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POV's Narrador

Yang se puso de pie y caminó en silencio hasta llegar a la sala de estar, en donde se encontraba Bang, usando su celular mientras una sonrisa se estiraba en su rostro. El ceño del más joven se frunció, caminó hasta estar frente al rubio y suspiró.

-¿Sucedió algo? Te veo muy feliz- El mayor se sobresaltó ante la presencia del más joven, y no tardó mucho en bloquear su celular y dejarlo a un lado. 

-No es nada cariño- El australiano sonrió con sinceridad antes de tomar las caderas de Jeongin.-¿Cómo te sientes? ¿Tienes hambre?

-Estoy bien, no necesito nada- Respondió Yang soltándose del agarré del contrario, se sentó al lado de su pareja y cerró los ojos mientras sus manos se posaban sobre su enorme vientre de seis meses.

-¿Seguro?- El mayor acarició con cuidado la mejilla del menor por un par de segundos antes de dejar un beso sobre su frente. -Sabes que si quieres algo, solo debes pedirlo

-Lo sé... Gracias Chan- Yang sonrió antes de mirar a la nada. En aquellos últimos días el mayor se encontraba algo distraído y muy apegado a su teléfono. En ocasiones salía, y volvía por la noche, en horas en las que deberían de estar ambos durmiendo.

El timbre de la casa comenzó a sonar, Yang se puso de pie sin decir nada y, al estar frente a la puerta abrió la misma, encontrándose con Kim.

-Seungmin hyung... ¿Qué haces aquí?

-¿No puedo venir a ver a mi mejor amigo?- Preguntó el mayor elevando una de sus cejas

-N-No quise decir eso, pasa, es solo que me tomaste por sorpresa- Respondió el más joven. 

-Es solo... Necesito hablar contigo sobre algo- Los ojos de Seungmin se dirigieron a Bang, quien les miraba a ambos con los ojos entrecerrados. -A solas, de ser posible

-Claro, vamos a mi habitación- Contestó Yang algo confundido, caminó junto a su mejor amigo hasta las escaleras, las cuales subió y finalmente caminó por el pasillo hasta llegar a su habitación. 

Kim se encargó de cerrar la puerta con seguro, y pocos segundos después tomó asiento en la enorme cama junto a Jeongin.

-Verás... Pasó ayer... Estaba en la cocina, preparando la cena para Hyunjin y para mí- Contó el mayor antes de tomar la mano del menor -No quiero que te alteres... Y cualquier decisión que tomes la apoyaré- Susurró Kim antes de continuar.

(...)

Lee entregó a Yang el algodón de azúcar, el menor agradeció y sonrió antes de comenzar a comerlo sin ánimos. Sus ojos se encontraban ligeramente cristalizados, mientras las palabras de Kim seguían resonando por su cabeza. 

El pecoso se sentó a su lado y le abrazó mientras trataba de subir sus ánimos una vez más. Yang sentía su corazón doler con cada minuto que pasaba, apoyó su cabeza sobre el hombro de su mejor amigo y suspiró

-H-Hyung...- Su voz tembló, cerró sus ojos con algo de fuerza, provocando que una lágrima escapara y bajase por su mejilla. -¿Por qué a mí?

-No es tu culpa In, tú eres una persona demasiado especial para todos los que te rodean... Qué alguien no sepa valorar la joya que tiene entre sus manos es... Una estupidez- Susurró Lee antes de robar un poco del algodón de azúcar del más joven y llevarlo a su boca. -No todo en la vida puede ser felicidad... Siempre hay subidas y bajadas, pero debes de aprender a combatir contra ellas

-Me duele demasiado

-Lo sé, sé que duele muchísimo, pero debes de ser fuerte ¿Bien?- Yang asintió, decidieron estar un par de minutos más en aquel parque, hasta que finalmente cada uno volvió a su mansión. 

Yang subió aquellas escaleras una vez más, sus pies se movían con dificultad, y sus ojos picaban por haber llorado tanto. 

Sus pasos se detuvieron de golpe cuando, estando a tan solo un par de metros de su habitación, ruidos comenzaron a escucharse dentro de la misma. Sus ojos comenzaron a humedecerse y fue como si un balde de agua fría hubiese caído sobre sí al comprender de que se trataban aquellos sonidos.

Una de sus manos fue a su vientre, mientras sacaba su teléfono y marcaba con rapidez el número de Hwang. Había perdido el control de sus pies, en su mente solo habían dos opciones. Ir y buscar la razón de aquellos sonidos, pensando que eran solo producto de su imaginación o huir como un cobarde a la mansión del mejor amigo de su futuro esposo. 

Sus ojos se cerraron por unos segundos, contestaron del otro lado de la línea, y el menor solo pudo susurrar un "Espera". Caminó con lentitud sin provocar ruido alguno hasta la puerta de su habitación, en donde los ruidos comenzaron a escucharse con más claridad. La temblorosa mano de Yang tomó la manilla de la puerta y, lentamente la giró. 

La puerta fue abierta, elevó su mirada, el aire salió de sus pulmones y sus ojos se abrieron de golpe al ver lo que se encontraba al frente.

Los ojos de Bang se abrieron de golpe, su cuerpo sudoroso se separó de golpe del cuerpo de aquella mujer que se encontraba en su cama, la cama que compartía con el padre de sus hijos.

-Ven por mí, rápido- Pidió Yang a Hwang, quien desde hacía minutos seguía esperando desde el otro lado de la línea telefónica. 

El estómago del más joven se revolvió, una de sus manos fue a su boca evitando vomitar allí mismo. Esta vez, sus pies comenzaron a moverse con rapidez, bajó las escaleras y salió de aquella mansión dando un portazo, mientras el australiano corría detrás de él, al mismo tiempo que cubría su cuerpo con una bata. 

-¡Jeongin! ¡Espera!- El coreano no dejó de caminar o más bien, correr. No esperó a que la pareja de su mejor amigo llegase por él, tomó el camino que daba a la mansión del mismo. 

No pasaron dos minutos, cuando el auto del más alto se detuvo de golpe a su lado. Yang subió al mismo y se puso el cinturón con rapidez mientras limpiaba su mojado rostro. 

-Llévame lejos- Pidió el menor, Hwang asintió y comenzó a conducir. En el camino sus ojos conectaron con los de Bang, los ojos de Hyunjin se encontraban llenos de notable decepción, y eso lo notó claramente el australiano. 

-¿Cómo pasó?- Preguntó Hwang en un susurro

-Le dije que iría con Félix hyung al parque... Y que volvería a las cinco...- Contó Yang -Decidí volver antes y... Me encontré con esto

-Chan es un idiota... Perdónalo, él... No sabe como lidiar perfectamente con una relación seria

-¿Qué quieres decir?- Preguntó Yang confundido

-Vamos a comer algo, te lo contaré todo ¿Bien?- Jeongin asintió, mientras tomaba con fuerza de su suéter.

Stupid (ChanIn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora