44. Conversaciones

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Isaza

El día estaba siendo maravilloso, me encantaba pasar tiempo con Julieta y su hermanito, siempre que el estaba cerca la veía más feliz. Luego de pasar toda la tarde en el parque de diversiones, fuimos a comer pizza, me ofrecí a ir a comprar y Mateo quiso acompañarme.

- (Isaza): te veo muy enamorado - bromeé -

- (Mateo): lo mismo digo - este niño tenía respuesta para todo - me caes bien cuñado, mejor que los otros.

- (Isaza): ¿Que otros? - lo miré con ceño fruncido -

- (Mateo): los otros novios de mi hermana - no le dije nada, solo asentí y el se rió fuerte - es broma! Eres el primer novio que le conozco.

- (Isaza): que gracioso.

- (Mateo): no te enojes, deberías sentirte importante, solo tú has tenido el placer de conocerme, Julieta no me presenta a cualquiera - bromeó -

- (Isaza): si lo que digas - dije riendo -

- (Mateo): la voy a extrañar mucho - dijo apenado -

- (Isaza): ¿Por qué?

- (Mateo): sé que no la veo todos los días pero por lo menos se que está aquí en Bogotá y no en otro país.

- (Isaza): no entiendo.

- (Mateo): que no entiendes?

- (Isaza): por qué la vas a extrañar si está aquí?

- (Mateo): si lo sé, ahora está aquí pero cuando se vaya a su pasantía la voy a necesitar mucho.

- (Isaza): ¿Pasantía?

- (Mateo): si, en estados unidos - lo miré sorprendido, no sabía de qué me hablaba - ¿No te lo dijo?

- (Isaza): no.

- (Mateo): creo que la cagué, perdón pensé que sabias - se disculpó -

- (Isaza): no te preocupes, no pasa nada - traté de disimular mi enojo -

Estuvimos 10 minutos tratando de decidir que pizza comprar, no podía dejar de pensar en lo que Mateo me había dicho, Julieta se iba a ir y nisiquiera era capas de decírmelo. ¿Acaso se iría sin decirme? ¿Iba a terminar conmigo?. Mateo interrumpió mis pensamientos, pidió la pizza y nos fuimos a sentar junto a las chicas, estaba molesto y triste, no lograba entender porque se iría. Una vez terminamos de comer, fuimos a dejar a Mateo y su novia, Julieta no paraba de hablarme, sentía tanta rabia que me estaba conteniendo para no tratarla mal o hacer alguna estupidez. Llegamos a su casa y me invitó a pasar, por alguna razón acepté, al entrar exploté, discutimos, nos gritamos y todo termino muy mal. Ella se iba a ir en menos de una semana, me dejaría con el corazón destrozado, me fui enojado de su casa, apenas salí del edificio, las lágrimas se apoderaron de mi cara, no podía evitarlo, llegué a mi casa aún llorando, rogaba que no hubiera nadie, no quería responder a sus preguntas. Para mí mala suerte estaban mis padres y Susana sentados en la sala riendo sin parar, me vieron y sus rostros cambiaron inmediatamente, mi mamá se acercó y sin decir nada me abrazó.

- (Susana): Te lo dijo, ¿Verdad? - la miré con los ojos llenos de lágrimas -

- (Isaza): lo sabías? - le grité entre sollozos -

- (Susana): me lo contó ayer - dijo apenada -

- (Isaza): y no me lo dijiste!

- (Susana): no me correspondía.

- (Elena): me pueden explicar que está pasando?

- (Isaza): Julieta me dejó.

- (Elena): qué? Por qué?

Fuiste una bala perdida. TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora