53. Vuelta a casa (2)

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Hablamos por un largo rato con Susana, me prometió que nos juntaríamos a hablar de todo lo que había pasado en estos meses y que no pudo estar aquí hoy ya que la Mamá de Diego estaba de cumpleaños, le dije que no importaba pero que enserio la extrañaba y necesitaba verla.

Volví a la sala, los chicos seguían riendo por algo que Martín estaba diciendo, me senté nuevamente junto a Isaza y me miró interrogativo.

(Isaza): ¿Quién era?

(Julieta): Susana, me quería decir por que no estaba aquí.

(Isaza): ha estado muy extraña desde hace mucho tiempo, le pregunto pero no me contesta, evade el tema.

(Julieta): la extrañé mucho - dije bebiendo de mi refresco.

(Isaza): ella también, todos te extrañamos mucho.

(Julieta): lo sé - sonreí apenas - ¿Quieres? No has comido nada.

(Isaza): no gracias - sonrió - no tengo hambre.

(Julieta): está bien, no te voy a insistir o me pueden golpear - dije en un susurro y el rió.

Seguimos la tarde bastante entretenida, amaba y extrañaba estar con mis amigos, en el tiempo que estuve lejos, lo único que deseaba era escuchar los comentarios absurdos de Martín, los chistes malos de Villa, los datos curiosos de Simón, y la hermosa y contagiosa risa de Isaza. Junto a Laura y Natalia recogimos las cosas de la sala, nos quedamos un rato hablando en la cocina.

(Julieta): ¿Que me pueden decir de Ana y María? - pregunté.

(Laura): bueno, María es un amor, se la pasa consintiendo a Villa todo el tiempo y es bastante divertida aunque un poco tímida.

(Natalia): si...no habla mucho pero cuando lo hace es divertida.

(Laura): con respecto a Ana, no puedo decir mucho...no hablamos tanto.

(Natalia): yo he podido hablar más con ella pero es normal, no sé. Es simpática pero intensa, digamos que nuestras personalidades no van mucho así que hablamos lo justo y necesario.

(Julieta): ¿Que hay de los chicos? ¿Se llevan bien con ellas?

(Laura): bastante bien diría yo, por lo menos Isaza y Villamil siempre están con ellas, a Martín le agradan pero no son tan amigos.

(Natalia): Simón me dijo que le parecían agradables pero no las consideraba sus amigas, por lo menos no aún.

(Laura): igual es porque las conocemos hace poco y tú sabes cómo son los chicos, seguramente más adelante las consideren más sus amigas.

(Julieta): si probablemente, ¿De cuando que Isa y Villa están a dieta? - reí.

(Laura): cómo hace un mes - dijo riendo - creeme que a todos nos sorprendió, Martín y Simón no han parado de molestarlos pero les ha durado harto.

(Julieta): me sorprendió bastante, sobretodo por que cuando Isaza me fue a ver, tragamos todo lo que pudimos - las tres reímos - de seguro se levanta a media noche a tragar todo que puede.

No nos dimos cuenta de la intensidad de nuestras risas, Martín entró sonriente a la cocina y se quiso unir a la conversación, no le quisimos contar por más que insistió, Simón fue el siguiente en unirse, bromeamos por un rato hasta que decidimos volver con los demás. Los cuatro estaban hablando de algo que había sucedido hace un tiempo, ninguno de nosotros entendía la conversación así que decidimos hacer algo más. Recordé que les había comprado algunos regalos, entonces con la ayuda de Simón, los trajimos hasta la sala. Les entregue a cada uno las diferentes cosas que les había comprado, todo se veían muy felices, en especial Martín y Villamil.

(Julieta): perdón por no traerles nada pero no las conocía - dije disculpándome con Ana y María.

(María): no pasa nada - dijo tímida.

(Ana): no te preocupes, he ido varias veces a Estados Unidos - dijo con una sonrisa enorme en su rostro.

Nuevamente me sentí incómoda por los comentarios de Ana, las chicas me miraron haciendo caras de desagrado pero ignoré la situación.

(Laura): solo ignórala - me susurró.

(Julieta): está chica me intimida - dije en el mismo tono.

(Laura): no te preocupes, no te va a a hacer nada.

Luego de esa pequeña entrega de regalos, los chicos se fueron ya que era bastante tarde, Isaza se quiso quedar conmigo y María con Villa. Me di una ducha para poder relajarme y encontré a mi novio ya acostado en la cama.

(Isaza): al fin solos - dijo abrazándome por la cintura - no sabes todo lo que te extrañé.

(Julieta): yo también mi ex osito - dije besándolo.

(Isaza): ¿Y eso por qué? - frunció el ceño.

(Julieta): ahora que estás fitness, eres puro hueso - bromeé.

(Isaza): mentira! - me besó - solo estoy en mejor forma, más musculoso.

(Julieta): si claro.

Nos besamos por un rato y pasó lo que ambos deseábamos, nos quedamos recostados, abrazándonos, el acariciaba mi espalda.

(Julieta): oye estaba pensando en que mañana podríamos ir a casa de mi padre - lo miré - aún no conozco a mí hermana.

(Isaza): mañana está un poco difícil - dijo dudoso.

(Julieta): ¿Por qué? ¿Ya tienes planes? - bromeé.

(Isaza): en realidad si...es el cumpleaños de Ana y nos ha invitado a su casa afuera de la ciudad.

(Julieta): ah..bueno, no pasa nada - dije pensativa - supongo que no estoy invitada.

(Isaza): no lo sé - dijo incómodo - apenas se conocieron hoy y va a ser algo pequeño con los más cercanos.

(Julieta): lo entiendo, ¿Y los chicos van?

(Isaza): si...ya sabes que la conocemos hace un tiempo y se lleva bien con los demás.

(Julieta): ya veo...bueno igual no pasa nada, tengo ganas de ver a mi familia y de seguro estaré todo el día con ellos.

(Isaza): me parece bien - dijo sonriente - si quieres le puedo preguntar si puedes ir.

(Julieta): si quieres...pero no es necesario, enserio - sonreí a medias.

(Isaza): está bien - me besó nuevamente.

Nos quedamos un rato disfrutando la compañía del otro, extrañaba estar así , me abracé más a él y poco a poco mis ojos se empezaron a cerrar, sentí como Isaza besaba mi frente, sonreí media dormida y nos quedamos profundamente dormidos.


Fuiste una bala perdida. TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora