59. Una casi verdad

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Isaza

Camine con nervios hasta su apartamento, le había pedido a villa que no estuviera ya que después de tener una dolorosa charla con mis mejores amigos, me había decido por contarle toda la verdad antes de que fuera muy tarde, tenía llaves pero de todas maneras decidí tocar, a los segundos apareció Julieta con su cabello revuelto y una de mis camisetas, le sonreí apenas y se hizo a un lado para dejarme entrar, no sabía cómo comenzar, tenía miedo, mucho miedo.

(Isaza): no he venido a discutir - dije antes de que pudiera decir algo.

(Julieta): entonces te escucho.

(Isaza): ¿Podemos sentarnos?

(Julieta): claro...

(Isaza): .... - no me salían las palabras, no era capas, iba a perderla, me dejaría.

(Julieta): bueno...si no vas a decir nada mejor hablo yo.

(Isaza):....

(Julieta): primero te quiero pedir disculpas, se que no es tu culpa que esa chica sea entrometida y me saque de mis casillas...segundo, lamento haberme desquitado contigo, yo sé que tú jamás harías algo para hacerme sufrir, confío en ti, demasiado y te prometo que nunca volveré a dudar de tu fidelidad, por que estoy segura que villa te contó sobre lo que hablamos ayer...así que perdón.

Me sentía una mierda, Julieta me estaba pidiendo perdón, siendo que tendría que ser yo el que se disculpe, no me atreví a mirarla a los ojos, mi cabeza era un lío y lo único que salió de mis labios fue un "te amo" casi inaudible, sentí que se aproximaba y sus brazos envolvieron mi cuerpo, quería llorar por ser tan estúpido, seguía sin poder mirarla, escondí mi rostro en su cuello y percibí su aroma, estaba experimentando el peor de los remordimientos y fui un cobarde, no me atreví a contarle la verdad, porque no quería alejarme de ella, no quería perder su amor...las palabras de Villa resonaban en mi cabeza, el tenía razón, yo sabía que el hubiese sido un mejor novio para ella, sabía desde el principio que el tenía sentimientos por ella pero los ignoré, por que a mí también me gustaba y yo sabía lo que ella sentía por mi.

Nos separamos unos centímetros para mirarnos a los ojos, me sonrió y dejo un beso en mi labios.

(Isaza): por favor no discutamos más - le pedí.

(Julieta): nada más de discusiones, lo prometo.

(Isaza): no quiero que olvides que solo te amo a ti.

(Julieta): y yo a ti.

Nos quedamos abrazados por unos minutos en completo silencio, podía sentir los latidos acelerados de nuestros corazones por la cercanía. Julieta me ofreció comer algo y pasar la noche juntos, solo fui capas de asentir y aferrarme aún más a ella, inconscientemente le estaba rogando que no me soltara, que no me dejara.

Comimos juntos abrazados en el sofá, había dejado todo el drama de la dieta y mi deseo por estar en forma a un lado, lo único que me importaba es que ella estuviera feliz, sabía que estaba evandiendo el tema y evitando que saliera a la luz la verdad pero en cierto punto era mejor, ella no iba a perdonarme si se lo dijera y no podía aceptarlo porque a pesar de todo, nada había sido mi culpa. 

La risa de Julieta me sacó de mis pensamientos, voltee a verla y me me sonreía mientras movía la cabeza.

(Isaza): ¿Que es tan gracioso? - pregunté suavemente.

(Julieta): me río por que somos dos idiotas...

(Isaza): En eso estoy de acuerdo - reí.

(Julieta): tengo una idea - dijo acercándose aún más a mi.

(Isaza): ¿Que idea?

(Julieta): podríamos salir los dos solos.

(Isaza): ¿Ahora?

(Julieta): si!

(Isaza): pero es lunes, mañana tenemos clases.

(Julieta): ¿Que importa? Simplemente no vamos.

(Isaza): no lo sé.

(Julieta): por favor! Hace mucho que no estamos solo los dos.

(Isaza): está bien, solo es un día, no pasa nada si faltamos.

Julieta se fue corriendo hasta su habitación, la seguí y me senté en la cama mientras ella se cambiaba de ropa, me regaño por estar mirándola y luego de media hora, ya estaba lista, se veía realmente hermosa. Nos fuimos en mi auto hasta una discoteca, habíamos escuchado que abría todos los días y que el ambiente era bueno, sin embargo era lunes, no teníamos muchas espectativas pero al llegar al lugar nos sorprendimos.

Apenas entramos nos pedimos algo para beber, Julieta insistió en que bailemos, obviamente acepté, ella se lo merecía. Poco a poco los tragos nos estaban haciendo efecto, me sentía un poco mareado, ella se pegaba a mi cuerpo y con mis manos en su cintura disfrutaba de aquel momento. Nos besamos apasionadamente por un largo rato, de momentos se nos olvidaba que estábamos en un lugar público, y cuando se lo recordaba, una pequeña risa se escapaba de sus labios. De la nada los malos pensamientos invadieron mi cabeza, no sabía si era por el efecto del alcohol o mi subconsciente hablándome pero la culpa me golpeaba de una manera terrible, estaba sudando en frío y no era solo por el calor del lugar ni por el baile, era la maldita culpa, no aguante más y sin pensarlo mucho, pronuncie aquellas palabras llenas de verdad que iban a arruinar mi vida.

(Isaza): Ana y yo nos besamos! 

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Capitulo corto pero el inicio del fin...voy a tratar de subir mas capitulos está semana aunque las cosas están un poco complicadas...de todos modos espero disfruten de este capítulo y me alegra mucho que les guste la historia <3

Fuiste una bala perdida. TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora