Bonus (3)

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Escritos de Isaza: día 31

Querida Julieta,

Los últimos treinta días sin ti han sido un poco menos dolorosos, en parte por que sé que estás lejos disfrutando y no evitandome.  He recuperado mi sonrisa y mi risa que tanto te gusta aunque las noches aún me parecen muy largas y difíciles de sobrellevar, nunca pensé que sería tan complicado estar sin ti.

Finalmente logré dejar las terapias contra la voluntad de todos pero realmente no me daban frutos y sentía que no eran necesarias, cosa que los molestó pero lo entendieron a la mala. Eventualmente mis papás supieron que no estaba tomando el medicamento y discutimos horrible, fueron días oscuros, hice cosas que de las que no estoy orgulloso y aunque te lo había prometido en mis pensamientos, casi arruinó mi vida por segunda vez.

Hace unos días tuve la intención de hablarte, estuve casi una hora con tu chat abierto buscando las palabras correctas pero no tuve el coraje de presionar 'enviar'. Quería hablarte de algo importante que ha pasado desde que no estás, conocí a una niña. No te alteres. Se llama Lucia y es adorable. Digo niña ya que tiene apenas 18 años, admito que me ha subido el ánimo y me ha devuelto las ganas de salir, creo que te agradaría. Estoy seguro de que le gusto pero antes de que enloquezcas, ella sabe de tu existencia y le dejé en claro que tú eres la dueña de mi corazón, lo entendió pero ya verás que es muy terca y no se da por vencida. Necesitaba que lo supieras...quisiera que habláramos ahora mismo para que no te sorprendas una vez que llegues pero Martín me recriminó que no era buena idea hablar de esto por mensajes así que no me queda de otra que escribir lo que siento en este diario.

No quiero parecer desesperado pero estoy contando los días para tu regreso, quiero que veas que estoy bien y que todo lo que pasó me sirvió para madurar. Ansío el momento en que vuelva a verte, verás que estoy diferente y espero te siga gustando. Hace unos días escuché a mis papás hablando casi en susurro en la cocina, seguramente para no los escuchara pero de todas manera lo hice. Decían que les preocupaba mi estado y lo que podía causar tu regreso, yo digo que se preocupan demasiado. Ya verás que cuando vuelvas todo estará bien y podremos como mínimo recuperar nuestra amistad y con mucha suerte nuestro amor.

Hoy por hoy, después de 62 días, una infinidad de noches tormentosas y mañanas vacías puedo entender lo que tú me decías sin palabras. No te necesito para nada, pero te quiero para todo.

Te extraño y te amo. Siempre...

Fuiste una bala perdida. TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora