20. Medellín con amor

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El sol entraba por la ventana, hoy iba a ser un lindo día, Isaza seguia durmiendo, me abrazaba por la cintura, me puse frente a él y le acaricie el cabello, recorrí cada una de sus facciones y sonreí como una tonta enamorada, este hombre me tenía mal y no se daba cuenta, dejé un beso en su mejilla, unos segundos más tarde, se despertó.

- (Isaza): buenos días hermosa.

- (Julieta): hola bonito, ¿Cómo dormiste? - le dí un corto beso -

- (Isaza): de maravilla, aunque aún me duele todo el cuerpo - hizo pucheros -  ayer casi me mataste, si era una forma de vengarte por mis celos, te digo que lo lograste.

- (Julieta): no era un castigo tonto, fue un regalo - sonrió y me besó -

- (Isaza): ¿Sabes que quiero hacer? - me abrazó aún más, negué con la cabeza - estar todo el día besándote.

- (Julieta): es un buen plan per...

- (Isaza): nada de peros, tu elegiste lo que hicimos ayer, me toca - me besó - quiero estar así lo más posible.

- (Julieta): ya sé pero podríamos ir a caminar por ahí, prometo que nada de subidas extremas o cosas que te cansen.

- (Isaza): no lo sé, tal vez si me convences - me miró coqueto - me debes una por llamarme gordo, eso no se hace.

- (Julieta): no lo decía enserio, así estás perfecto, me encantas con tus rollitos - le dejé besos por toda la cara -

- (Isaza): tu también tienes rollitos - lo miré haciéndome la ofendida -

- (Julieta): es por tu culpa, me obligas a comer cosas que hacen mal.

- (Isaza): si claro, estoy esperando que me convenzas para salir - me acerque nuevamente a él y nos dimos un beso largo y lento que nos dejó jadeantes y con los labios rojos e hinchados - tu ganas.

Nos levantamos para desayunar y arreglarnos para salir, estuvimos por el centro un buen rato, caminamos hacia una plaza muy bonita en la nunca había estado, más tarde fuimos a almorzar una comida liviana pero al terminar Isaza insistió en que compraramos un helado ya que había comido muy poco. La tarde paso muy rápido, nos sentamos a ver la puesta de sol y nos dirigimos a mí casa, una vez ahí subimos a mí habitación porque quería cambiarme ropa, Isaza entro al baño mientras yo veía que camiseta ponerme, como el estaba en el baño decidí cambiarme ahí, me quité el hoddie y la camiseta que tenía puesta, sentí unas manos frías en mi cintura y me sobresalté.

- (Julieta): me asustaste - le dije dándome la vuelta -

- (Isaza): ¿Que haces? - desvío su mirada a mí brassier y sonrió, le pegué despacio y se rió -

- (Julieta): me cambio ¿No ves? - intenté ponerme la camiseta pero me la quitó -

- (Isaza): así estás mejor - sonrió pícaro y se acercó a besarme.

Sus besos bajaron a mí cuello y de un momento estábamos en mi cama, el estaba encima mío, nos besábamos con desesperación, le desabroché su camisa y miré un segundo su torso desnudo, sentí sus manos jalar de mi pantalón y le ayude un poco, minutos más tarde ambos estábamos en ropa interior deseosos de pasar al siguiente nivel, sus besos bajaron a mi pecho y sacó mi brassier, me quedó mirando un segundo y me sonroje, el solo me sonrió. Llevábamos algunos minutos jugando con nuestras prendas, sus manos temblorosas quitaron mi última prenda y lo ayude a quedar completamente desnudo, te quiero susurro en mi oído y sin más entró en mi, al principio fue algo lento y sensual, me hacía sentir cosas maravillosas, de un momento a otro el ritmo fue aumentando y no podíamos más de placer, en la habitación solo se escuchaban nuestro gemidos y el sonido de la cama que chocaba contra la pared. Fue un momento muy lindo e intenso, terminamos agotados y sonrientes, me tomó la mano y depósito un beso en ella, nos quedamos un buen rato acostados  disfrutando de la compañía del otro. Una hora más tarde moríamos de hambre, pedimos una pizza y la comimos sentándose en el piso de mi habitación mientras escuchábamos música. 

- (Isaza): no debería decirte esto pero lo necesitaba mucho, o sea tenía muchas ganas - dijo tragando su pizza -

- (Julieta): ¿Que cosa? De comer pizza? - me hice la desentendida -

- (Isaza): Ya sabes a lo que me refiero - negué - a tener relaciones contigo - dijo un poco tímido, me reí -

- (Julieta): ¿De cuando eres tan tímido? - me reí aun mas - ay Juan no dejas de sorprenderme, siempre eres tan descarado y me provocas para que lleguemos a esto y ahora estás colorado.

- (Isaza): no te provoco - se hizo el ofendido - yo era totalmente virgen antes de que te me insinuaras hace un rato quitándote la ropa frente a mí, tú eres la que me sedujo y me quitó mi inocencia.

- (Julieta): eres un descarado - le avente una almohada pero le seguí el juego - ahora entiendo todo entonces, es culpa de tu inexperiencia y tú inocencia.

- (Isaza): - me miró mal - no decías lo mismo hace un rato, yo te ví disfrutar bastante, ¿Quieres que te repita lo que me decias al oído?

- (Julieta): no te sientas mal, con el tiempo mejorarás - me miró indignado y me acercó a él para que quedara sentada con mis piernas a cada lado. 

- (Isaza): no mientas, ya no me gustó este juego - hizo pucheros mientras acariciaba mis piernas desnudas -

- (Julieta): tu empezaste tonto - nos volvimos a besar y todo se estaba intensificando, me separé un segundo - ¿Quieres más niño virgen? - sonrió y nos unimos nuevamente.

 

Fuiste una bala perdida. TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora