POV's Narrador
Los ojos de Yang se abrieron al sentir como el auto se detenía, miró por la ventana y frunció el ceño.
Una mano se posó en su hombro asustando al menor. Hwang miró con una ceja alzada a Jeongin quien soltó un suspiro de alivio.
El más alto quitó la cinta de las muñecas del menor, tomó sus brazos y lo obligó a salir del auto, después junto a Yang caminó hasta adentrarse en una enorme sala de estar.-¿E-En dónde... Estamos?- Susurró Yang nervioso
-Estamos en la otra mansión de tu noviecito- Contestó Hwang de forma seca
Ambos fueron hasta lo que parecía ser una habitación, Hyunjin, sin ni un poco de cuidado empujó a Yang haciendo que este cayera al suelo, Jeongin soltó un quejido y se puso de pie, fue hasta la cama y se sentó en la misma, mirando al suelo, con una mirada llena de tristeza y dolor.
-É-Él... Fue el que... Planeó esto... ¿No?- Susurró Jeongin sintiendo sus ojos cristalizarse, llevó sus rodillas a su pecho y hundió su rostro entre sus piernas. -¿P-Por qué lo hace?
-Por qué se le da la puta gana, ahora, hazme el favor y deja de llorar como una niñita ¿Quieres?- Hwang salió de la habitación, escudándose un "Click", lo habían encerrado.
Sabía que no tendría sentido tratar de huir, Bang siempre terminaba encontrándolo.
Por el lado del mayor, este se encontraba en la cocina bebiendo una copa de vino, sus ojos lentamente se dirigieron hacia Seo quién entraba en el lugar y se cruzaba de brazos
-El mocoso está en tu habitación, ve antes de que intente lanzarse por la ventana- Advirtió Changbin, Bang no dijo nada, se quedó en su lugar mirando a la nada
-Changbin... ¿Crees que Jeongin me odia?- Preguntó después de unos minutos de silencio, Seo levantó una ceja antes de negar
-Jeongin es una persona demasiado masoquista, no creo que te odie- Respondió antes de salir de la cocina y comenzar a caminar hacia la sala de estar.
-Masoquista...- El mayor hizo una mueca antes de dejar la copa de vino a un lado y caminar escaleras arriba hacia su habitación.
Tenía algo planeado, quizá algo muy malo.
(...)
Jeongin miraba fijamente a Bang quién estaba cruzado de brazos mirándolo
-T-Tu... Yo te vi... Como... Te besabas con aquella chica- Susurró Yang bajando la mirada, apretó sus labios antes de sentir como un par de dedos se posaban en su barbilla y levantaban su rostro, miró a Chan una vez más, sintiendo sus ojos cristalizarse.
-Jeongin... No llores... Me partes el alma...- Habló el australiano acariciando la mejilla del más joven -Perdóname, no quería que vieras lo que nunca pasó... No quise sacarte de aquella forma de casa de tu amigo y no quise traerte hasta aquí de esta forma... Pero, si no lo hacía nunca me escucharías y seguirías huyendo de mi- Susurró el mayor sentándose al lado de Yang, quién sin poder soportarlo una vez más, se abrazó al mayor fuertemente mientras las lágrimas comenzaban a deslizarse por sus mejillas, sus pequeñas manos se convirtieron en un par de puños y comenzó a golpear el fuerte pecho del contrario con toda la fuerza que su cuerpo le daba.
Al cansarse, bajó la mirada y sintió las manos de Bang posarse en su cintura, sus ojos buscaron el par de orbes del mayor bañados en un marrón oscuro, oscuro como lo eran las hermosas noches estrelladas que solía ver junto a su abuelo.
Ambos estaban conectados en aquel momento, sus ojos se posaban en los del contrario mientras el único sonido presente en aquella habitación era la respiración de la pareja, una irregular, y la otra tranquila.
-No vuelvas a huir de esa forma de mi... Déjame explicarte las cosas, deja de dejarte llevar por lo que ves- Pidió el australiano antes de sentar al más joven en su regazo y unir sus labios con los del contrario en un lento y cálido beso.
Dolía, el orgullo casi inexistente de Yang dolía, tantas veces que perdonó a Bang habían acabado con él, pero aún así no dudaría en seguir perdonando a aquel hombre de cabellos castaños, que se había convertido en su principal razón de existir.
-Perdóname- Susurró el mayor antes de hundir el rostro de Yang en el hueco de su cuello, acarició sus cabellos y sus ojos se cerraron mientras el silencio era el único que reinaba aquel lugar.
-Chan...- Llamó Yang después de varios minutos, levantó su cabeza y sus ojos conectaron con los de Bang, ambos se miraron por unos segundos antes de volver a la realidad, Jeongin se encogió de hombros y sintió las manos del australiano apretar sus caderas levemente. -Y-Yo...
-No digas nada, cariño, perdóname, de nuevo te lo pido... Esa mujer me besó sin mi consentimiento... Sabes que eres mis ojos y corazón- Dijo el mayor, Yang sintió sus ojos húmedos una vez más, y unas cuántas lágrimas bajar por sus mejillas
-C-Creí... Que... Ibas a irte con esa mujer- Sollozó Yang entre lágrimas, miró a Bang que tenía un rostro entre preocupación y arrepentimiento
-Lo siento, lo siento... Mi amor, pero... Deja de llorar que es un infierno para mí ver tus lágrimas y saber que soy la razón de ellas- Rogó Bang antes de tomar con una de sus manos la nuca de Yang y unir sus labios con los del contrario, una vez más, en un lento y delicado beso.
Pero eso no bastaba para Bang, el necesitaba algo más, quería tener a Yang entre sus brazos, besarlo, demostrar todo el amor que sentía hacia el menor... Tomarlo una vez más como suyo.
Y así ocurrió, las manos del australiano ágilmente quitaron la camisa que llevaba el menor, Yang no evitó sonrojarse y bajar la mirada, apretó la tela de la camisa de Bang avergonzado de sí mismo.
-Eres hermoso... No te avergüences- Susurró Bang cerca del oído de Yang, mientras sus manos recorrían la desnuda piel del menor y sus labios se apoderaban de aquel apetitoso cuello blanquecino.
~Era como tocar el paraíso~
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Stupid (ChanIn)
FanfictionNo entendía el porque se había enamorado del idiota del instituto, solo lo había hecho. Yang Jeongin llegó como un nuevo alumno y a la semana dejó sorprendidos a todos los profesores y estudiantes, cuando este quedó en las listas de promedios a niv...