3. Música y los Isazas

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Si hay algo que odiaba mas que tener que abrigarme era levantarme temprano un sábado, eran apenas las 7 am, en media hora Susana y su familia pasarían a buscarme  para irnos al campo. Estaba emocionada y nerviosa a la vez, aun me sentía apenada por que su hermano me pillo mirándolo pero seguramente ya se había olvidado. Media hora mas tarde llegó un mensaje avisando que estaban abajo.

- (Susana): Buenos días!!

- (Julieta): ¿de donde sacas tanta energía en la mañana? 

- (Susana): Aparentemente de la que tu no tienes - se río- ya sube gruñona, yo voy a la ventana.

- (Julieta): - Quede en medio de los hermanos - Hola 

- (Isaza): Hola - dijo aun medio dormido 

Eran dos horas de viaje, la mitad del camino me la pase durmiendo apoyada en el hombro de Susi, la otra mitad toda la familia Isaza se la paso cantando, yo solo observaba feliz de la vida, de momentos los acompañaba pero mi voz no era para nada afinada y me daba un poco de vergüenza cantar tan mal. Al llegar, Susi me dio un tour por la casa mostrándome donde dormiríamos, la verdad no me imaginaba un lugar tan grande y bonito, para ser una casa de campo era bastante lujosa. Era un día maravilloso, por fin algo de sol y calor, pocas veces tengo la oportunidad de refrescarme en una piscina así que le insistí a susana que nos diéramos un chapuzon. 

- (Susana): Ya Julieta, apúrate! en cualquier momento se va a poner a llover - me dijo bromeando mientras yo salía del baño. 

- (Julieta): No seas así, ya estoy lista.

Nos metimos a la piscina, el agua estaba espectacular. Al rato Juan Pablo se nos unió dejando a la vista su abdomen con unos kilitos de mas, para mi seguía siendo bastante apuesto y no noté que de nuevo me había quedado pegada mirándole, esta vez susana también se dio cuenta. 

- (Susana): Oye! ¿que tanto le ves a mi hermano? - riendo me dio un empujón - no ves que lo intimidas.

- (Julieta): Cállate - le devolví el empujón - no lo estaba mirando 

- (Susana): A todo esto no te pregunte como te fue con Villa - me miro muy sonriente insinuando quien sabe que mientras su hermano se acercaba a nosotras.

- (Julieta): No se de que hablas, solo me acompaño a casa - dije sin darle importancia 

- (Susana): ¿Segura? ¿ningún beso? ¿se dieron la manito? ¿algo?

- (Julieta): Claro que no - me reí - apenas lo conocí ayer, es muy simpático pero no paso nada. 

- (Susana): Todavía

- (Isaza): ¿te gusta Villa también? - pregunto en un todo divertido

- (Julieta): Claro que no, digo es lindo pero no 

- (Susana): ¿como que también? - se le notaba confundida por lo que dijo su hermano -

- (Isaza): Yo creía que le gustaba Martín pero ahora también Villa.

- (Julieta): Cállense los dos, no me gusta ninguno, dejen de soñar. 

- (Isaza): pero te gusta mirarme - dijo en un susurro casi inaudible que susana no escucho, no respondí, solo me puse como un tomate y seguí como si nada - 

La tarde estaba siendo maravillosa, Susana y su familia tenían algo muy especial, me hacían sentir parte de ellos con apenas unas horas de conocernos. Ahora entendía de donde había sacado su talento, toda su familia era muy artística y musical. Su padre me obligo a tocar guitarra con el a pesar de que le dije que tocaba pésimo y con suerte sabia unos acordes. Los instrumentos no se me daban muy bien, culpo de eso a mi poca constancia, me aburría luego de las cosas y las dejaba a media. Juan Pablo que me miraba divertido mientras yo trataba de seguir el ritmo de la música. 

- (Isaza): ¿te das cuenta que estas desafinando mi guitarra? - dijo riendo - 

- (Julieta): Lo-lo siento

- (Isaza): estoy bromeando, pero definitivamente necesitas practicar mas si quieres tocar conmigo

- (Julieta): ¿Quien dijo que quería tocar contigo? - dije levantando una ceja esperando por su respuesta, solo se río y se fue - 

- (Susana): Sabes, es la primera vez que veo que le presta su guitarra a una de mis amigas y encima a una que toca bastante mal.

- (Julieta): Gracias amiga por tu apoyo - me reí - se que no soy la mejor tocando pero hago el intento y te equivocas porque vino a decirme que le estaba desafinando su preciada guitarra. 

- (Susana): Yo creo que le gustas - dijo la muy descarada -

- (Julieta): Claro que no, solo estaba siendo amable, además ¿no dijiste que tenía novia? - me estaba poniendo nerviosa -

- (Susana): te estoy molestando Juli, pero se nota que le caes bien, generalmente no tontea con mis amigas - no dejaba de sonreírme por lo nerviosa que me había puesto - y ya que lo mencionaste no tiene novia hace mucho tiempo por si te interesa saber.

No quise seguir con esa conversación, me estaba sintiendo incomoda porque alguien podría escuchar y malentender todo. El resto del día fue muy tranquilo y relajante, su madre preparo una comida exquisita que me dejo casi sin respirar. Sus padres estaban bastante cansados así que se fueron a su habitación mientras escuchaban música. Nosotros tres, nos quedamos en la terraza cantando y tocando guitarra, bueno mas bien Juan Pablo tocaba guitarra mientras susi le seguía con la letra de unas canciones que yo no conocía. Mientras el tocaba y cantaba no podía dejar de pensar en lo guapo que se veía bajo esa luz y que voz mas hermosa tenía, estaba en un trance, solo estábamos los dos y el cantaba esa linda melodía solo a mi. Lamentablemente el momento se rompió cuando sentí que mi amiga se había parado dejándonos solos. 

- (Julieta): ¿Y susi donde fue? 

- (Isaza): fue a buscar café, como no respondiste supuso que querías también - no sabía que responder, obviamente se había dado cuenta que lo estaba mirando como una loca y que encima estaba pegadisima. Estábamos en silencio un tanto incómodo, el seguía con su guitarra pero ya no estaba cantando, levanto la vista hacia mi y me sonrío, le devolví la sonrisa como pude y sentía mi cara arder. 

- (Julieta): tienes una voz muy hermosa - solté derrepente - 

- (Isaza): Gracias, no puedo decir lo mismo - dijo riendo, eliminando toda incomodidad que existía - pero si tienes unos ojos muy lindos.

No me dio tiempo de responder nada, Susi había vuelto con tres cafés, se sentó sonriente junto a mi.

- (Susana): Veo que has vuelto - dijo riendo, yo ya no podía mas de la vergüenza, ambos lo habían notado y susi no era capaz de disimular para que fuera menos vergonzoso, claramente disfrutaba de la situación. 




Fuiste una bala perdida. TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora