no pasa nada - dije incómoda -

- (Luis): amor ya deja de molestarlos, no quieren compartir sus cosas con nosotros, no los presiones - le tomó la mano -

- (Elena): no veo cuál es el problema - dijo un poco molesta mirando a Juan Pablo - solo quiero saber sobre la novia de mi hijo, ¿Que tiene eso de malo?

- (Isaza): nada mamá, solo quiero que dejes de molestar a Julieta con tus preguntas.

- (Elena): no seas impertinente Juan Pablo, a Julieta no le molesta.

- (Isaza): a mí sí - se paró enojado y se fue escaleras arriba, todos se quedaron en silencio por unos segundos -

- (Susana): ¿Que acaba de pasar? - preguntó y todos me miraron -

- (Julieta): no me mires a mí, no tengo idea.

- (Elena): ¿Están peleados?

- (Julieta): no para nada - respondí incómoda, no sabía porque había reaccionado así -

- (Luis): quizás tuvo un mal día, ya sabes con todos los exámenes y esas cosas, debe estar estresado - lo defendió su padre -

- (Elena): eso no lo justifica, voy a tener una charla más tarde con el.

El resto de la cena fue muy incómodo, no sabía que decir o hacer, Susana desvío la atención contando los planes que teníamos para las vacaciones y sus padres parecían felices, me comentaron que irían unos días a la casa de campo junto a los Vargas y los Villamil, y que era totalmente bienvenida a acompañarlos en su viaje, se los agradecí y prometí ir. Más tarde antes de irme a casa, me dirigí a su habitación, seguia molesto a mí parecer, entré con desconfianza y se quitó los audífonos.

- (Julieta): venía a despedirme - dije dudosa -

- (Isaza): okay.

- (Julieta): ¿Está todo bien?

- (Isaza): todo perfecto - me sonrió apenas, sabía que estaba mintiendo -

- (Julieta): puedes confiar en mí, ¿Por qué reaccionaste así?

- (Isaza): no quiero hablar de eso, estoy cansado - se acercó y me dió un beso en la mejilla, ¿Acaso me estaba echando? - que llegues bien.

- (Julieta): gr..gracias, que duermas bien, te quiero - no dijo nada más, salí de su habitación, me despedí de todos y caminé hasta mi casa.

Esa noche no dormí casi nada, seguia pensando en la actitud de Isaza y me estaba matando no poder saber que le pasaba. El Jueves las cosas no mejoraron, tenía un examen en el cual no me pude concentrar al 100% por estar pensando en el, luego de terminar nos fuimos todos juntos a comer algo, los chicos estaban muy ansiosos por nuestras vacaciones, Isaza se veía mejor, sonreía como siempre y tiraba sus comentarios chistosos pero seguia algo distante conmigo, no sabía realmente que pensar, pues no había respondido a ninguno de mis mensajes y con suerte me había saludado, la única vez en que tuve toda su atención fue cuando Villa me invitó a su casa, dijo que quería hablar de algo importante conmigo y que necesitaba que estuviéramos solos, Isa escucho todo a pesar de que me lo dijo casi en un susurro, me encontré con su mirada y su cara expresaba enojo, estaba celoso, la verdad no lo entendía, se la pasaba evitandome pero luego cuando alguien se me acercaba se hacía el ofendido. Minutos más tarde recibí un mensaje de Isaza que decía si podíamos hablar más tarde, sentía que lo estaba haciendo aproposito para que no me fuera con Villa, sin embargo como yo soy una tonta enamorada, acepté y le dije a Villa que mejor habláramos otro día. Una vez todos se fueron, caminamos juntos en silencio por un rato hasta que decidí romper el silencio.

Fuiste una bala perdida. TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora